Pasó una semana desde aquella reunión en la que quedó congelada la transición entre el saliente gobierno de Francisco Pérez y el entrante de Alfredo Cornejo, y desde el radicalismo salieron a pedir que vuelva el diálogo. Fue en San Rafael, donde los dos “embajadores” que designó el gobernador electo para negociar con el oficialismo actual disertaron y plantearon la necesidad de lograr un acuerdo para empezar a sanear las finanzas provinciales.
“Pedimos al gobierno de Pérez que vuelva a la mesa de diálogo y logremos un acuerdo sobre las finanzas para avanzar en la transición”, sostuvo el diputado provincial Kerchner, el experto en finanzas públicas que hace una década trabaja con Cornejo.
Según las estimaciones de los hombres de la UCR, el Gobierno tiene $ 898 millones de deuda de caja al 1 de julio, que se suman a los $ 1.476 millones de deuda flotante (compuesto por $ 769 millones a proveedores, $ 590 millones por retenciones sobre sueldos y $ 116 millones a municipios), a los $ 2.700 millones que proyecta la Tesorería y un préstamo para obras de Aysam de $ 448 millones. Estos ítems no incluyen la llamada “deuda pinche” con los proveedores, ésa que aún no entra el sistema de tramitación interna de pago.
“Estas cifras no son interpretaciones sino que son reconocidas por el propio Gobierno. La gestión de Pérez dejará un rojo importante. Habíamos avanzado en el proceso para dar transparencia a la transición y certidumbre a proveedores y acreedores financieros del Gobierno, pero fue abruptamente cortado. Hemos llamado al diálogo, en virtud del pedido de Alfredo Cornejo, porque queremos que las cuentas públicas salgan de la asfixia”, agregó Kerchner.
Fue el martes 21 de junio, justo un mes después de la elección que consagró ganador al frente encabezado por la UCR, cuando funcionarios y legisladores peronistas recibieron a los enviados de Cornejo y les comunicaron que no habrá una reelaboración del proyecto de Presupuesto 2015 (cajoneado en el Senado desde diciembre) ni tampoco se pedirá nueva deuda para cubrir el déficit grave que tienen las cuentas de la Provincia. Esos dos puntos eran prioritarios para los aún opositores porque era la forma de empezar a sanear las deficitarias cuentas públicas.
Para explicar la situación actual, el diputado nacional Vaquié afirmó que “el Estado se financia con miles de mendocinos que no cobran. La Provincia, a partir de 2015, gastó $ 9 de cada $1 0 sin ni siquiera prender la luz”, o sea que destinó el 90% de sus recursos a pagar esos gastos fijos que deben afrontarse funcione o no el Estado. Además, opinó que “el Gobierno deja una estructura de gasto que es deficitaria y que es difícil revertirla en un año”.
De hecho, como contó Los Andes el domingo, el déficit contable se adelantó seis meses este año: la ejecución presupuestaria al 30 de junio ya muestra un “rojo” por 94 millones de pesos, cuando en los tres años anteriores de la gestión Pérez el desequilibrio recién apareció al terminar el año, en diciembre, con el pago del medio aguinaldo y deudas acumuladas durante los meses anteriores.
Según los cálculos radicales, la Provincia tendrá un déficit durante varios años porque será complicado modificar la estructura de gastos. “Los recursos crecieron este año en un 35%, que es una gran cifra, pero los gastos lo hacen al 45%. Está claro que el gobierno de Pérez no ha sabido administrar”, dijo Vaquié.
Vaquié, que fue ministro de Hacienda desde 2000 hasta 2003, repitió el pedido de “institucionalizar la deuda para que se pueda financiar a tasas razonables y a su vez pagar insumos a precios razonables. Queremos que el Gobierno reconozca este déficit y que comencemos a acordar medidas de ahorro”.
Esto implica, según han solicitado, reconocer todas las deudas que hoy mantiene el Estado y cancelarlas con un crédito que debería aportar el agente financiero de la Provincia, es decir el Banco Nación, con el que vence el contrato el 22 de diciembre, trece días después de que asuma Cornejo. El problema es que Pérez ya avanzó en un preacuerdo para renovar el vínculo antes de irse y sin condiciones, como un préstamo millonario.
El pedido se basa en que, según los dos especialistas, si no “salimos del tema fiscal no vamos a poder avanzar en otras áreas clave para la transición”.
La receta que aportan los radicales tiene como primer ingrediente reducir la cantidad de cargos políticos que tiene hoy el Ejecutivo: “Hoy existen 500 funcionarios políticos cuando antes la Provincia tenía 330 y hacía más o menos lo mismo que hace ahora”.