Las autoridades argentinas ordenaron este sábado las primeras detenciones contra personas obligadas a cumplir la cuarentena preventiva de catorce días por haber llegado a Argentina procedente de alguno de los países considerados principales focos de riesgo por coronavirus.
El presidente Alberto Fernández anunció el jueves pasado un decreto urgente que ordenaba la obligación del autoconfinamiento de ciudadanos nacionales o extranjeros que llevaran menos de catorce días en el país, aunque no padecieran la enfermedad.
Y aseguró que no respetar la cuarentena constituiría un “delito” y en el mencionado decreto se hace referencia a dos artículos del Código Penal, uno de los cuales establece multas y penas de prisión de seis meses a dos años para quien “violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Y ante el rígido control, con el fin de evitar la propagación del virus, fueron detenidos ya cuatro personas por no cumplir con la cuarentena.
En Santiago del Estero fue detenido un ciudadano residente en Buenos Aires, donde había aterrizado el 3 de marzo desde Europa. El hombre, de 66 años, había viajado a esa provincia norteña donde posee varias fincas y fue arrestado en la calle.
También en un control de carretera de Santiago del Estero fueron detenidos este sábado dos hombres que iban en un coche y procedían de la vecina provincia de Chaco. Uno de los viajeros portaba mascarilla y presentaba síntomas compatibles con el Covid-19.
Por otro lado, en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, fue arrestado también este sábado un ciudadano italiano cuando pretendía tomar un vuelo de regreso a su país. Según la agencia Télam, tenía tos y otros indicadores de coronavirus y había viajado a Argentina para participar en una importante feria agropecuaria de la provincia bonaerense. El visitante detenido se había alojado en un hotel de San Pedro, localidad ubicada a 200 kilómetros de la capital argentina, que abandonó de manera precipitada