Un error que se comete con frecuencia es pensar que para bajar de peso basta con seguir una
dieta restrictiva
por un determinado periodo de tiempo. Lo cierto es que, si bien en algunos casos se pueden lograr buenos resultados, este enfoque tiene numerosas desventajas: en primer lugar, al tratarse de una dieta restrictiva, la persona tiende a recuperar el peso perdido -e incluso ganar algunos kilos de más- una vez que elimina esas limitaciones. Y otra consecuencia negativa de este camino para perder peso tiene que ver con la pérdida de músculo, algo que puede evitarse si se realiza actividad física.
La
actividad física
se convierte así en un factor esencial a la hora de perder peso: no sólo previene la pérdida de la musculatura, sino que además ayuda a elevar el metabolismo. Por ello resulta clave combinar una alimentación variada con la práctica de un deporte.
En la actualidad, dos opciones que están prácticamente al alcance de todos son el
running
y la
bicicleta
. Ambas actividades tienen sus características, ventajas y desventajas y en esta nota te las contamos.
Primeros esfuerzos
Por lo general los especialistas recomiendan comenzar con la bicicleta, especialmente si se trata de personas con poca o nula experiencia en este tipo de actividades y/o es un caso de un individuo con sobrepeso, trastornos varicosos, con problemas articulares o con complicaciones de columna. Esto se debe a que el running es una actividad de alta intensidad y la bicicleta se convierte en una alternativa perfecta para evitar el impacto.