Al momento de presentar a su candidato a la Suprema Corte de Justicia, José Valerio, el gobernador Alfredo Cornejo señaló que entre las acciones que su Gobierno hace para mejorar la seguridad está la de cuidar la disciplina de los policías.
Mencionó entonces que su gestión “ya cesanteó a 78 uniformados” en base a ese concepto.
Un informe del Ministerio de Seguridad al que Los Andes tuvo acceso, indica que en 2016 crecieron y mucho las sanciones "expulsivas" de policías, con respecto a los últimos tres años.
Según el documento, confeccionado por la Dirección de Capital Humano de esa cartera, entre 2013 y 2015 -últimos tres años de gestión justicialista- sólo hubo 114 policías cesanteados por algún tipo de indisciplina.
En tanto que en 2016, ya suman 90 los que se quedaron afuera. La proyección indica que en diciembre serán 120 los que dejarán obligadamente de ser policías o penitenciarios.
El Gobierno muestra las cifras con orgullo. “Es una clara mejora en la gestión”, dijo el ministro Gianni Venier, buscando diferenciarse de la anterior gestión peronista.
A su entender, el informe cristaliza lo que desde el inicio de su gestión intentó mostrar Cornejo: una Policía “respetada” pero que también tenga “más calidad y disciplina”.
Los datos
En realidad, el informe está basado en las sanciones que propuso al tribunal de disciplina ministerial la Inspección General de Seguridad (IGS), cuyo directorio, con la nueva gestión, preside el radical Marcelo Puertas.
De acuerdo con el informe, en 2013 los policías echados fueron sólo 25; en 2014, el número se duplicó a 50 pero en 2015 volvió a bajar a 39.
Hasta setiembre pasado se contabilizan las 78 sanciones expulsivas de las que habló Cornejo. En realidad, 64 pertenecen a este año y las otras 14 “son las que venían del año pasado y no se habían resuelto”, destacó Puertas.
A ese número hay que agregarle “otras 12 que estaban a consideración del Tribunal de Disciplina desde 2013 inclusive”, explicó Hugo Sánchez, jefe de Gabinete de Seguridad.
Entre esas sanciones expulsivas hay que diferenciar “cesantías” de “exoneraciones”. Las primeras implican que luego de un tiempo, el policía puede volver a la fuerza, si se entabla alguna amnistía. En el segundo caso, le será imposible volver.
El detalle de la IGS indica que de las 64 de este año, 40 son cesantías de personal policial, 20 de personal penitenciario y hay 3 exoneraciones.
El documento también arroja datos sobre las suspensiones, que van de 10 a 60 días, dependiendo del grado de indisciplina.
El dossier detalla que en 2015 fueron 122 las suspensiones; en 2014, 94 y en 2015, 81. Hasta setiembre de 2016, el número creció a 115 y la proyección de los técnicos del ministerio es que a fin de año se contabilizarán 153 suspendidos.
Las sanciones expulsivas y las suspensiones son datos concluyentes. Pero en el medio hubo sumarios.
“Se toma todo tipo de denuncias, personales, de los medios o de donde venga y se inicia la investigación”, explicó Puertas.
“Si hay suficientes pruebas se hacen los sumarios. Y si esas pruebas son concluyentes, se recomiendan las acciones disciplinarias al tribunal del ministerio”, añadió.
Los archivos de la IGS indican que hasta setiembre de este año, sólo en personal, hubo 151 sumarios. En comparación, durante el mismo período de 2015 los sumarios totalizaron 84.
Entre las causas tipificadas, la principal que aparece es la “falta recurrente de disciplina” (25 sumarios). En segundo término, con 16 casos cada uno, aparecen “robo/hurto de arma reglamentaria” y “amenazas”. El ranking lo sigue “violencia intrafamiliar” con 12 casos y “averiguación de hecho”, con 10.
Contrariamente a lo que podría pensarse, sólo aparecen dos casos de “cohecho”. También se contabiliza un único caso de “violencia de género” y uno de “abuso sexual”.
Es llamativo el punto de “abandono de servicio”, con 9 sumarios este año. “Es personal que ni siquiera se presentó a trabajar”, resaltó Sánchez.
Mayores controles
El jefe de Gabinete explicó que una de las razones que permiten lograr estos números es “el mayor control que se ha logrado con las nuevas tecnologías”.
En ese sentido, ponderó los nuevos sistemas integrados a los móviles, como las cámaras y el equipamiento informático, que permiten “monitorear permanentemente” el comportamiento de esos agentes, que en épocas anteriores “o robaban nafta o no cumplían con su tarea”, por citar un par de ejemplos.
Además destacó la “mayor organización” del actual ministerio para avanzar en las resoluciones.
Casi en una competencia interna por la eficiencia, Puertas reivindicó su tarea: “Estamos haciendo lo que la gestión anterior de la IGS no hacía. Y lo hacemos con el mismo personal”.
Comperatore: "Se veía un alto compromiso"
Desde la gestión anterior, el ex ministro de Seguridad (2013-2015) Leonardo Comperatore se despegó de las investigaciones que han terminado con policías sancionados.
“Esa tarea le correspondía a la IGS”, indicó. De todos modos destacó que desde su punto de vista “en general no había mal comportamiento” de los efectivos. “Al contrario, lo que se veía era un alto compromiso de los policías con lo que debían cumplir”, resaltó.
Por su lado, la ex titular de la Inspección de Seguridad, Mariana Herrero, dijo que no comprende por qué hay más sanciones ahora.
“En principio, el sistema es el mismo que utilizábamos nosotros”, señaló. “A veces podía haber algún freno, principalmente por la falta de pruebas. No queríamos dar pasos en falso, pero siempre se avanzaba”, agregó.