Alfredo Cornejo dejará la gobernación a fin de año con la fortuna o "cintura política" de haber impulsado a personas de su confianza a puestos "vitalicios" en el Estado, que sólo se pueden reemplazar tras la renuncia de su titular o a través de un juicio político.
Será, en definitiva, el gobernador que más funcionarios de este tipo habrá nombrado desde Santiago Llaver, quien debió designar todos los cargos tras el retorno de la democracia: ministros de la Corte, Procurador, Asesor de Gobierno, Fiscal de Estado y presidente del Tribunal de Cuentas.
Entre renuncias y el natural recambio generacional, serán siete los altos funcionarios que Cornejo dejará. El último de ellos, el titular del Tribunal de Cuentas tras la jubilación de Carlos Salvador Farruggia, que se va en junio.
Hay puestos clave en los diferentes poderes del Estado que son codiciados por la estabilidad y la cuota de poder que otorgan, pero también por estrategia política de los gobernadores de turno de cubrirlos con personas de confianza. Sin embargo, los nombres propuestos no siempre son aceptados ya que tienen que pasar luego el filtro del Senado, es decir, de la oposición.
En concreto, el actual Gobernador postuló y logró colocar a dos de los siete jueces de la Suprema Corte: José Valerio y Dalmiro Garay, éste último su ex ministro de Gobierno. También le tocó nombrar a Ricardo Canet (integrante de su gabinete como subsecretario de Legal y Técnica) en el cargo de Asesor de Gobierno tras la jubilación de César Mosso Giannini. La salida de éste fue un cambio importante, ya que llevaba 30 años en el cargo y había sido designado por José Octavio Bordón.
Otro de los "vitalicios" que pudo recambiar Cornejo fue el Procurador de la Corte, Rodolfo González; allí designó a Alejandro Gullé, ex juez de la Sexta Cámara del Crimen.
Tanto él como José Valerio, quien antes de llegar a la Corte era juez de la Segunda Cámara del Crimen, se acercaron a Cornejo al comienzo de su mandato, y de hecho han sido señalados como los ideólogos de las leyes de seguridad que ha impulsado el Gobernador en su gestión. Volviendo al caso de González, había asumido en 1992, durante la gestión de Rodolfo Gabrielli.
Lo curioso fue que tanto Celso Jaque como Francisco Pérez intentaron en varias ocasiones reemplazarlo, pero el ex jefe de los fiscales resistió. De hecho, se cree que haber decidido jubilarse y renunciar ni bien asumió Cornejo, fue un "pase de factura" al propio Pérez. En el Tribunal de Cuentas Cornejo propuso y logró instalar a uno de los cuatro vocales del organismo: Liliana Muñoz de Lázaro, quien se había desempeñado como Contadora General de Godoy Cruz cuando el hoy gobernador fue intendente.
Otro cargo que Cornejo -pero no es vitalicio- ocupó es uno que él mismo creó: el de Defensor General, con la reforma de la ley del Ministerio Público. Allí designó a la abogada Mariana Silvestri. Antes, esa función la cumplía el Procurador.
NdR: es importante destacar que el cargo de Defensor General tiene una duración de solamente 5 años y no es vitalicio, como erróneamente se publicó. Es decir, el próximo gobernador podrá proponer un nuevo postulante para ser el jefe de los defensores oficiales.
Detrás de Llaver
Como dijimos, Llaver (19831987) fue el gobernador que más nombres logró colocar en puestos clave con la reinstauración de la democracia. El radical, en consenso con los demás partidos políticos, conformó la Suprema Corte de Justicia y también los demás organismos extra poder con cargos vitalicios.
No obstante, Cornejo no tiene mucho que envidiarle ya que, igual que Francisco Pérez, tuvo la oportunidad de postular a dos personas que terminaron siendo ministros de la Corte. En el caso del peronista, fueron Omar Palermo y Julio Gómez, quienes siguen en en sus cargos. El único gobernador que no pudo nombrar a nadie en la Corte fue Roberto Iglesias, quien sólamente colocó a Pedro Sin como Fiscal de Estado luego de pedirle la renuncia a Aldo Giordano, quien aceptó dar un paso al costado.
Además, Pérez promovió a dos vocales del Tribunal de Cuentas (Héctor Caputto y Ricardo Pettignano) y al actual Fiscal de Estado, Fernando Simón, tras un tiempo en el que el cargo había quedado interino tras las destitución de Joaquín De Rosas.
A quién designará en lugar de Farruggia
El próximo funcionario "vitalicio" que nombrará Alfredo Cornejo será el séptimo de los que le tocó designar desde que asumió, a fines del 2015. La cuenta regresiva para proponer al nuevo titular del Tribunal de Cuentas empezó pero el gobernador es hermético con los nombres que tiene en mente.
Por ahora el que más suena es el de Marcelo D'Agostino, subsecretario de Justicia.
Como marca la Constitución, deberá ser abogado, tener más de 30 años de edad y 10 de ejercicio de la profesión.
