El gobernador, Alfredo Cornejo, podrá transitar la segunda parte de su mandato con el aire justo.
Los resultados dejaron algunas variaciones en el bloque oficialista, que logró mantener el quórum propio en Diputados mientras que en el Senado perdió esta condición. De los 10 que debía renovar para mantener la mayoría simple, compuesta por la mitad más uno, alcanzó 9.
En el Senado tampoco mantendrá la mayoría: son 11 los que se irán en abril de 2018 y perdió dos. De todas maneras, ante un eventual empate, el voto de la vicegobernadora, Laura Montero, inclinará la balanza a favor del Gobierno. Es decir, Cornejo podrá seguir enviando proyectos a la Legislatura con la tranquilidad de que van a salir.
A su vez, el escenario de la Legislatura sumó a un actor más y el juego de los acuerdos quedó repartido en cuatro fuerzas. Además de Cambia Mendoza, el Partido Justicialista (PJ) y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), el Partido Intransigente (PI), sello que contuvo a los candidatos de Protectora, congregará a tres senadores y tres diputados.
Por su parte, el PJ perdió un diputado y un senador, mientras que el FIT alcanzó a a renovar el senador que tenía en juego, pero logró ingresar sólo un diputado, perdiendo así dos escaños.
En total, de las 19 bancas de senadores a completar, nueve corresponden a Cambia Mendoza, puntualmente al radicalismo, seis al PJ, tres al PI y una al FIT.
En Diputados eran 24 las bancas a completar. De ese total, el radicalismo alcanzó las 13 que tenía como desafío a renovar, el PJ se hizo de siete, el PI de tres y el FIT de una.
En ambas cámaras, la suma de la oposición es menor a la del oficialismo.
Esta nueva composición comenzará a funcionar el 1 de mayo del año que viene, cuando el Gobernador vaya a la Legislatura a inaugurar el período ordinario de sesiones y ponga así en marcha la “nueva” Casa de las Leyes. Ese día, se estrenarán los legisladores electos, que se sumarán a aquellos que fueron votados en 2015.
Pero en los hechos, la nueva composición no anticipa mayores cambios al funcionamiento de una Legislatura que permitió a Cornejo obtener leyes estructurales en la primera etapa.
El bloque oficialista de Diputados, con 25 representantes, seguirá siendo la mitad más uno, lo que le permite empezar una sesión y aprobar con mayoría simple.
En cambio, en el Senado sí pierden un legislador para conservar esta condición. En total van a ser 18 de la UCR y 1 de Libres del Sur, partido aliado en Cambia Mendoza. Es decir, son 19 cuando el quórum indica que tienen que ser 20. No obstante, el plan B descansa en el voto desempate de Montero.
Es decir, la Legislatura seguirá al ritmo de una mayoría oficialista. En el funcionamiento que se dio hasta acá, en el Gobierno siempre aclararon que la intención es sacar los proyectos propios con el consenso de la oposición, básicamente del PJ.
Esto queda de alguna manera comprobado en las modificaciones, no sustanciales, que sufren a veces los proyectos del Ejecutivo y que permite contar con las manos justicialistas levantadas a la hora de votar.
Pero también es cierto que cuando la voluntad política para acompañar no estuvo, la mayoría propia permitió a Cornejo contar con las leyes que necesitó. En esta lista hay algunos temas resistidos, como la emergencia en Seguridad, el ítem Aula y la reconversión de la empresa de Troles.
En el saldo de los primeros dos años de Cornejo quedarán algunas reformas estructurales como los códigos de procedimiento, la ley electoral provincial y varias disposiciones en materia de Seguridad, entre los principales.
El cuarto, en disputa
Los datos en cuanto al recambio legislativo son los dos mencionados: Cornejo mantiene las mayorías para sacar las leyes propias y el Partido Intransigente inaugura un nuevo espacio.
Este último hecho fue el que, justamente, complicó a Cornejo. En el radicalismo reconocen que les convenía que el PJ sacara más votos y, en contraposición, que la gente de Protectora no lograra tan buenos resultados. En este sentido, el sistema D'Hont por el que se calcula el reparto de bancas favorecía más en la división por tres que por cuatro.
Por su parte, el PI, con seis legisladores, pasó a ser la tercera fuerza, lugar que ocupó el FIT con seis legisladores que se reducen a cuatro (dos en cada cámara).
El primer distrito, clave para sumar
La distribución de las bancas se calcula por los resultados en los cuatro distritos electorales, en donde las performances de los partidos difiere del total provincial.
En la Primera Sección electoral, compuesta por Guaymallén, Capital, Las Heras y Lavalle, el Partido Intransigente quedó muy cerca del PJ, mientras que Cambia Mendoza se distanció por más de 27 puntos. Así, Cambia Mendoza logró cuatro diputados y tres senadores, el PJ dos diputados y un senador , y el PI y el FIT uno de cada uno.
La Segunda Sección, compuesta por Maipú, San Martín, Junín, Rivadavia, Santa Rosa y La Paz, tuvo resultados similares a la categoría nacional. CM logró tres diputados y dos senadores, el PJ dos en cada cámara, el PI uno y uno, y el FIT un solo diputado.
El Tercer Distrito está conformado por Godoy Cruz, Luján, Tupungato, Tunuyán y San Carlos. Allí, el oficialismo rondó el 50% y logró tres diputados y dos senadores. El PJ dos en cada cámara y el PI una en cada una. El FIT se quedó sin poder entrar.
En el Sur la pelea se dividió en tres. El PI no logró el mínimo de votos en las PASO en las categorías provinciales. Así la UCR alcanzó los tres diputados y dos senadores, el PJ dos en cada cámara, mientras que el FIT quedó muy por atrás con el 6%, lo que no le alcanzó para sumar bancas.