El fuerte cruce retórico que tuvo como protagonistas al dirigente gastronómico Luis Barrionuevo y al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, marcó en las últimas horas el momento de mayor enfrentamiento entre el Gobierno de Cambiemos y el sindicalismo en los dos años de gestión del presidente Mauricio Macri.
El choque sucedió en medio de avances en causas judiciales que involucran a dirigentes sindicales, como las que en las últimas horas desembocaron en la detención de la cúpula de la seccional Bahía Blanca del sindicato de la construcción (Uocra) y la difusión periodística de información financiera sobre un blanqueo de dinero presuntamente ilegal relacionado con el ex jefe cegetista, el camionero Hugo Moyano.
También en el marco de iniciativas políticas gubernamentales de tipo ejecutivas, para que las obras sociales sindicales tengan que hacer pública su declaración de bienes, como legislativa, para limitar los mandatos de los dirigentes sindicales; un combo político-judicial que para el sindicalismo se trata de una “ofensiva” gubernamental tendiente a minar su poder para poder avanzar en la política de reformas económicas, incluida la laboral, demorada en el Congreso.
Barrionuevo abrió el fuego, con una virulencia que sorprendió tratándose de un sindicalista de histórica buena relación con Macri. “Nadie orina agua bendita. No hay que generalizar para desviar la atención sobre algunos temas. A los sindicatos los atacaron los militares, Alfonsín y De la Rúa, y no terminaron su mandato”, dijo anteanoche al canal TN. “Los gremios no somos todos iguales y no se puede generalizar cuando se habla de mafias”, agregó, en términos casi iguales (“no todos los sindicalistas somos malos”) a los que usó Moyano el lunes, durante la inauguración de un sanatorio de los camioneros y con la presencia de Triaca, en lo que había parecido una tregua inicial entre el poderoso ex jefe cegetista y la Casa Rosada. La referencia de ambos a las “mafias (sindicales)” apunta a los términos con los que Macri habitúa referirse a ellos.
El encargado de responderle fue el ministro de Trabajo. “La frase (de Barrionuevo) fue desafortunada. No hay ninguna chance en la Argentina de no entender que hay enormes desafíos en el tema laboral. Quiero ver a esos dirigentes preocupados por ver cómo generar condiciones de trabajo para todos. Los condicionamientos de Barrionuevo no nos impactan en lo más mínimo. La agenda tiene que ser positiva”, dijo ayer por la mañana Triaca a Radio Mitre.
También replicó a Barrionuevo, y en él al grueso de la dirigencia sindical, respecto de una supuesta persecución gubernamental en su contra. Dijo que “no tenemos una actitud persecutoria” hacia los gremios, y subrayó: “Que actuemos en consecuencia cuando la Justicia nos pide intervención es solamente ser responsables y seguir lo que establece la ley. No hay voluntad manifiesta de ir detrás de tal o cual, como no lo hay en la órbita política o judicial. Lo que queremos es que las instituciones funcionen, que no haya impunidad ni actitudes de defensa corporativa”.
Triaca, ante una consulta puntual, afirmó que “nadie está exento” de responder ante la Justicia cuando se lo demanda, “sea (Hugo) Moyano o cualquier otro”.
La consulta se refería a un informe de la UIF y que llegó a la Justicia según la cual los hijos de la esposa de Moyano blanquearon 1.100.000 dólares de actividades vinculadas al sindicato de camioneros y a su obra social.
Para Barrionuevo, el Gobierno buscaría generalizar la definición de “mafiosos” para desviar la atención sobre el supuesto fracaso de su política económica: “No encuentra el rumbo, privilegia la timba financiera y no vienen las inversiones. Que se hagan cargo y que no nos ataquen”, dijo.
También sostuvo que “por ahora en la CGT no hay reconciliación con el Gobierno” respecto de la reforma laboral, postergada legislativamente hasta mayo, por lo menos.
La CGT, sin embargo, le había dado su apoyo al proyecto tras cambios a los que accedió el Gobierno, pero las sospechas que sembró Pablo Moyano, el hijo de Hugo, acerca de que la Rosada estaba dispuesta a sobornar a senadores para su aprobación, forzó un parate.
También se pronunció en contra de un aumento tope de 15% para las próximas paritarias, como lo quiere el Gobierno. “Se trata de una estimación realista y certera”, replicó Triaca.
La irrupción del gastronómico fue ante la detención en Uruguay del sindicalista Marcelo Balcedo, titular del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), acusado de lavado de dinero y asociación ilícita, la semana pasada.
Y poco antes de que ayer fuera detenida la cúpula bahiense de la Uocra, incluido su jefe Humberto Monteros, con 5 millones de pesos y 100 mil dólares en su poder, también acusado de asociación ilícita y coacción.
Animales exóticos en la mansión de Balcedo
Animales salvajes y exóticos y algunos en peligro de extinción fueron encontrados ayer en la mansión uruguaya del sindicalista argentino Marcelo Balcedo, detenido el 4 de enero junto a su esposa en el Este del país.
El hallazgo de guacamayos, carpinchos, llamas y ñandúes, entre otras especies, se produjo durante un operativo de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) e Interpol, y que duró prácticamente todo el día, informó ayer Alejandro Nario, director de la Dinama.
