La volatilidad podría seguir en las bolsas en las próximas semanas ante el miedo a que la propagación del coronavirus provoque una recesión. Los expertos prevén fuertes oscilaciones en unos índices que estaban en máximos históricos y necesitaban corregir. Se han roto soportes clave que aceleran las ventas.
El miedo campó a sus anchas la semana pasada por los mercados y dejó una sangría de ventas que llevaron a las principales bolsas mundiales a caer más del 11% y estar en pérdidas pérdidas en 2020.
El punto de partida. El Ibex terminó la semana en los 8.723 puntos, su nivel más bajo desde agosto de 2019. Las compañías que forman parte del índice dijeron adiós a 74.121 millones de euros de capitalización bursátil. Salieron de las bolsas globales cerca de 6 billones de euros que han hecho perforar soportes de análisis técnico importantes, como los 3.000 puntos del índice americano S&P 500, que cerró la semana en 2.950 puntos. También el Euro Stoxx 50 dejó atrás referencias importantes y empieza la semana desde los 3.329 puntos.
¿Por qué caen tanto las bolsas?
El miedo a que la extensión del virus golpeé con fuerza la economía pasó factura a casi todas las empresas cotizadas, que bien por problemas de suministro o de merma de la demanda se verían afectada
¿Qué estimaciones hay?
Aunque el pronóstico económico del coronavirus empeora a media que la epidemia se extiende fuera de China los expertos descartan una recesión mundial. Las previsiones para el PIB de China para el primer trimestre han pasado del 5,9% al 3,9%, aunque aún se espera un rebote en el segundo trimestre al 5,2%. A nivel mundial, las predicciones de algunos bancos de inversión hablan de un par de décimas de recorte. El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajará sus proyecciones del crecimiento mundial, pero aún estaban en el 3,1%. El Banco Central Europeo (BCE) trabaja sobre el escenario de una recuperación en V en el segundo trimestre. Bank of América es uno de los pesimistas y rebajó la semana pasada sus estimaciones para la zona euro del 1% al 0,6%. Menor crecimiento sí, pero no recesión. Hoy los inversores estarán pendientes del dato del índice Caixin de gestores de compras del sector manufacturero de China, que se espera caiga por debajo de 50.
¿Son razonables los desplomes?
El coronavirus no es la primera crisis sanitaria a la que se han enfrentado los mercados. En los últimos 20 años se han dado el SARS en 2002, la gripe porcina en 2009 y distintos episodios de la gripe aviar y el Ébola. En todos ellos se ha repetido un mismo patrón de comportamiento en los mercados. Un incremento significativo de la volatilidad, caídas bursátiles en el corto plazo, búsqueda de activos refugio y reducción, en distinta medida, del crecimiento económico. En ninguno de estos episodios se dio el caso de una recesión global. Pero eso sí, la solución no será inmediata, por lo que los mercados seguirán sufriendo períodos de volatilidad en las próximas semanas.
¿Por qué han sido tan fuertes las caídas?
El miedo se ha extendido a medida que más compañías han alertado de un impacto en sus resultados. Pero los movimientos están amplificados porque había un exceso de complacencia en los mercados y varios índices estaban en máximos históricos. Wall Street lleva más de una década al alza y en los últimos meses se habían acelerado, por lo que las tomas de beneficios han sido masivas.
¿Qué papel juega la gestión pasiva?
La gestión pasiva acelera los movimientos tanto al alza como a la baja, ya que se ven obligados a vender para replicar los índices. Además, la operativa vía algoritmos, que lanzan órdenes automáticas, se acelera y retroalimenta con episodios de fuertes caídas. A determinados niveles saltan las órdenes de venta y a medida que saltan los soportes se generan nuevas órdenes más abajo.
¿Hay un riesgo real para los beneficios de las cotizadas?
Uno de los problemas con el que se están encontrando algunas empresas es la falta de suministros procedentes de China. Apple es una de ellas. Pero es que además en este caso la compañía afronta una menor demanda de sus productos procedentes de la zona de Asia. Varias empresas han advertido de que sus resultados se verán afectados por la menor demanda. Es el caso de Microsoft, Mastercard y de la marca de lujo LVMH, pero también de Danone o la cervecera AB Inbev, que ha recortado previsiones aunque no específicamente por el coronavirus.
¿Qué valores han estado más afectados?
