A pesar de que Juntos por el Cambio perdió la elección presidencial, en Mendoza hubo festejo. Alfredo Cornejo logró revertir los resultados de las PASO nacionales -donde perdió por 12.460 votos frente a la candidata peronista Marisa Uceda- y consiguió números similares e incluso superiores a los del 29 de septiembre, cuando Rodolfo Suárez se consagró gobernador: 52% a 37%.
Los 15 puntos de ventaja no sólo le aseguran al oficialismo el ingreso de tres diputados a la cámara baja nacional (ver aparte), sino que serán la carta de presentación que llevará Cornejo al Congreso para mostrar que "sí, se puede" dar vuelta una elección y así pelear por la jefatura del bloque del radicalismo que hoy ostenta Mario Negri.
"Será una de las voces más importantes de la oposición", aseguró César Biffi muy temprano en el búnker de Cambia Mendoza, cuando todavía no se conocían los datos oficiales.
Los dirigentes oficialistas que fueron llegando al Comité provincial coincidieron en que la imagen de Mauricio Macri mejoró en Mendoza desde que Cornejo se sumó a pleno a la campaña nacional y que el broche de oro fueron las marchas en las que participaron todos los dirigentes locales junto al Presidente.
Cornejo se corrió del centro y dijo que la victoria local esta relacionada con el programa de gobierno. "Este triunfo y esta recuperación -porque aquí sí se dio vuelta- se debe a que este equipo tiene ideas claras, un proyecto sólido y está concentrado en la gestión. Y este trabajo es aceptado por los mendocinos", dijo el diputado nacional electo.
El círculo íntimo de Cornejo destacó su manejo y visión de la escena política. "Está dos pasos antes en todo", aseguraron y "tiene un proyecto de Nación que intentará imponer desde el lugar en el que le toque participar".
Además, destacaron que en la mesa de dirigentes nacionales se sienta de igual a igual con los pesos pesados y defiende sus posturas con argumentos concretos. "Estos cuatro años no ha tenido reparos en decirle las cosas a Marcos Peña o a quien sea", resaltaron.
Proyección nacional
El desembarco de Cornejo en Buenos Aires será en diciembre, cuando jure la banca de Diputados. Pero desde antes empezará la puja por llegar a la presidencia del bloque, todo dependerá de cómo quede conformado el Congreso y las voluntades que pueda sumar.
En diciembre también se renuevan las autoridades del partido y -aunque todavía no hay certezas- no descartan que intente mantener la presidencia de la UCR a nivel nacional, y quizás enfrentarse al gobernador jujeño Gerardo Morales, para tener más amplitud de movimientos y protagonismo en el frente.
Durante los cuatro años de gobierno, el radicalismo se ha distanciado en varias oportunidades del Pro, que sólo le dejó espacio en ministerios con escaso protagonismo y en las segundas y terceras líneas de la estructura gubernamental.
Cornejo remarcó esas diferencias durante su discurso: "La táctica a nivel nacional tuvo errores políticos en cómo persuadir. Hubo un mensaje de esperanza y no de esfuerzo. Yo dije que había que desdoblar Buenos Aires. Pero ya no tiene sentido, hay que mirar y proyectar para adelante".
A pesar de las críticas que le valieron al oficialismo perder la presidencia, el radicalismo se mantendrá en Juntos por el Cambio y desde allí buscará ser líder de la oposición, al menos en el Congreso porque dentro de la coalición, Macri sigue manteniendo una fuerte impronta que reafirmó con las marchas por todo el país que le sumaron 8 puntos desde las PASO hasta las generales de ayer.
Más allá de las desventajas que para Cornejo tiene pasar de un cargo ejecutivo a uno en el poder legislativo, donde los nombres se desdibujan entre cientos, el Gobernador buscará ser la voz de referencia como negociador, apoyándose en el radicalismo mendocino que se ha posicionado como un bastión sólido del partido en todo el país.
"Intentaremos ser autoridad en la cámara. Hay muchos dirigentes con ambición pero sin programa. Hay que construir equipos como hicimos en Mendoza y no liderazgos mesiánicos. En la Nación hay que constituir un equipo. Desde el radicalismo estamos consustanciados con eso", dijo Cornejo cuando fue consultado por su rol en la cámara baja.
"Se necesita un gran acuerdo para que se mejore la Argentina y gobernar. Si no hay acuerdo político en los próximos meses, el país no se estabilizará", cerró.
El oficialismo ganó en municipios peronistas
Alfredo Cornejo ganó en los departamentos más populosos de Mendoza y logró triunfar en zonas históricamente peronistas como San Rafael, Maipú y Tunuyán. En esas tres comunas habían ganado los candidatos a intendente del PJ: Emir Félix, Matías Stevanato y Martín Aveiro. De hecho en Maipú, ni la presencia del actual jefe comunal Alejandro Bermejo junto a Alberto Fernández en la boleta, ayudó a remontar los números.
Por su parte, el Frente de Todos se impuso en departamentos en los que ganaron intendentes del Frente Cambia Mendoza hace un mes: Tupungato (Gustavo Soto), General Alvear (Walter Marcolini) y Malargüe (Juan Manuel Ojeda).
En relación a las primarias nacionales, Cornejo sumó 13 puntos, mientras Marisa Uceda y Alejandro Bermejo perdieron 6 puntos. Por su parte, Macri también revirtió los números en Mendoza: del 37% pasó al 50%. Alberto Fernández perdió 4 puntos entre las PASO y las generales.
Por esto, de las cinco bancas que Mendoza renueva en Diputados, tres las ocuparán candidatos de Cambia Mendoza (Alfredo Cornejo, Jimena Latorre y Omar De Marchi) y dos del Frente Elegí (Marisa Uceda y Alejandro Bermejo).
Apostillas
Resultados rápidos El desfile de dirigentes en el búnker de Cambia Mendoza empezó a las 19 y a las 20.30 ya estaba Cornejo festejando el triunfo. Un acto corto que permitió a todos irse rápido.
Poco festejo Aunque Cambia Mendoza ganó en la provincia, no hubo banderas, ni militantes en el comité provincial.
Sin Montero La vicegobernadora Laura Montero fue la gran ausente de la jornada. Fue a votar temprano pero no apareció al atardecer en el búnker oficialista.
Pocas figuras En el búnker del PJ estuvieron Anabel Fernández Sagasti, Guillermo Carmona, Jorge Tanús, Adolfo Bermejo y los candidatos a diputados nacionales. El resto de la dirigencia prefirió no aparecer ante otra derrota.