El ministro de Hacienda, Martín Kerchner, confirmó que Mendoza privilegiará este año el peso al dólar a la hora de buscar nuevo endeudamiento.
“Vamos a tratar de hacer mucho en Argentina y en pesos. La buena noticia es que hoy, mientras muchas provincias están muy apuradas por salir a buscar financiamiento, nosotros estamos esperando el momento. No necesitamos salir a buscar dinero para pagar los sueldos, estamos eligiendo el mejor momento”, manifestó en entrevistas radiales desde Estados Unidos.
En el pasado enero la Provincia recibió 785 millones de pesos como préstamo por el reconocimiento de la Nación a los aportes a la Anses.
Esta cifra deberá reintegrarse semestralmente con un interés del 15 por ciento anual. El mes pasado también ingresaron 300 millones de pesos del primer tramo de un crédito del Banco Nación por 1.400 millones de pesos, a devolver en 48 cuotas -con 12 de gracia-.
Kerchner confirmó que su presencia en los Estados Unidos -junto al gobernador Alfredo Cornejo- no tiene la intención de tomar nuevo financiamiento.
Mendoza tiene una deuda que creció de 19 mil a 23 mil millones de pesos durante el primer semestre de 2016. El Ejecutivo hoy cuenta con una autorización legislativa para nuevos endeudamientos por otros 7.900 millones de pesos destinados a refinanciar deuda anterior, cubrir déficit e invertir en obras. Los vencimientos de 2017 suman 3.900 millones de pesos.
Cornejo fue parte ayer de la firma del acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que implica la llegada de 36 millones de dólares que permitirán encarar la reconstrucción de la Avenida Costanera en Capital y Guaymallén y la 'modernización del Estado'.
Encabezan la delegación argentina el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio y su par de Finanzas, Luis Caputo.
Cornejo habló el martes en el Instituto de Massachusetts en Boston y hoy lo hará en la Universidad Washington. “Este año en la Argentina se fijó un rumbo” -dijo Cornejo- que apunta a la construcción de un “capitalismo serio” mediante “un Estado decente que intervenga inteligentemente y no a tontas o a locas como en las últimas décadas”.