Durante las últimas semanas y a raíz de una serie de pruebas encabezadas por el infectólogo francés Didier Raoult; la comunidad científica internacional comenzó a hablar de la Cloroquina como un posible tratamiento contra el coronavirus. Incluso, la OMS considera a este fármaco como una alternativa experimental de tratamiento a desarrollar durante los próximos meses y de forma coordinada en 6 países de forma inicial, entre ellos Argentina. Sin embargo, y más allá de estas pruebas y decisión internacional; hay algo contudente: no existe evidencia alguna de que sea efectivo como tratamiento farmacológico para tratar el Covid-19. E, incluso, presenta una serie de efectos secundarios que pueden ser por demás peligrosos.
"Hay que partir desde la base de que estamos frente a un virus que conocemos hace 3 meses, y sabemos que produce cuadros inflamatorios. Desde allí, hay diferentes hipótesis de trabajo. Y lo que la OMS ha hecho es coordinar un estudio internacional con distintas líneas de investigación. Una incluye a la Cloroquina. Sin embargo, son tratamientos experimentales que se van a hacer con grupos de control, pequeños y con consentimiento informado", destacó el director del Observatorio de Salud Pública y Consumo Problemático de la UNCuyo, Sergio Saracco.
El referente advirtió además que, justamente al no existir evidencia alguna de su efectividad, es indispensable que el tratamiento experimental se lleve adelante en grupos predefinidos y de control, ya que tiene contra indicaciones. "El fármaco está en dos o tres medicamentos que se consiguen en la farmacia, por supuesto con venta recetada. Bajo ningún punto de vista la gente puede automedicarse. Lo que va a hacer la OMS ahora con la Cloroquina, es probar si es efectiva. Pero ya está comprobado que no es inocuo, y que el fármaco genera otros daños (por ejemplo, produce arritmias). De hecho, hay evidencias de que aumenta otros riesgos", aclaró Saracco.
Con seguimiento
En el contexto de pandemia, diferentes países y sus comunidades científicas iniciaron sus investigaciones y pruebas. A raíz de ello, la OMS anunció en las últimas horas que agrupará todas las tareas para trabajar de forma coordinada.
"Hay países que comenzaron a trabajar con retrovirales, con antivirales. Y una de ellas involucra a la Cloroquina. Pero es la Organización Mundial de la Salud la que va a determinar con qué línea trabaja en cada país, y con grupos en observación y sobre quienes se esté haciendo un seguimiento. Lo fundamental es aclarar que todavía no existe un tratamiento farmacológico que haya demostrado fehacientemente su utilidad; así como tampoco hay un tratamiento preventivo (vacunación) que lo haya demostrado", reiteró Saracco. Y concluyó: "todos los remedios tienen efectos secundarios, por eso siempre el mejor remedio es el que no se toma".