La nueva secretaria Anticorrupción de Ecuador, Dora Ordóñez, denunció que la corrupción durante el gobierno de Rafael Correa causó al Estado pérdidas de entre 30 mil y 70 mil millones de dólares.
"Se contrataba bajo la categoría de 'regímenes especiales', contratos directos que no tenían un presupuesto referencial bien definido y donde se han evidenciado sobornos y porcentajes por coimas", afirmó la funcionaria en una entrevista que publicó la agencia Efe.
Correa gobernó Ecuador entre 2007 y 2017. Según un informe del Banco Mundial publicado de noviembre de 2016, dicho país latinoamericano fue el que más redujo la desigualdad social y la pobreza en América latina y el Caribe.
Ordóñez basó su opinión en una consultoría realizada por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo del gobierno ecuatoriano, que recoge la cifra de 2.400 millones de dólares en cinco proyectos emblemáticos.
Este informe, conocido como "megaobras", señala la existencia de fondos desviados y relacionados con millonarios sobreprecios y una estimación de 600 millones de dólares adicionales que se requerirían para ponerlas en marcha.
La funcionaria citó también un análisis complementario de la Comisión Nacional Anticorrupción, de carácter cívico. Este informe hace "referencia a 3.500 millones de dólares por daños en los diez años del anterior régimen.
Incremento de precios, desvíos e ineficiencia
La cifra más elevada de esta presunta corrupción de la era Correa fue de 70 mil millones, que engloba el cómputo de pérdidas en la nación andina, según un estudio regional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre despilfarro y malgasto, también consideradas prácticas corruptas para el Estado, y que se calculan en torno al 7% del PIB anual. El informe del BID se refiere a 40 mil millones que serían parte del incremento de precios en obras y desvíos de recursos, y 30 mil adicionales por ineficiencia de las obras ejecutadas.