Mario Negri preside el bloque radical de la Cámara baja desde 2013, dos años antes de que se conformara la alianza Cambiemos. Pero este año tiene un retador, Alfredo Cornejo, que está decidido a intentar destronarlo. Los dos vienen de obtener victorias resonantes en sus provincias. Los dos dicen que ganan. Los dos "cuentan los porotos".
La conducción del bloque radical, que tendrá 47 de los 257 diputados, deberá estar definida antes del 10 de diciembre, pero en ambos bandos dicen que podría resolverse esta semana.
La forma de hacerlo es juntando firmas: el que más tenga será el presidente del bloque por los próximos dos años; es decir hasta la próxima renovación de la mitad de la Cámara de Diputados.
De los 47 diputados que tendrá el bloque UCR, 24 fueron elegidos en 2017 y tienen mandato hasta 2021; y 23 fueron elegidos este año hasta 2023, de los cuales 4 renovaron sus bancas.
En decir que el que tenga aseguradas 24 firmas será el próximo presidente del bloque UCR. Tanto en el entorno de Negri como en el de Cornejo dicen que ya tienen esa cantidad de apoyos.
Por qué es importante
La presidencia del bloque de Diputados de la UCR no es tan sólo un puesto de prestigio histórico sino, sobre todo, una vidriera destacada para todo dirigente político. Y lo es todavía más en la oposición, que es el rol que deberá volver a desempeñar el radicalismo una vez que asuman las nuevas autoridades. Cornejo y Negri lo saben perfectamente.
El diputado por Córdoba se muestra confiado en contar con el respaldo suficiente para continuar al frente del bloque hasta 2021 y sostiene en privado que no le regalará a Cornejo ni a nadie el trabajo de cuatro años defendiendo desde el Congreso al gobierno de Cambiemos, una alianza que integró y sigue integrando la UCR, el partido de ambos.
A su vez, el gobernador de Mendoza y presidente del Comité Nacional de la UCR, cargos que dejará en las próximas semanas, propone para esta nueva etapa en la oposición dejar atrás el liderazgo concentrado en Mauricio Macri y Marcos Peña, y con Elisa Carrió con poder de veto, para pasar a una toma de decisiones más horizontal, pero con el radicalismo como protagonista.
Qué dicen en Mendoza
"Mario cree que perdiendo por paliza una elección en Córdoba (la de gobernador, contra Juan Schiaretti, en mayo) va a poder competir contra un dirigente que ofrece futuro, que acaba de ganar su provincia con comodidad. El bloque no es ajeno a esa tendencia. Además, Negri viene con mucho desgaste, con una conducción muy personalista", lanzan en el entorno de Cornejo en diálogo con Los Andes.
En el cornejismo plantean la disputa por la conducción del bloque en términos semánticos: qué rol adoptará el radicalismo como oposición en los próximos cuatro años: subyugado a Macri y Carrió o parado al frente de las estrategias y decisiones.
Qué dicen en Córdoba
En el entorno del actual jefe del interbloque Cambiemos de la Cámara baja dicen que Cornejo intenta asociar a Negri con el fracaso del gobierno de Macri "como si el partido radical, que él presidió, no formara parte de la coalición Cambiemos, como si sus diputados no la integraran, como si él (Cornejo) no conociera la Casa Rosada".
"Cornejo amenaza con romper en caso de no ser elegido. Anda diciendo que va a armar un bloque propio. Esto no es el Truco. Acá se termina mostrando las cartas. Si tienen los votos, como andan diciendo, que los muestren", dijo con tono desafiante un dirigente cercano a Negri.
Además del poroteo interno, la puja sobre la presidencia del bloque radical de Diputados estará atada a otra negociación: la de la presidencia del Comité Nacional de la UCR, cargo que Cornejo dejará en diciembre y para el cual otro gobernador ya se mostró interesado: el jujeño Gerardo Morales.
Otra discusión será por la presidencia del interbloque Cambiemos (o Juntos por el Cambio), en la que además de los diputados de la UCR estarán los de la Coalición Cívica (con Carrió, porque su renuncia a la banca será efectiva recién el 1 de marzo) y los del Pro, que también atraviesa una interna.