El proyecto que le permitiría al gobernador, Alfredo Cornejo, sumar dos jueces a la Suprema Corte de Justicia quedó en un callejón al que el radicalismo le busca la salida.
Después de que el lunes a la noche el diputado demócrata Marcos Niven confirmara que no va a acompañar la iniciativa, el radicalismo puso en marcha el plan B y pidió la postergación del debate una semana más. En cambio, hace una semana apuró el tratamiento frente a la queja de la oposición, que pedía entre otras cosas más tiempo.
Atento a la jugada, el PJ intercambió el libreto e insistió, esta vez, con que el proyecto se trate en la sesión de Diputados de hoy y así terminar de derrumbar la aspiración de Cornejo de ampliar la Corte con nombres propuestos por él. Es que de ser votado por la negativa, el proyecto no puede tratarse hasta el año legislativo siguiente, es decir, hasta mayo de 2018.
Pero el radicalismo intenta que el proyecto que ya fue aprobado por el Senado sobreviva y apuesta a seguir dialogando con los aliados rebeldes.
Para eso, pidió al menos una semana más para el tratamiento. El proyecto está en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) de Diputados, en donde el radicalismo pidió un cuarto intermedio.
Hasta ahora, la única alternativa para que el plan de Cornejo no se frustre es aceptar las modificaciones que propone el PD, algo a lo que se negó en un primer momento.
En este sentido, Niven expuso la necesidad de poner algunos condicionamientos a la hora de pensar en el nombre del futuro magistrado, como el hecho de que no haya ejercido ningún cargo político en los últimos cuatro años. Esta propuesta es la que puede considerarse en el Ejecutivo.
“Tenemos que seguir haciendo los esfuerzos para mantenerlos en el frente, que ha sido una experiencia exitosa. Vamos a intentar seducir a nuestros socios porque creemos que este proyecto ayuda a mejorar el funcionamiento de la Justicia. Si ellos (por el PD) creen que el proyecto puede ser mejor, no tenemos problemas en hacer modificaciones, estamos abiertos a esa alternativa”, confirmó el presidente del bloque radical de Diputados, César Biffi, y dijo que no hay riesgo de fractura en el espacio.
Por otro lado, el PJ intentará trasladar a la sesión de hoy la discusión técnica que tuvo ayer en la comisión e insistirá con un despacho en minoría que firmaron sus diputados. La apuesta es exponer el proyecto al voto negativo de la simple mayoría y así sacarla de la agenda legislativa por al menos cinco meses.
La técnica por la política
Los planes originales marcaban que ayer a la mañana la comisión de LAC debía discutir el proyecto que cambia el funcionamiento de la Corte, a partir de modificar la ley Orgánica de Tribunales (4.969). Esto le permitiría a Cornejo nombrar dos jueces más.
Al finalizar el encuentro, la mayoría oficialista en la comisión iba a garantizar que se firmara el despacho, trámite que habilitaría el tratamiento del proyecto hoy, ya que el proyecto tiene preferencia con despacho. Una vez en el recinto, el frente Cambia Mendoza descansaba en sus números para convertir la iniciativa en ley.
Pero los acuerdos internos no estuvieron y el oficialismo tuvo que cambiar su hoja de ruta. Ayer en la comisión no se debatieron posturas en torno a la ampliación o no, sino que cada uno insistió con su estrategia, discusión que tuvo algunos portazos y gritos.
El PJ pidió que se firmara un despacho en minoría. “Se impusieron con su mayoría y nos dijeron que querían tratarla mañana (por hoy). Ahora que están en duda sus números nos piden tiempo”, reclamó Leonardo Giacomelli, diputado del PJ, que se retiró enojado de la reunión.
El partido opositor advirtió que no está en el reglamento votar un cuarto intermedio en una comisión.
Pero más allá de las quejas, el presidente de la comisión, Jorge Albarracín (UCR), puso a consideración quiénes votaban por la postergación del debate y los siete diputados oficialistas inclinaron la balanza a favor del cuarto intermedio.