Las aerolíneas estuvieron entre las más penalizadas en Bolsa en la última semana con descensos que llegaron a superar el 20% en muchos casos. IAG se desplomó un 26%; easyJet más del 27%, Air France superó el 23%, Lufthansa más del 21% y Ryanair cerca del 20%. También sufrieron las empresas de cruceros y otras relacionadas. El sector de viajes y ocio europeo cayó más del 17% en la semana con todos sus integrantes en negativo. En EEUU, American Express fue el valor más penalizado del Dow Jones con un 18,51% por temor a menor uso de tarjetas por la contención de los viajes.
¿Y los que mejor aguantan?
La ventas fueron tan indiscriminadas que pocos valores se salvaron de la quema. En el Ibex esquivó las pérdidas MásMóvil, con un alza del 2,28%. De los 600 valores del índice europeo Stoxx 600 solo NMC Health avanzó en la semana, aunque estuvo suspendida de negociación el viernes ante rumores de falta de liquidez. 3M, Pfizer y Merk estuvieron entre los mejores del Dow, con descensos de entre el 4% y el 7%. De las 500 compañías del S&P 500, sólo acabaron al alza la biotecnológica Regeneron Pharmacéuticasl, que avanzó el 10,27% y la de telecomunicaciones Qorvo, que subió el 2,4%.
¿Han funcionado los refugios?
El oro es considerado un escudo para protegerse en momentos de incertidumbre, pero el viernes no resistió al pánico de la liquidación de posiciones y tras marcar durante la semana máximos desde 2012 deshizo el camino y arranca la semana en la zona de los 1.580 puntos. Los inversores se han ido a la deuda. El bono del Tesoro de EEUU a 10 años llegó a marcar mínimo en el 1,12% y el alemán a 10 años bajó al -0,60%. Pero los gestores creen que es tarde para buscar este refugio y lo que se abren son oportunidades en Bolsa de cara al largo plazo.
¿Qué se puede esperar para las próximas semanas?
Los expertos señalan que las bolsas siempre se recuperan de momentos de volatilidad extrema irracional. Pero el nerviosismo podría marcar todavía el trimestre, ya que es pronto para tener tanto una solución al problema como una cifra fiable de su impacto económico. El problema es que muchos índices terminaron la semana pasada rompiendo soportes importantes, lo que deja el suelo más abajo.
¿Qué puede calmar los ánimos?
Wall Street presiona a la Fed para que vuelva a bajar los tipos de interés y ayude a animar las compras. Se esperan dos bajadas de 25 puntos básicos este año. En el BCE es más difícil un recorte adicional en la tasa de depósito, pero sí es más probable un aumento de las compras de deuda corporativa. El mercado espera estímulos fiscales por parte de los Estados. La UE se reunirá el miércoles para dar respuesta a los sectores más afectados. Un freno en la propagación incitaría la estabilización.
¿Cómo mira Donald Trump a los mercados?
El castigo, todavía imprevisible, del coronavirus sobre Wall Street podría hacer peligrar la carrera de Donald Trump hacia su reelección como presidente de EEUU a finales de este año. Las dudas sobre si las empresas estadounidenses serán o no capaces de mejorar sus ganancias y sobre cómo afectará el virus a la economía estadounidense están sobre la mesa. El coronavirus puede ser un impidemento con el que el presidente no contaba. Sobre todo en un año electoral, en el que para Trump es muy importante que se mantengan en positivo los indicadores macroeconómicos.
En este escenario Trump ha vuelto a reclamar a la Fed que salga al rescate de las bolsas. "Necesitamos el liderazgo de la Fed y que haga su trabajo", mencionó durante el fin de semana en relación a un nuevo recorte en los tipos de interés. Mientras tanto, el presidente ha ordenado endurecerel control en las fronteras de EEUU. Trump ya ha puesto reestricciones a la entrada de viajeros que en los últimos días hayan visitado China e Irán de los mercados.
¿Hay oportunidades?
En momentos de pánico es cuando se generan las mejores oportunidades. Las ventas no diferencian lo bueno de lo malo y generan oportunidades para invertir en compañías sólidas y de calidad que han quedado a precio atractivo. El índicador de miedo bursátil marca ya miedo extremo (extreme fear). Pero comprar ahora no es fácil porque la volatilidad va a seguir y es difícil invertir en mínimos.
Por eso hay que tener una cartera diversificada. Las compañías farmacéuticas, las de perfil defensivo, las utilities o empresas con buen dividendo pueden aguantar mejor. Pero también generan oportunidades cotizadas que ya descuentan un escenario muy negativo, como Cie Automotive, Ence y algunos bancos