“Ya hemos agotado todas las instancias (...), lo vamos a sacar por decreto”. Estas fueron las palabras con las que el gobernador, Alfredo Cornejo, confirmó ante la prensa que el incremento salarial para los docentes no saldrá de una negociación, al menos en lo inmediato.
Según el mandatario, desde ayer mismo se iniciaron “todos los trámites” para confeccionar este decreto, el cual podría ver la luz “antes del fin de semana o en los primeros días de la semana que viene”.
Los dichos de Cornejo se dieron casi al mismo tiempo en que se desconcentraba la movilización de maestros, que llegó hasta la Casa de Gobierno para reclamar en contra del “ítem Aula” y del “paupérrimo” aumento salarial ofrecido.
En realidad, salvo los dichos de Cornejo, desde el Ejecutivo no se dieron muchos más detalles técnicos. Se sabe que la redacción estará en manos de los abogados del Ministerio de Gobierno, que el documento será firmado por Cornejo y que luego de un paso por la Asesoría de Gobierno, viajará a la Legislatura para ser refrendado.
Tampoco hay detalles de cuál será su contenido y no está claro si será la última propuesta, hecha el martes pasado, la que se plasmará en el texto.
“Lo que va en el texto no necesariamente tiene que ser lo que apareció en la última oferta”, dijeron voces de la cartera de Gobierno, aunque también reconocieron que “no se puede escribir nada que no se haya negociado”. Eso abre la posibilidad de que pueda haber novedades cuando se conozca la norma.
La última oferta oficial abarcó para los maestros una suba total del 32%, anual y en dos etapas (marzo y agosto), con el ítem Aula.
Pero ante la inminencia del decreto, surgen dudas sobre cuál será la suba. Incluso no se sabe si el resistido ítem tendrá las mismas características que el Ejecutivo ha planteado hasta ahora, de un 10% para todos los que participan "en el hecho educativo" y con hasta tres faltas mensuales.
Sólo está claro, como dijo Cornejo, que el decreto se redactará y se emitirá "lo antes posible".
Un paro "menor"
En lo referido al paro docente, desde el Gobierno se consideró que la medida de fuerza fue notablemente menos convocante que la del 29 de febrero pasado.
“Tenemos registros de que la adhesión fue mucho menor que la anterior”, señaló el titular de la Dirección General de Escuelas, Jaime Correas, quien dijo desconocer el contenido del decreto que prepara Cornejo.
Según Correas, en el paro sólo hubo un acatamiento “de entre 35% y 45%, y con mucha suerte, de un 50%”. Para el SUTE fue del 82% (ver aparte).
El funcionario explicó que se basaron "en los registros de asistencia" en las escuelas para calcular el nivel de adhesión. Y sus dudas sobre un porcentaje concreto -explicó- se dieron porque al momento de ser consultado por Los Andes faltaba conocer datos de muchos colegios de la provincia.
Sobre esto, en la DGE aseguraron que "mañana (por hoy) habrá detalles concretos".
Pero para Correas, "que el gremio haya dicho que fue del 80%, cuando el otro día hablaba de 94%, prueba que realmente fue menor".
El director hizo notar también la merma en la convocatoria a la marcha. A su entender fue "aparateada" por el SUTE.
Por otro lado, Correas confirmó que los registros de inasistencia “serán utilizados para descontar el día” a los docentes que faltaron a clase para reclamar.
Y también advirtió que no ocurrirá, como en otras oportunidades, que esos descuentos se vayan a negociar en futuros encuentros paritarios. “La ley hay que cumplirla y el descuento por no trabajar lo marca la ley”, dijo.
Sobre esto, añadió que en gestiones anteriores “se hacía un mal uso” del anuncio del descuento y que se tenía como elemento de presión. “Eso no ocurrirá. No se usará como variable de negociación, porque eso muestra la debilidad del Estado”, concluyó.
