El gobernador, Alfredo Cornejo, salió a defender a su aspirante a la Suprema Corte, José Virgilio Valerio.
El mandatario reclamó que se escuche la propia defensa del magistrado, porque “las críticas que se plantean son a dos fallos específicos y las ha aclarado. Me pareció muy solvente”.
Luego, Cornejo dijo que hay “un pequeño grupo minúsculo que quiere torcer la discusión. Nosotros estamos tratando que la Justicia sea más dura, sea efectiva, que deje detenidas a las pesonas, que cambie el criterio que se ha venido implementando en las Justicias nacional y provincial, criterio que privilegia los derechos de los acusados”.
La estrategia de Cornejo es volver a poner el foco en el gran reclamo de la sociedad: “El debate se quiere centrar en temas que son secundarios al verdadero problema de Mendoza que es la inseguridad”.
El argumento del Gobernador es que propuso a Valerio para que impulse cambios en los criterios penales que se aplican en la Justicia actualmente, más vinculados a un supuesto laxo garantismo.
Lo cierto es que el nombre de Valerio estuvo en boca de muchas de las participantes de la marcha por el “Ni una menos” de ayer y no precisamente ligado a elogios, sino con un claro rechazo a su postulación (ver páginas 14 y 15).
Cornejo no lo dijo pero estuvo al borde de decirlo. En su entorno hablan de oposición política y de un “partido judicial” conformado por diversas organizaciones de derechos humanos y feministas que abrevan en un mismo centro ideológico: Justicia Legítima, una agrupación de abogados vinculados al kirchnerismo.
Algo ya dijo el candidato Valerio y apuntó a una de las caras visibles de Justicia Legítima en Mendoza, el juez Omar Palermo.
Y, sin nombrarlo, allí apuntó Cornejo ayer, cuando salió a defender al vapuleado candidato a ocupar la vacante que dejará Herman Salvini en el máximo tribunal de Mendoza.
“La Suprema Corte bajó la condena de 26 años a ocho años a los asesinos de Micaela Tati, privilegiando el derecho de la defensa; le bajó de cuatro años a un año a una persona que agredió a un policía, porque el policía debía estar preparado por el Estado para defenderse, es decir dejó libre al agresor; se dejó libre a una de las personas que mataron al policía del Hospital Perrupato, que están siendo juzgadas y que el fiscal está pidiendo prisión perpetua. Esa persona quedó libre por un fallo de la sala penal de la Suprema Corte en un caso de robo agravado anterior; si hubiera quedado detenido, no hubiera matado al policía”.
En todos esos casos intervino el supremo Palermo, quien para Cornejo es el adalid del criterio laxo que deja libres a delincuentes: “Pido que los senadores apoyen a Valerio porque tiene un criterio más estricto. Es lo que pide la mayoría de la ciudadanía de Mendoza”.
Antes había apuntado al juicio resonante que hoy se hace en los Tribunales Federales de Mendoza, el que tiene en el banquillo a Marcelo “el Gato” Araya.
Para el Gobernador, “es el principal narcotraficante de Mendoza” y está condenado por homicidio en la Justicia provincial debido a unas escuchas telefónicas tomadas por el Juzgado Federal que investigaba el caso de narcotráfico que hoy lo tiene en el banquillo al conocido delincuente.
“En el fuero provincial se lo condenó con un espectrógrafo que prueba que la voz de Araya es la voz de las escuchas. Ayer (por el martes), la Justicia Federal aceptó al abogado defensor que no se grabara la voz de los acusados, registro que después se confronta con el espectógrafo. ¿Qué se privilegió? El derecho del acusado. Ese criterio es el que queremos cambiar con Valerio”, decía ayer Cornejo.
“Los gobiernos peronistas anteriores repartieron los tres cargos más importantes extrapoder entre los tres grupos internos del partido. Yo estoy tratando de meter en los órganos de la Justicia gente que comulgue con lo que piensa el 80% de la ciudadanía de Mendoza con el tema de la inseguridad”, afirmó el Gobernador en un momento en el que se salía del eje de su argumento.
Luego volvió a apuntar a Palermo sin nombrarlo: “Todos los que fomentan debates alternativos son los que han llevado a la Justicia a ser blanda, a que todo el mundo esté libre. Esos que no dan la cara. Todos esos son los que fomentan estos debates subterráneos. Los que piensan que los delincuentes tienen que estar libres, esperando su juicio en libertad, que den la cara y se lo expliquen a la opinión pública”.
