En un tiempo récord, por la fecha en que se aprobó y el escaso tiempo que duró la sesión, el oficialismo logró la media sanción al reparto de dinero para 2017.
El justicialismo avisó por la mañana que iba acompañar el endeudamiento y, en menos de dos horas, el gobierno de Alfredo Cornejo tuvo el visto bueno para la ley de leyes que regirá los gastos del año próximo.
Mirando los números estimados por el Ministerio de Hacienda, figuran recursos por $ 62.878 millones y egresos por $ 66.958 millones.
Principalmente, se estiman en mitades prácticamente los recursos de origen nacional y los de origen provincial, en su mayoría tributarios.
La vedette del proyecto de presupuesto suele ser el endeudamiento y este año no fue la excepción. El pedido para 2017 es de $ 3.787 millones y la mayor parte estará destinada a inversiones. Con esto, la deuda pública mendocina, ascendería a unos 25 mil millones.
El reparto de la torta dispone un 38% para la DGE, seguido con un 21% para Salud, Desarrollo Social y Deportes.
El Ministerio de Seguridad, el de Economía y la Secretaría de Servicios Públicos tendrán un 14, un 11 y un 10% respectivamente. El reparto lo cierran las carteras de Gobierno y Hacienda, ambas con un 2%, y las secretarías de Cultura y Ambiente, con el 1%.
Algunos indicadores que se presuponen para 2017 son un crecimiento económico del 3,5% y un tipo de cambio nominal peso-dólar en promedio de $ 17,92. Aquí también sale un punto polémico que algunos leen como techo a las paritarias: la presunción de que la inflación será del 12 al 17%.
Con orgullo, la gestión actual señala una reducción del déficit corriente en un 78%. Según Hacienda, en 2016 era de 2.631,50 millones mientras que para 2017 será sólo de 575 millones. Además señalan que hay una menor relación de gasto en el personal: de 56% en 2015 y 53% en 2016, al 52% de 2017.
El ministro Martín Kerchner fue a la Legislatura tras la aprobación y no ocultó su alegría con el avance récord, aunque remarcó el trabajo desde la presentación del 30 de setiembre.
“Hubo 45 días de discusión, se escudriñaron los números como nunca en la historia. Se brindó información como nunca y eso demuestra que este gobierno tiene fe de diálogo. La oposición ha tenido la misma idea y acompañó”, analizó.
Ayer fue el día decisivo para el Presupuesto ya que, si bien resta el aval del Senado, pocos ven un problema allí. Hace dos semanas se dio media sanción a Avalúo e Impositiva, las primeras leyes del paquete, y el martes obtuvieron la sanción final en la Cámara alta.
Casi unánime
Por la mañana, el mayor partido de la oposición anunció que apoyaría la iniciativa y durante la sesión mantuvo ese discurso. “Hemos venido acompañando y debemos acompañar.
Pero nuestro deber como oposición será ejercer nuestra responsabilidad de control”, dijo el jefe del bloque FpV, Javier Cófano, para matizar el apoyo.
El diputado Jorge López (UCR), presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, dio los detalles de un proyecto que principalmente fue criticado por el FIT. Sus votos negativos se fundaron en que “nadie cree que la inflación será del 17%” y en que “las deudas se pagarán con sangre, sudor y lágrimas del pueblo”.
Curioso fue el apoyo de Marcos Niven (PD), que comparó las disidencias con la UCR como un matrimonio. “A veces alguno tiene que sorprender”, dijo entre risas, recordando algunas diferencias que tuvo con la aprobación de las leyes previas.
El radical César Biffi tomó el guante y, por las dudas, aclaró: “Como dicen en las revistas, con Niven sólo somos buenos amigos”.
El punto del endeudamiento era clave porque se necesitaban los votos peronistas para pasar. Así, sirvieron las reuniones previas entre el Ejecutivo provincial y los intendentes para blanquear las inversiones y permitir la compra de equipamiento para municipios.
Sin embargo, Cófano y Biffi empezaron a tirarse la pelota sobre quién era responsable del déficit provincial. La cosa subió de tono hasta que el presidente de la Cámara, Néstor Parés, bajó de su sitial para calmar las aguas entre los diputados.
El único peronista que mantuvo algunas diferencias fue Gustavo Majstruk, que se mueve en su bloque unipersonal Renovación Justicialista.
Votó algunos artículos en contra, como el uso del crédito, pero apoyó en general.
En menos de dos horas, cuando siempre ha implicado maratónicas sesiones que se extendían hasta la madrugada, una de las leyes más complejas obtenía así su primera sanción. Ahora, es el turno de que la trate el Senado.
El PJ avisa que no aprobará más deudas
Antes de la sesión, el peronismo quiso dar una imagen de unidad con sus virtuales autoridades, Omar Félix y Roberto Righi, junto a los diputados.
Así esperaron a la prensa a las 10 en una mesa donde también se sumó el intendente de Maipú, Alejandro Bermejo.
Félix adelantó, tal como publicó ayer este diario, que apoyarían el proyecto pero mostró preocupación por los niveles de endeudamiento y recordó que ya se le habían dado durante el año distintas herramientas fiscales a Cornejo.
Con el nuevo endeudamiento autorizado la cifra de deuda se acerca a los $ 25.000 millones, aunque nadie quiere hacerse cargo de cómo surgió ese valor.
Ya durante la sesión, los votos acompañaron al endeudamiento pero algunos expresaron el rechazo. Uno fue Jorge Tanús, que trajo a colación las palabras de la reunión para decir tajante: “Es el último crédito que les damos”.
