El BCRA consideró que, de no mediar un rebrote que reformule la incorporación de nuevos sectores a la actividad, en la tercera fase del impacto del Covid-19 la economía debería volver a los niveles previosal establecimiento de la cuarentena .
Se trataría de una recuperación "en V", como lo reflejó en su Informe de Política Monetaria (IPOM), saliendo a sentar posición sobre cómo será la recuperación.
Explicó que, de algún modo, que en la fase 2 del aislamiento, que se terminó el 11 de mayo, se habría tocado el vértice inferior del gráfico, con forma de V.
En el estudio se plantea que la recesión de la Argentina fue agudizada por la pandemia , y "la actividad evolucionará de acuerdo con los distintos estímulos de la política económica".
Asegura que el costo fiscal de las medidas de estímulo y de auxilio, así como la caída de recaudación, sumarán 4% del PBI.
De haber atravesado una severa caída, del 9,6% del PBI en marzo, ahora la autoridad monetaria dice que "los indicadores de alta frecuencia disponibles anticipan una recuperación a partir del mes de mayo, en línea con la progresiva flexibilización a las restricciones a la circulación de personas y al funcionamiento de diversas ramas productivas"
"Las políticas fiscales y monetarias se enfocarán en la vuelta al nivel de actividad precrisis y en temas estructurales"
Sitúa, con el REM, una caída en 2020 del 7% promedio.
El principal riesgo es un rebrote de contagios que ralentice la apertura gradual de las actividades productivas. El BCRA identificó tres fases de actividad.
Fases y reacción
La primera, de aislamiento social estricto a nivel nacional, entre el 20 de marzo y mediados de abril, donde BCRA buscó apuntalar la cadena de pagos y alivianar las dificultades financieras de familias y empresas, en particular de las más pequeñas.
"El objetivo fue evitar que este shock dañara al entramado productivo de manera persistente, y de este modo, pueda volver a operar", explicó.
Fase 2: "La ayuda a empresas y familias irá dejando lugar a otras de impulso a la demanda y a la producción"
La segunda fase, de "flexibilización progresiva del aislamiento social", entre el 14 de abril y el 11 de mayo, habilitó a ciertas actividades regionales.
"Las políticas de asistencia a empresas y familias irán dejando lugar a las más convencionales de impulso a la demanda y de estímulo a algunos sectores productivos", consistentes en "una expansión de las partidas de gasto de capital con el objetivo de reactivar la obra pública, un sector intensivo en mano de obra y con efectos multiplicadores muy significativos sobre la actividad económica", evaluó.
"La actividad evolucionará de acuerdo con los distintos estímulos económicos"
"La tercera fase será la de convergencia hacia una 'nueva normalidad'", pronosticó el IPOM.
"Una vez habilitada la movilidad para la gran mayoría de la población, e incorporados en la actividad productiva nuevos protocolos de higiene y cuidado, las políticas fiscales y monetarias se enfocarán en consolidar la vuelta al nivel de actividad precrisis y en resolver los problemas estructurales" previos a la pandemia.