En la primera mitad del año, el gobernador Alfredo Cornejo intensificó su agenda en Buenos Aires. En solo seis meses Alfredo Cornejo ha viajado diez veces a la Capital Federal, según los datos del sistema de información consolidad de la Contaduría General de la Provincia.
Cornejo se subió a un avión con destino a Buenos Aires una vez en marzo, tres en abril, cuatro en mayo y dos veces en lo que va de junio. En total, ha estado 16 días en Buenos Aires.
Aunque los objetivos de los viajes oficiales han sido por temas de la gestión provincial, el gobernador ha sabido aprovechar esos viajes para acentuar su posicionamiento político nacional con reuniones con dirigentes de la UCR (él es el presidente del partido) y de la mesa chica de Cambiemos.
De hecho, los últimos tres viajes trascendieron por su incidencia directa en lo electoral: la Convención Radical, una reunión con Marcos Peña para acordar la ampliación de Cambiemos y la ratificación de la adhesión al nuevo frente Juntos por el Cambio.
En el Gobierno resaltan la importancia de estos viajes para la Provincia. "Las idas a Buenos Aires tienen que ver con actividades de la gestión de Gobierno. Tenemos reuniones con funcionarios, firmamos convenios. Viajamos casi todas las semanas y aprovechamos esa instancia para hacer otras reuniones", explicó el jefe de Gabinete, Andrés Lombardi. "Del último viaje volvimos con 1.023 millones de dólares para licitar Portezuelo del Viento. La firma de ese convenio nos costó como 15 viajes", añadió.
Agenda nacional
En general los viajes con destino a Buenos Aires han tenido relevancia a nivel nacional aunque desde la Casa de Gobierno aseguraron que no es el objetivo principal. "Ni siquiera damos entrevistas en programas de medios nacionales. La entrevistas se las hacen al gobernador a la salida de las reuniones", insistió Lombardi.
Es que la presencia de Cornejo en Capital Federal siempre da que hablar. El 4 de abril estuvo cenando en Recoleta con María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña, Rogelio Frigerio y Gerardo Morales.
A la semana siguiente, Marcos Peña lo recibió en su despacho de la Casa Rosada. Y el 22 de abril, Cornejo volvió allí para verse con Mauricio Macri, Vidal, Rodríguez Larreta, y los gobernadores radicales Gustavo Valdés (Corrientes) y Morales (Jujuy). Hablaron de la coyuntura política y económica del país.
En mayo visitó la Feria Internacional del Libro en La Rural para la presentación del libro de Martín Lousteau. El economista compartió desde el principio con Cornejo la idea de que Cambiemos debía abrirse a líderes del peronismo federal, como Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.
A los pocos días volvió a ir a Buenos Aires para ponerle fecha a la Convención Nacional de la UCR y a la semana siguiente viajó para disertar en un evento organizado por la Cámara de Comercio de EEUU en Argentina. Durante una entrevista allí, el gobernador dijo en referencia a las PASO nacionales: "El candidato puede ser otro que no sea Macri".
De esa forma instaló dos posibilidades: una PASO dentro de Cambiemos y a Vidal como precandidata a presidenta.
Los últimos días de mayo viajó para participar de la Convención Radical en Parque Norte. Como presidente de la UCR logró su objetivo: ratificar la pertenencia a Cambiemos y negociar la "ampliación" de esa alianza.
La primera semana de junio Cornejo volvió a Buenos Aires junto a Lombardi. Estuvieron una hora en el despacho de Marcos Peña y ahí expusieron la necesidad de ampliar Cambiemos.
Su último viaje fue el martes por la noche, horas después de que Macri anunciara a Pichetto como su compañero de fórmula. De allí volvió con dos certezas: la adhesión de la UCR a Juntos por el Cambio y la plata para Portezuelo.