Por primera vez desde que asumió como gobernador, Alfredo Cornejo tuvo que postergar una iniciativa que, si bien no era propia, la había adoptado como tal.
Por pedido radical, la comisión que tiene el proyecto de ampliación de la Suprema Corte de Justicia decidió ayer posponer el tratamiento y dejarlo sin fecha, hasta que los acuerdos políticos acompañen.
Así, el radicalismo dio por finalizada las conversaciones con el Partido Demócrata (PD), luego de que esta institución, integrante de Cambia Mendoza, comunicara que las reuniones que mantuvieron no alcanzaron para cambiar de opinión. La postura dejó a la UCR sin el voto que necesitaba para convertir el proyecto en ley.
"Es una etapa terminada", comunicó Jorge Albarracín, presidente de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC).
De esta manera, Cornejo se estrenó en una suerte que hasta ahora había evitado: no alcanzar los números para sacar un proyecto. Tanto en Senadores como en Diputados, el oficialismo tiene mayoría simple propia, lo que permitió al Ejecutivo, desde un comienzo, sacar todas las leyes que impulsó. Entre las más resistidas está el ítem Aula, la reconversión de la empresa de Troles y las emergencias en Seguridad.
"Si hay partidos que no comulgan con estos conceptos, pues no escucharon nuestras propuestas".
La ampliación de la Suprema Corte parecía correr la misma suerte: salir con el voto exclusivo de Cambia Mendoza frente al reproche opositor. Incluso, en el Senado, la sanción inicial se dio con los votos de los radicales y el aliado de Libres del Sur, Ernesto Mancinelli. Incluso, pudieron reponerse de las diferencias que expresaron los dos radicales díscolos: Walter Soto y Raúl Ferrer.
Al día siguiente, el proyecto ingresó a Diputados y allí se encontró con las negativas de los dos aliados: Guillermo Pereyra (Frente Renovador) y Marcos Niven (PD). Las conversaciones con este último se dieron hasta el lunes.
Otra vez será
Al mismo tiempo que LAC guardaba el proyecto, Cornejo difundía una carta en la que confirmaba que “la agilización de la Corte tendrá que esperar”. Apuntó al PD y advirtió: “Si en el Frente Cambia Mendoza hay partidos que no comulgan con estos conceptos, pues no escucharon nuestras propuestas desde un principio.
El proyecto de reforma no será tratado ahora. Tendrá que esperar otro momento, en el que dirigentes y legisladores comprendan y estén consustanciados con el interés (y principal objetivo) de este gobierno: mejorar la calidad de vida de los mendocinos”, finaliza el escrito.
Ese “otro momento”, por ahora, no tiene fecha y todo apunta a que no será este año, en el que resta el debate de Presupuesto 2018. Ni siquiera la próxima composición legislativa, que asume el 1 de mayo de 2018, entusiasma con un cambio de rumbo, ya que en Diputados el radicalismo renueva las 13 bancas que pierde. Es decir, en números seguirá todo igual. Habrá 23 opositores (se suma el Partido Intransigente que ya se expresó en contra) y 25 de Cambia Mendoza, entre los que están los dos aliados rebeldes.
Los autores del proyecto son los senadores Juan Carlos Jaliff, Marcelo Rubio y Adrián Reche.
"El proyecto de la Corte no será tratado ahora. Tendrá que esperar".
“Una de las propuestas de esa plataforma era la reforma judicial, pilar fundamental en mi plan de gobierno, herramienta clave para la lucha contra la inseguridad. Cuando el senador Juan Carlos Jaliff realizó el proyecto de reforma de la Corte, lo hizo en ese mismo sentido: el de aportar a la sociedad un Poder Judicial más ágil, moderno, que modificara su estructura fija y vieja, para acercarla a la gente”, explica la misiva de Cornejo.
Por su parte, el presidente de Diputados, Néstor Parés, no dio todo por perdido y se animó a otro intento. Pidió al bloque del PJ que estire una semana más la "preferencia con despacho", lo que permite que el proyecto sea tratado apenas estén las condiciones.
Parés apuesta a que “todavía puede haber algún acuerdo con el PJ” y en este sentido, en la sesión de hoy insistirá con estirar el debate. Pero en LAC, el partido opositor insistió en que el proyecto pierda la preferencia con despacho, algo que los radicales habían adelantado que iban a hacer.
El objetivo es evitar que una eventual ausencia de los que adelantaron su voto negativo sea aprovechada por el oficialismo para instalar el debate y convertir en ley el proyecto.
“Va a ser muy sospechoso si en el futuro les dan los números. Vamos a estar muy atentos porque se está intentando torcer voluntades”, señaló el diputado Leonardo Giacomelli (PJ).
Se mantiene el secreto
Si bien la pelea se centró en la ampliación de la Suprema Corte, el primer proyecto que Cornejo postergó contenía otros puntos que sí tenían acuerdo en la oposición. Hasta es más, el PJ pidió en un momento ponerlos en un texto aparte para que no quedaran atrapados en la negativa.
El proyecto establece, en sus puntos, la obligatoriedad de publicar los fallos en la página web oficial de la Suprema Corte. A su vez, obliga a que todas las decisiones, en forma de Acordada o resolución, sean publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia.
Esto permitiría visualizar, entre otras cosas, las licencias de magistrados y funcionarios y las designaciones que se hicieran. En cuanto al funcionamiento del Tribunal, el proyecto plantea crear una tercera Sala a partir de dividir la II, con competencia Penal y Laboral.
