Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
Golpeado por los desaciertos dirigenciales, por la violencia que lo acompaña desde casi desde el inicio de las competencias (para muchos este karma se inició en 1916 cuando en la final del primer Sudamericano en 1916 un grupo de hinchas, enojados porque se vendieron entradas de más incendiaron el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) y acuciado por los desmanejos de sus tesorerías, que han llevado a que los clubes tengan, recurrentemente balances en rojo, el fútbol argentino ha tenido en la última temporada (de julio a julio) una sobredosis de festejos que lo revitalizan.
Es que más allá de que la Selección nacional no pudo quedarse con el Mundial ni con la Copa América, nadie puede destacar que llegar a dos finales es un hecho significativo. Esas actuaciones lo han elevado al primer lugar del ranking mundial FIFA. Su última vez en la cima había sido entre octubre de 2007 y junio de 2008.
Para algunos el segundo puesto es un fracaso, pero la realidad es que si uno analiza que en el Mundial se perdió contra Alemania, un equipo que siempre es protagonista y que cuenta con la liga más poderosa de Europa, y en la Copa América sólo fue vulnerada por penales, el balance es altamente positivo.
Además, por más que se quiera quitar lujo a la competencia, el torneo Sudamericano es el más parejo de los continentales. Es que Argentina (1º), Colombia (4º), Brasil (6º), Uruguay (8º) y Chile (11°) se ubican entre las mejores del mundo, según la última clasificación de la FIFA.
Pero donde no hay dudas de la supremacía de nuestros conjuntos es en las competencias por equipos. La consagración de San Lorenzo en la Copa Libertadores del año pasado, a lo que adosó el subcampeonato mundial tras caer contra el superpoderoso Real Madrid, marcó el camino de una cadena de festejos que promete prolongarse.
Es que el Ciclón también se quedó hace unos días con la Euroamericana contra Málaga.
Similar fue lo que pasó con River que, denostado históricamente por su falta de éxitos en los torneos internacionales, hoy es el primer club en la historia que es campeón vigente de todos los torneos que organiza la Confederación Sudamericana de Fútbol: Sudamericana, Recopa y Libertadores,
Luego de reconstruirse de manera supersónica, el Millonario ha llevado a que Argentina sea mirado de otra manera. Con la llegada de Rodolfo D’Onofrio como presidente y Marcelo Gallardo como técnico, el Millonario entendió que cuando se cree en una idea futbolística las cosas se hacen mucho más fáciles.
River, como el Ciclón, también consiguió la Euroamericana pero en su caso fue contra el Sevilla. Acá también quedó demostrado que, como hay mucha gente que lo afirma, es mucho más competitivo y atractivo que el de las ligas europeas importantes. Lo ratificó Tévez, quien volvió tras coronarse con la Juventus en Italia, pero no ha podido marcar claras diferencias hasta el momento.
Aquí hay otra arista que muestra que la cosa está cambiando. La vuelta de los ídolos no es un tema menor. Es que no sólo Carlitos decidió emprender la vuelta. También hay que recordar que Javier Saviola y Lucho González aceptaron volver a River y hasta Pablo Aimar tuvo un par de minutos, aunque la lesión le terminó ganando el partido.
Esta luna de miel, que es parecida a la de Boca en los comienzos del siglo y que puede estirarse pasado mañana, cuando River se enfrente al Gambas Osaka por la Suruga Bank en Japón, también es una buena noticia para nuestra provincia.
Es que en cada uno de estos logros hubo un jugador nacido por estos pagos: Enzo Pérez (en el Mundial), Sebastián Torrico (San Lorenzo) y Ramiro Funes Mori y el Pity Martínez (River).
Hasta hace no mucho tiempo, a los mendocinos no nos costaba recordar a nuestros comprovincianos exitosos en el ámbito internacional, simplemente porque no eran muchos y salía uno cada diez años.
Ojalá estos éxitos lleguen acompañados por una dirigencia que esté a la altura. El torneo de los 30 en la Primera División, es una de las decisiones que no colaboran para nada. Igual, hoy es tiempo de festejar y ser más que nunca hincha de nuestro fútbol que, aporreado y todo, es el mejor del continente.
