El gobernador Alfredo Cornejo concentrará esta semana en Buenos Aires una doble negociación en las áreas de la producción y de los números fiscales.
Personalmente se reunirá entre una y dos veces con el presidente Mauricio Macri y por sí o a través de sus ministros de Hacienda, Lisandro Nieri y de Economía, Martín Kerchner otras dos con el ministro de Hacienda nacional, Nicolás Dujovne y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
"No hay nada previsto para este lunes sobre el vino", dijeron oficialmente en la Casa de Gobierno en medio del fuerte hermetismo que se acordó el sábado pasado con el sector vitivinícola. Cornejo participará hoy de la presentación del Pacto Fiscal 2018 que la Casa Rosada llevará a cabo a las 16. Y el jueves -en Olivos- estará en la reunión de mandatarios provinciales con Macri (de regreso de Nueva York). Intertanto mantendrá contactos directos e indirectos con Dujovne y Peña.
El sábado pasado el gobierno provincial y las entidades de la vitivinicultura acordaron los argumentos que se presentarán en la Nación buscando evitar la imposición a los vinos tranquilos (10%) y espumantes (17%). Cornejo reclamó a los dirigentes vitivinícolas "evitar ruidos innecesarios" que pudieran entorpecer el diálogo con el gobierno nacional.
Entre otros Hilda Wilhelm (Coviar), Walter Bressia (Bodegas de Argentina) y José Zuccardi (UVA) acordaron mantener en un periodo de "espera de resultados" desde la órbita privada que finalizará al momento del envío de paquete tributario al Congreso Nacional. Pero insistieron en su reclamo de mantener la "tasa cero" a los vinos.
En tanto -en declaraciones ayer al diario La Nación- el propio Dujovne mostró alguna predisposición para permitir cambios sobre la reforma tributaria propuesta siempre y cuando no la desvirtúe (“no nos creemos dueños de la verdad absoluta”, dijo).
Trascendió también que -para el caso de una negativa de la Nación- la actividad privada ya prepara un ‘plan de acción’ que se iniciaría mediante una campaña de figuras públicas (deportistas y artistas) que aparezcan rechazando la imposición al vino.
Se espera que hoy en Buenos Aires el gobierno nacional presente el Pacto Fiscal que acordó con las provincias. Reemplazará al entendimiento que vencerá el próximo 31 de diciembre y se ha venido negociando en los últimos meses.
Parte de esa negociación tuvo lugar en Mendoza cuando -a fines de marzo pasado- el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal reunió en nuestra provincia al ministro Dujovne con los titulares de Economía, Hacienda y Finanzas de 21 provincias.
Los anuncios de hoy en Buenos Aires buscan dar forma a un gran acuerdo político entre el gobierno central y las provincias. Contiene compromisos de baja en la presión fiscal y establece techos al crecimiento del gasto público (no mayor a la inflación); al endeudamiento (el 15% de los recursos) y a la suba de empleados públicos (no mayor al crecimiento de la población).
La Rosada busca que el Pacto Fiscal se sume a las leyes en discusión junto al Presupuesto 2018, la Responsabilidad Fiscal, el impuesto al cheque, el Fondo del Conurbano y la reforma impositiva.
Esta última contempla una compensación gradual del impuesto al cheque, una reducción de Ganancias si se reinvierten las utilidades y -en las provincias- una baja gradual de Ingresos Brutos.
Dujovne propicia una especie de ‘IVA provincial’ concentrado sobre las ventas finales, en sustitución de los Ingresos Brutos. Y hasta se especula con posibles anuncios de baja del IVA nacional de 21 a 18%. La reforma también propone gravar la renta financiera
La FEM también se sumó al reclamo por el gravamen
La Federación Económica de Mendoza (FEM) realizó su cena anual por su 64° aniversario. Su presidente, Adolfo Trípodi, miembros del directorio y el flamante gerente Mariano Ficarra fueron los encargados de recibir al gobernador Alfredo Cornejo.
En su discurso, Trípodi puso énfasis en varios aspectos que preocupan al empresariado: uno de ellos es la presión fiscal, el proyecto para gravar vinos y espumantes.
Sobre el tema impuestos destacó la voluntad del gobierno en continuar con su política de bajar tributos. “Es por ello que aspiramos ahora y tras las elecciones, que Argentina se aboque seriamente a una reforma tributaria con impuestos razonables y sobre todo pagables”, dijo. Fue ahí cuando vinculó el tema tributario con el proyecto de ley para gravar vinos y espumantes y reclamó “una reforma que contemple la diversidad de nuestro país para evitar la barbaridad cometida con la propuesta actual de gravar vinos y espumantes, desconociendo que se trata de una bebida nacional y considerada alimento. Esta es hoy una industria castigada con dos cosechas muy escasas, que obligó a importar vino para poder atender a la demanda nacional”.
El dirigente empresario agregó que: “Resulta que la ley 26.870 lo declara al vino Bebida Nacional, y ahora, es una bebida no saludable, generando que la gran ganadora de esta medida sea una multinacional de gaseosa muy conocida en el mundo. Desconocen que hay tradición, cultura y una extensa cadena de valor detrás que tiene que ver con el arraigo al terruño”.