En total son algo menos de 6 mil millones de pesos que Mendoza le debe al Banco Nación. Toda esa plata será refinanciada en las próximas horas, cuando el ministro de Hacienda Lisandro Nieri firme los contratos con la entidad para estirar plazos y bajar la tasa de interés. Al promediar 2015, Mendoza había firmado a tasa Badlar más 4 puntos, ahora el plazo será a 4 años, con uno de gracia y la tasa será Badlar más 2 puntos.
Según los cálculos del ministro Nieri, Mendoza se ahorraría unos 120 millones de pesos por año sólo por la baja de 2 puntos en la tasa.
Entre esos 6 mil millones están los remanentes de los $2.200 millones que se tomaron en los últimos meses de la gestión de Francisco Pérez para cancelar sueldos de la Administración Pública; también está el saldo de los otros $2.200 millones tomados por Alfredo Cornejo a fines de diciembre de 2015 para pagar sueldos y aguinaldo de los estatales cuando apenas asumió.
No eran las mejores épocas de Mendoza. Los desquilibrios financieros marcaban a fuego la agenda provincial con demoras en la cancelación de los salarios estatales. En ese contexto es que Pérez tomó un crédito de 800 millones de pesos que ingresó en las arcas provinciales en agosto de 2015 y el resto fueron descubiertos otorgados por el Banco Nación en su calidad de agente financiero de la provincia. Todos debían pagarse al 31 de diciembre de 2015, a los días de que Cornejo asumiera.
El crédito de 800 millones fue parte de duros cruces entre el entonces gobierno de Pérez y la oposición radical. El 27 de de setiembre de ese año Los Andes publicaba que ese crédito fue tomado sin las correspondientes autorizaciones. El dinero ingresó a fines de agosto y a mediados de setiembre no había decreto publicado en el Boletín Oficial que autorizara la operación.
Volviendo a la historia de la renegociación, apenas asumió su gestión, el actual mandatario se propuso renegociar esa deuda y, además, pedir la plata necesaria para que cobraran los estatales, puesto que la recaudación no garantizaba la cantidad de recursos para cancelar los salarios.
Las gestiones fueron relativamente exitosas. Se sumaron otros 2.200 millones para sueldos y aguinaldos y todo debía pagarse en 6 meses. Hubo más gestiones y los plazos se estiraron, pero la tasa seguía siendo Badlar más 4.
La tasa Badlar es un promedio de la tasa pagada por los bancos a los depósitos de plazo fijo de más de un millón de pesos. Es decir, es una tasa variable, en aquellas épocas rondaba el 25%; en la semana pasada rondó el 21%. A ese porcentaje hay que agregarle 4 puntos más y es lo que está pagando la provincia en concepto de interes.
Cuando la provincia colocó la última deuda en pesos, a principios de junio, empezó a renegociar con el Nación.
Sobre el cierre de la semana, Cornejo recordaba que cuando asumió hubo que renegociar esa deuda “había que devolver todo a los 20 días de irse Pérez. Hicimos una primera renegociación de 6 meses y ahora estamos haciendo una de 5 años, con una tasa de interés preferencial y un año de gracia para que sea más fácil de pagar”.
Nieri explicó que el plazo de pago es de 4 años, más uno de gracia. Es decir, la Provincia no pagaría el año que viene capital, sólo cancelaría intereses. Y luego se pagará en cuatro años los vencimientos de capital. La tasa es Badlar más 2 puntos, un recorte de 2 puntos respecto de lo que venía pagando la provincia.
“Cada punto menos representa unos 60 millones de pesos anuales en concepto de intereses, por eso decimos que pagaremos 120 millones de pesos menos cada año” decía Nieri.
Ya el directorio del Banco Nación ha autorizado las nuevas condiciones y el Gobernador firmó el decreto delegando a Nieri la representación de la provincia para firmar el acuerdo con la entidad y agente financiero de la provincia.
Mensaje para la oposición
Cuando el gobernador Alfredo Cornejo comentaba la renegociación con el Banco Nación, Los Andes le consultó acerca de cómo sería la relación con la oposición para los futuros pedidos de renegociación de la deuda pública mendocina, sobre todo después de las elecciones.
El Gobernador se mostraba casi optimista: “Si renegociamos deuda vieja y estamos cambiando el perfil por deuda en mejores condiciones, no sé por qué se negaría la oposición a aprobar ese endeudamiento”, razonó el radical.
Luego de esa muestra de optimismo volvía el Gobernador que viene fustigando a la oposición de cara a las elecciones: “Hay que explicar bien lo de la deuda. Aquí es donde aparece el verdadero chanterío de la dirigencia política mendocina, que no fundamenta, en gran medida porque no sabe, ni estudia y también por oportunismo político, intentando hacer zancadillas”.
Luego tomaba aire y volvía a castigar: “Un latiguillo permanente es ‘Cornejo no le daba endeudamiento a Pérez y la crisis fue por eso’. O hay una inmensa ignorancia o una tremenda mala fe. Probablemente ignoren los mecanismos de gobernar después de haber gobernado ocho años o realmente tienen mala fe y asumen que es lo mismo que en 2014 o 2015 cuando se tomaba deuda para gastos corrientes y no para inversiones”, cerró el mandatario.
