Alfredo Cornejo inauguró el laboratorio de genética forense y, de paso, anunció que ya hay 1.400 muestras en el Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas. La inversión superó los seis millones de pesos pero el chiche nuevo no será administrado por el Poder Ejecutivo sino por el Ministerio Público Fiscal.
A pesar de este detalle administrativo, Cornejo no ocultaba su satisfacción. “Es uno de los proyectos que en plena campaña electoral dijimos que era clave para el combate contra el delito” decía el Gobernador.
Se trata de dos inauguraciones en una. Por un lado los "fierros" que contiene el laboratorio de genética forense, el equipamiento necesario con el que se pretenden analizar 25 mil muestras anuales en promedio. Para realizarlo falta que el CODIS llegue a la provincia, es decir el software informático que ha donado el FBI.
Hay tres robots que reducen al mínimo las manipulaciones humanas. Uno extrae el ADN, el otro prepara la reacción de amplificación y el otro lo amplifica. Esto quita al factor humano del proceso interno y permite analizar muestras masivamente.
Para comparar, para hacer 500 muestras semanales con la tecnología anterior hacían falta unos 200 técnicos trabajando en el laboratorio.
Hoy la expectativa es hacer 25 mil por año con nueve técnicos. Hoy se desempeñan tres; se incorporarán seis más en el mediano plazo.
La base está, ahora faltan los perfiles genéticos para concretar las comparaciones que se espera hacer. Allí entra a funcionar el Registro Provincial de Huellas Genéticas, donde se guardan los perfiles genéticos que se comparan con los datos que se obtendrán en las escenas del crimen del futuro.
Hasta ahora hay 1.400 huellas genéticas guardadas. Los que están dejando su muestra son policías, penitenciarios, empleados de empresas de seguridad registradas, efectivos de la policía judicial, funcionarios y personal del Poder Judicial o del Ministerio Público que intervengan en la investigación penal, incluyendo contratados, y demás fuerzas de seguridad que operen en el territorio provincial.
Obviamente también condenados e imputados de delitos. Todos ellos probablemente están vinculados a escenas de crímenes por distintas razones, por eso es necesario poder descartarlos o involucrarlos.
En el caso de los imputados, sólo formarán parte del registro mientras lo estén o si, eventualmente, son condenados. Si fueran sobreseídos, deben salir inmediatamente del registro.
Para tomar estas muestras, el Gobierno provincial compró 15 mil paletas para tomar rastros de saliva y resguardarlas inmediatamente hasta su procesamiento.
Para arrancar hay dos puestos de toma de muestras en el laboratorio y otros dos en el Palacio Judicial. Además, se planea instalar un puesto en cada cárcel y también otros otros en San Martín, Valle de Uco y en San Rafael.
El laboratorio está en el viejo Palacio Policial, que hoy alberga fiscalías y el Espacio de la Memoria. Allí también está el Cuerpo Médico Forense y la fiscalía de Violencia de Género. En el primer piso se refaccionó toda un ala para albergar el equipamiento que ofrecerá pruebas para el combate contra el delito.
“Cuánto más amplio y más rápido lo tengamos, vamos a dar el salto de calidad en las investigaciones, en el proceso y en las condenas. No es lo mismo condenar a una persona con testimonios que condenarlo con huellas digitales y genéticas” decía ayer el Gobernador.
Quizá la única objeción que se escucha en los ámbitos tribunalicios es que el laboratorio y también todo el Cuerpo Médico Forense no deberían depender del Ministerio Público Fiscal, sino de la Suprema Corte.
La objeción es que el organismo que congrega a los fiscales es parte interesada en todo proceso y supuestamente la Suprema Corte es la parte imparcial.