El ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, hizo oficial una idea que se viene mencionando en voz baja desde hace varias semanas y que sólo se admitía en off the record.
Fue cuando hablaba de los futuros encuentros paritarios que el Gobierno deberá atravesar en las próximas semanas, para cumplir con la promesa de principios de año de recomponer el salario si la inflación superaba el 17%, que reveló el plan oficial de negociar ahora también los salarios de 2018.
“El compromiso que teníamos era el análisis de la evolución del aumento de este año y si da, una vez concluido eso, ver el aumento del año que viene y las nuevas condiciones de empleo, como es el caso de Salud, que quieren un nuevo convenio colectivo”.
Así Garay dijo como al pasar que el Gobierno espera discutir la paritaria 2018 este año y empezar a pagar los aumentos en el primer mes del año que viene.
Agenda de encuentros aún no hay para eso. De hecho, el ministro admitió que el pedido de fechas a la Subsecretaría de Trabajo lo hará la semana que viene. Resulta probable que la agenda arranque la primera semana de noviembre.
La única cita ya concretada es con el SUTE. Garay informó que la ronda de mesas paritarias arrancaría con el gremio docente pero no por la recomposición salarial 2017, sino por la deuda que el Estado tiene con 16 mil maestros por el ítem zona que no se paga desde 2008.
La deuda del ítem Zona asciende a más de 700 millones de pesos y es uno de los temas que el Gobierno quiere cerrar este año y por eso se sentará a negociar las condiciones, así como también quiere consensuar la modificación del criterio para otorgar el adicional por zona, para incentivar a los docentes a trabajar en escuelas consideradas difíciles.
Esa negociación será la primera después de las elecciones y la primera que el Gobierno tendrá en mesa paritaria con la nueva conducción del SUTE, en manos de la izquierda ahora. Será el miércoles 25, en la Subsecretaría de Trabajo.
El 3 de julio pasado asumió Sebastián Henríquez al frente del SUTE. Con la llegada del nuevo secretario general, no sólo hubo un recambio de nombres, sino que llegó un nuevo grupo a la conducción gremial, más allegado a la izquierda, que desbancó a la histórica lista celeste que manejo los destinos del SUTE desde 1998.
Por eso también el anuncio de la apertura paritaria tiene un condimento especial. Cómo se manejará el nuevo sindicato en la primera discusión en la que interviene plata de sus representados. ¿Será más duro que sus antecesores?
Algún funcionario apela a la metáfora futbolera: “Estamos viendo videos para saber cómo juega Henríquez”. En el Gobierno entienden que, al menos en su manifestaciones públicas, el nuevo secretario general ha demostrado razonabilidad, lo que alimenta la esperanza de que podría haber un buen diálogo.
No es que no se conozcan. Ha habido charlas con algunos funcionarios del Gobierno en la época en la que Henríquez conducía el secretariado departamental de Godoy Cruz.
Pero en la negociación por la plata se juegan muchas cosas y el éxito no sólo depende de una buena oferta, muchas veces juegan elementos que muchos considerarían marginales, que incluyen hasta las valoraciones personales que tengan los interlocutores mutuamente.
Así que en el Gobierno toman esta primera discusión por el ítem Zona como el primer semblanteo con Henríquez.
Del lado del gremio se informó que el lunes habrá una reunión de secretariado del sindicato. Las versiones indican que Henríquez y los suyos allí fijarán la postura que harán pública el martes, un día antes del encuentro con los negociadores del Gobierno.
Garay indicó que en el transcurso de la semana que viene pedirá a la Subsecretaría de Trabajo que fije las fechas para arrancar las paritarias por la recomposición salarial 2017 con todos los gremios estatales.
La agenda de encuentros con todas las áreas de la administración pública promete ser apretada. Y también jugosa en debates, porque el propio Gobierno quiere empujar en la misma mesa la discusión para el año que viene y cerrarla antes de fin de año.
Una propuesta con cambios para adelante
El 27 de setiembre, Alfredo Cornejo andaba de recorrida de campaña por el Valle de Uco. En ese ámbito anunció que cancelaría la deuda del ítem Zona con los docentes y que crearía un nuevo régimen de zonas.
El 9 de octubre, cuando ya regía la prohibición de hacer anuncios de gestión e inauguraciones oficiales que puedan influir en la decisión de voto, Cornejo lanzaba otro dato: tenía una partida prevista en el Presupuesto 2018 de 387 millones para pagar el nuevo ítem Zona que propondría en paritarias al sindicato docente.
Ayer, el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, dijo que el miércoles que viene llevarían la propuesta de pago de la deuda de 700 millones y la del nuevo esquema de zonas para empezar a negociar con el SUTE.
“La propuesta que llevamos no modifica el sueldo de los que están hoy cobrando la zona. Sí para adelante, porque entendíamos que había que llevar tranquilidad a los docentes de que no van a cobrar menos, pero sí que para futuro los que tomen nuevas escuelas van a tener nueva zona y más incentivos de ir a escuelas a las que hoy no van”, describió.
Son 16 mil docentes los que actualmente reclaman alguna deuda por zona al Estado. Garay dijo que hay casos a los que se les deben 800 mil pesos.