El gobernador, Alfredo Cornejo, ha logrado en el primer cuatrimestre de este año un “colchón” financiero gracias a que el Estado provincial tuvo -nominalmente- un 30 por ciento más de ingresos que el año pasado y sus gastos crecieron sólo un 20 por ciento. Esto le aportó un margen adicional que fortaleció sus números.
Así lo confirma la ejecución presupuestaria desde el 1 de enero hasta el 30 de abril de este año, recientemente publicada por el Ministerio de Hacienda en su sitio online.
Esa información muestra un superávit de 2.000 millones, que más que duplica nominalmente al que tuvo en los mismos cuatro meses del año pasado su antecesor, Francisco Pérez (800 millones).
La explicación está en que el radical, en proporción a los recursos que tuvo, destinó menos plata a sueldos, municipios, obra pública y el pago de la deuda consolidada y sólo subió el pago de intereses de deuda.
Esto -más un fuerte endeudamiento- le permitió salir de la situación de desmadre en la que asumió hace seis meses y disponer de un mayor margen en el manejo de los recursos provinciales, lo que le ha permitido atender las obligaciones atrasadas que heredó.
En los cuatro meses iniciales de 2016, Cornejo destinó el 53 por ciento de los recursos provinciales al pago de salarios. Mientras que en ese mismo período del año pasado, Pérez utilizó el 55,5 por ciento.
Todo indica que esa brecha des dos puntos y medio entre una gestión y la otra irán creciendo a medida que avance 2016 y se puedan hacer nuevas comparaciones interanuales.
Es que el anterior gobernador finalizó con un promedio de destino a sueldos del 64 por ciento de los recursos de la Provincia y llegó al 67 por ciento en noviembre del 2015, en momentos de aguda estrechez de fondos.
En diciembre pasado (con traspaso de gobierno y pago de aguinaldo) la masa salarial se llevó el 80 por ciento de los ingresos de ese mismo mes.
Esta cifra contrasta abiertamente con la del cuatrimestre inicial de Pérez en 2011, cuando se destinó a sueldos el 53,4 por ciento de los recursos provinciales, sólo cuatro décimas por arriba del porcentual del comienzo de Cornejo.
El Gobernador actual bajó además no sólo el porcentaje sino el monto mismo destinado a la obra pública. Y esto se torna más significativo aún si se considera la inflación anual entre abril del año pasado y ese mismo mes de este año, con la salida del cepo cambiario que dispuso Mauricio Macri en diciembre.
Pérez (urgido por el calendario electoral) destinó a obra el 3,4% de sus ingresos en el primer cuatrimestre de su último año. Mientras que Cornejo arrancó dedicando menos del 1 por ciento, en una obra pública -hasta el momento- con tendencia a cero.
En la masa de los recursos, también perdió peso porcentual la propia remisión de fondos a los municipios, que cayó del 15,7 al 12,8 por ciento (casi tres puntos) entre el primer cuatrimestre de 2015 (1.700 millones) y el de 2016 (1.800 millones).
Este dato contrasta con las planillas de ingresos de fondos provinciales a los municipios, donde se observan subas (nominales) de entre el 23 y el 40 por ciento con relación a las del año pasado.
Por lo tanto, es posible que el gobierno de Cornejo haya priorizado la puesta al día en la remisión de los fondos retenidos por la Provincia a las comunas (480 millones de pesos al final del gobierno de Pérez) por sobre las propias transferencias de su ejercicio.
Bingo
Una curiosidad que muestran los números de la ejecución presupuestaria (hasta abril) es que el Instituto de Juegos y Casinos aparece remitiendo menos fondos a la Provincia (25 millones) que durante el mismo período del año pasado (31 millones).
Un informe interno del Casino a la Casa de Gobierno indica que las transferencias (a junio) suman 50 millones de pesos. Y agrega que el aporte del año pasado del Casino fue de 67 millones de pesos. Pero la ejecución presupuestaria del 2015 en la página web de Hacienda fija la remisión anual en 90 millones de pesos.
Las cifras no muestran resultados inmediatos en la política de reducción de personal y cierre de anexos del Casino aplicada por el Ejecutivo con la intención oficial -precisamente- de hacer crecer las remesas del Instituto a la Provincia. Esto -al menos por el momento- no aparece claramente reflejado en los números.
