El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hizo ayer una cerrada defensa de la decisión presidencial de autorizar por decreto a las Fuerzas Armadas a participar en la seguridad interior, con lo que dejó expuestas las diferencia internas con respecto al asuntos dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) que él preside.
Es que en sentido contrario y crítico a la habilitación por decreto del presidente Mauricio Macri, se pronunció en las últimas horas el vicepresidente 2° de la UCR Federico Storani, al reclamar un debate en el Congreso de la Nación ante un cambio semejante.
-¿Cuál es su opinión sobre el rol adicional que se les dio a las Fuerzas Armadas con el decreto presidencial que las autoriza a intervenir en asuntos de seguridad interior?, le preguntó Los Andes a Cornejo, en su condición de mandatario provincial y jefe de la UCR.
-Es de apoyo (al nuevo papel de las Fuerzas Armadas). De alguna forma ese decreto vuelve a la ley de defensa del doctor (el ex presidente Raúl) Alfonsín- respondió Cornejo.
Y tras cartón se encargó de aventar sospechas acerca de que su posición pudiera entenderse de carácter personal en tanto presidente de la UCR: “El radicalismo fue consultado; consultamos a nuestros principales expertos y por eso le hemos dado el apoyo”.
Preguntado acerca de si el decreto presidencial que les da un rol adicional a las Fuerzas Armadas debería debatirse en el Congreso, Cornejo fue contundente: “No, no, de ninguna manera. No es una modificación a la ley sino que se vuelve a la ley vigente (la de Alfonsín) que el kirchnerismo había modificado vía decreto (de Néstor Kirchner en 2006)”.
-Pero todos los cambios habidos desde el restablecimiento de la democracia en 1983 respecto del papel de las Fuerzas Armadas siempre fueron tras un amplio debate y consenso político-parlamentario, se le espetó.
-El decreto no está autorizando categóricamente a las Fuerzas Armadas a participar de la seguridad interna. El kirchnerismo (el decreto de 2006), preveía una reglamentación para guerra entre Estados. Y la verdad que no tenemos conflicto de guerra de ese tipo; con ese criterio deberíamos eliminar a las Fuerzas Armadas.
Este diario le inquirió acerca de qué probabilidades de terrorismo hay hoy en Argentina. Cornejo respondió: “Siempre hay hipótesis de terrorismo.
Hemos tenido atentados terroristas, el caso de la Amia. Hipótesis de conflicto con el narcotráfico en el norte del país. Para esa nuevas hipótesis deben estar disponibles las Fuerzas Armadas”.
Se le recordó que en México las Fuerzas Armadas fueron involucradas en la lucha contra el narcotráfico y sin buenos resultados. “No es el mismo caso. El radicalismo apoya ese decreto y fue consultado por el Presidente. Ya hubo un pronunciamiento favorable del radicalismo”.
Sin embargo, Storani, en tanto vicepresidente de la UCR, tuvo ayer una posición diferente sobre el tema. "Es evidente que el gobierno quiere evitar el debate en el Congreso", sostuvo Storani en declaraciones a Radio Caput.
“Un tema tan importante como la reforma de las Fuerzas Armadas merece un debate mucho más profundo: por ejemplo definir si tenemos hipótesis de conflicto”, observó el bonaerense.
Estado lamentable
El Ejército no estaría en condiciones de mantenerse en combate más que un puñado de días.
La Marina tiene sólo dos barcos en condiciones de operar. Hay una decena fuera de servicio.
A la Aeronáutica no le alcanza el presupuesto para que sus pilotos cumplan con el requisito de horas mínimas de vuelo.
En varios hangares de la Aeronáutica permanecen 20 helicópteros adquiridos hace años a Estados Unidos que habían participado en la guerra de Vietnam. Fueron modernizados por la empresa
Lockheed-Martin. Pero no pueden volar porque insumen fondos que no existen en las arcas de la Fuerza Aérea.
El perdón de Carlotto al Gobernador puntano
“De esa carta ya sé, es un pasado. La oportunidad del cambio hay que dársela a todos”, dijo Estela de Carlotto sobre la carta que escribió Alberto Rodríguez Saá a Emilio Massera, en la que el puntano pedía castigo ejemplar a los subversivos.
En 1978, Rodríguez Saá, juntó a una veintena de puntanos, enviaron una carta a Massera, integrante de la Junta Militar que gobernaba de facto el país, en el que se acusaba al ex diputado de la Unión Cívica Radical Arturo Negri, y a otros funcionarios del gobierno democrático depuesto en 1976, de tener relaciones con “movimientos subversivos” y se pedía “un castigo ejemplar”.