Uruguay investiga el origen de los animales, pero Nario indicó que pudieron ser adquiridos en un criadero de la zona, que no tiene permiso para vender, por lo cual se estaría cometiendo un delito.
Balcedo está en una cárcel de Montevideo, mientras que su esposa fue alojada en una prisión del departamento de Lavalleja, en el este del país y cerca de Punta del Este.
Las autoridades uruguayas esperan que la Justicia argentina haga el pedido de extradición para lo cual se dispone de 30 días, a partir del 4 de enero, día de la detención.
El sindicalista y empresario argentino y su esposa están acusados de lavado de dinero, entre otros delitos, informaron fuentes judiciales.
La lujosa mansión en la que fue detenido el matrimonio argentino tiene una extensión de unas 90 hectáreas, se encuentra ubicada en una colina de cara al mar y posee lagunas artificiales, campo de golf y canchas de tenis.
La vivienda, llamada "El Gran Chaparral", está localizada en las afueras de Punta del Este, cerca del balneario Piriápolis, a unos 100 kilómetros al noreste de Montevideo, la capital uruguaya.
Balcedo asumió la conducción del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) en 2011 tras la muerte de su padre, Antonio, que había sido jefe del gremio durante dos décadas.
Además de su rol como sindicalista, Balcedo es propietario de un diario de la ciudad de La Plata.
Pesos pesado presos y en la mira: El "Caballo" Suárez, el "Pata" Medina, Balcedo, Santa María, Montero y Hugo Moyano
- El primer sindicalista en ser detenido durante el gobierno de la alianza Cambiemos fue el referente del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, Omar “Caballo” Suárez. Fue en setiembre de 2016 por orden del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. El gremialista, elogiado por Cristina Fernández cuando era presidenta, está acusado de haber cometido los delitos de “asociación ilícita en calidad de jefe, administración fraudulenta y coacción”. Suárez, de 67 años, está bajo arresto domiciliario en la casa de su hija, en Olivos. La semana pasada, el fiscal Ramiro González lo imputó en otra causa penal, por lavado de dinero.
Un año después, el 16 de setiembre del año pasado, el histórico dirigente sindical de la Uocra de La Plata, Juan Pablo “Pata” Medina, fue detenido por agentes de Gendarmería en su casa, acusado de asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión. Ahora está preso en el Penal de Ezeiza. Antes de ser detenido, Medina se había atrincherado en la sede local del gremio, donde acusó al Gobierno de inventarle causas y amenazó con atacar la Gobernación bonaerense si era arrestado. La fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, lo había denunciado por extorsión.
La tercera detención a un sindicalista se produjo hace una semana, cuando Marcelo Balcedo, director del diario platense Hoy y secretario general del gremio de municipales y trabajadores de la educación de La Plata (Soeme), fue arrestado en su opulenta chacra de Punta del Este, en el marco de una causa por lavado de dinero en la que se investiga el vaciamiento de ese gremio, que tramita en el juzgado de Ernesto Kreplak. Balcedo tenía armas automáticas, fajos de dinero por medio millón de dólares y autos de lujo, que no estaban registrados ni declarados ante los organismos correspondientes. Balcedo fue detenido junto a su esposa, Paola Fiege, propietaria de uno de esos vehículos, un Porsche. Balcedo tenía ya varias denuncias en su contra y ya había sido investigado en 2007, cuando se libró una orden de captura por su presunta extorsión a legisladores.
Aunque no fue detenido, esta semana la Unidad de Información Financiera (UIF) expresó que investiga al líder del sindicato de porteros porteños, Víctor Santa María, porque desde esa organización y la federación gremial que también encabeza se giraron cifras millonarias a empresas integradas por el empresario Andrés Leonardo Stangalini, supuesto testaferro. También se sospecha que Santa María, dueño del diario Página/12, presidente del PJ porteño y artífice del frente kirchnerista Unidad Ciudadana, movió fondos por 1,9 millón de dólares desde una cuenta en Suiza para que su madre, Prostasia López, una jubilada de 82 años, ingresara en el blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno.
Ayer fue detenido el cuarto líder sindical en la era Macri, Humberto Montero, junto a otros 9 miembros de la antigua cúpula de la Uocra de Bahía Blanca. Los arrestos se produjeron de madrugada, en varios allanamientos durante los cuales se hallaron 5 millones de pesos y 100 mil dólares, en una causa que investiga los delitos de asociación ilícita y extorsión a empresarios de la construcción. La Justicia investiga que, bajo amenazas de paralizar las obras, estos sindicalistas compelían a los empresarios de la construcción a abonar sumas de dinero en beneficio personal, a contratar empresas de baños químicos, viandas, e indumentaria de trabajo que pertenecían a ellos mismos o a sus familiares, y que prestaban esos servicios a un precio superior a los del mercado.
Hugo Moyano también se vio afectado por esta serie de avanzadas judiciales sobre el sindicalismo. Esta semana, el juez de Garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, pidió a la Justicia Federal que se investigue al ex jefe de la CGT y a su hijo Pablo por presunto lavado de dinero y nexo con los barrabravas de Independiente, club del que es presidente. Además, ayer se conoció que la UIF investiga a Valeria Salerno y Juan Noriega Zulet, hijos de Liliana Zulet, esposa de Hugo Moyano, por maniobras de blanqueo por 1,1 millón de dólares, correspondientes a actividades vinculadas al sindicato de camioneros y a su obra social.