Un grupo de científicos de Australia calificó a los smartphones como un "caballo de Troya" para los humanos respecto a la introducción del SARS-CoV-2 al organismo. En consecuencia, recomiendan efectuar descontaminaciones periódicas, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene una postura diferente.
Semejante afirmación sobre la manipulación del celular proviene de la una investigación dirigida por el genetista Lotti Tajouri, de la Universidad Bond en Australia. Su equipo revisó 56 estudios de 24 países y analizó las diferentes cepas que "acechan" en las pantallas. De esta forma, los científicos descubrieron que los aparatos albergan una amplia gama de microorganismos, incluidos varios con resistencia a los antibióticos. El estudio fue publicado en la revista Travel Medicine and Infectious Diseases.
"Podés lavarte las manos tantas veces como quieras y debas, pero si tocás un teléfono contaminado, te estás contaminando de nuevo", resaltó el australiano Lotti Tajouri. Combinado con el hecho de que la limpieza y desinfección de móviles no es una práctica común: el 72% de los usuarios indican que nunca se tomaron el trabajo de sanearlos.
Según Tajouri, los teléfonos son un caldo de cultivo ideal para los microbios. "Tienen control de temperatura, los guardamos en nuestros bolsillos, somos adictos a ellos. Hablamos con ellos y depositamos gotas que pueden estar llenas de virus, bacterias, lo que sea. Comemos con ellos, por lo que le damos nutrientes a los microorganismos. Y nadie, absolutamente nadie, lava o descontamina su teléfono", advirtió, en declaraciones citadas por el portal Newshub.co.nz.
Además, si bien los agentes de control fronterizo pueden hacer preguntas e incluso verificar si hay síntomas de la enfermedad, por lo general no tienen la costumbre de limpiar nuestros teléfonos para realizar pruebas, lo que los convierte en un "caballo de Troya" ideal para introducir el virus, de acuerdo con Tajouri.
"Los teléfonos móviles tienen una alta frecuencia de uso, a menudo están en contacto con manos y caras, mientras están en funcionamiento; pueden calentarse a temperaturas que favorecen la supervivencia y posiblemente el crecimiento de microorganismos", destacaron los especialistas en el estudio. Por distintas circunstancias, las personas tocan sus dispositivos unas 5.000 veces al día, lo que en promedio, da un uso continuo de unas tres horas diarias.
No obstante, la OMS mantiene otra posición al respecto. Según un informe que difundió el sábado pasado, no está comprobado si el virus de la Covid-19 puede permanecer en objetos. Es que si bien hay distintos estudios conocidos como los de las universidades de California, Los Angeles y Princeton, ese vidrio, plástico, cartón o acero que consideran estuvieron en un laboratorio y no en las condiciones habituales del mundo real.
"Es cierto que el celular puede ser un vehículo, pero para que tenga capacidad de contagio se requiere de una carga viral importante. A esto hay que sumarle que el contacto prolongado con el aire y el sol, desactivan al Covid-19. Entonces, habrá que evaluar el lugar en donde uno está y las condiciones ambientales, al momento de tocarlo con una mano", explicó a Clarín Gerardo Laube, médico pediatra y profesor de Infectología de la Universidad Abierta Interamericana (UAI).
"Tampoco hay que olvidar, que el virus necesita de las células para vivir. Lo que implica que puede estar en el vidrio del móvil, pero con pocas posibilidades de contagio. Para evitar inquietudes, basta con mantener la limpieza del aparato para barrer con cualquier posibilidad de que se adhiera", agregó el médico.