Tras una nueva reunión entre empresarios del sector vitivinícola y funcionarios locales, empezaron a definirse los argumentos técnicos que se presentarán ante el gobierno nacional para intentar eliminar el impuesto interno al vino, de la reforma tributaria.
Por un lado, se llevará un informe referido a los beneficios que el vino tiene sobre la salud. Cabe recordar que el gobierno nacional incluyó en el proyecto de reforma impositiva una alícuota del 10% para vinos tranquilos y del 17% para espumantes por considerarlos "productos insalubres".
Es decir que el impuesto no sólo tendría fines recaudatorios sino también de desaliento al consumo de los productos vitivinícolas.
“Si el gobernador Alfredo Cornejo convence al jefe de Gabinete, Marcos Peña y al resto de los funcionarios nacionales de que el vino es beneficioso para la salud, entonces no habrá argumento para colocar la tasa”, comentó Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina.
Para defender esa postura, el gobernador de Mendoza hablará en la Nación sobre algunos de los beneficios que brinda el consumo moderado de vino, como la disminución del riesgo de contraer diabetes tipo 2, la reducción de formaciones de coágulos y la prevención de enfermedades cardiovascualares, entre otros puntos.
El impacto impositivo
El segundo argumento con el que el gobernador Cornejo intentará convencer a los funcionarios nacionales de que elimine el impuesto al vino de la reforma, tiene que ver con cuestiones estadísticas y económicas.
Según revelaron fuentes de la industria, las bodegas deberían pagar unos $ 3.500 millones al año por el impuesto interno, a lo que se le deben sumar los $ 18.000 millones anuales que se pagan por otras obligaciones tributarias.
Ese cálculo lo realizaron en función de la facturación del sector, que alcanza los $ 72.000 millones en total y $ 54.000 millones en el sector interno.
Además, hoy habrá una nueva reunión en la que se analizará el impacto que tendrá sobre la vitivinicultura la reforma tributaria en su conjunto, incluyendo también todas las modificaciones que disminuirán la presión tributaria.
Un objetivo claro
El encuentro en el que comenzó a definirse la estrategia se realizó ayer en casa de Gobierno. Por el Estado Provincial estuvieron el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner y el Subsecretario de Agricultura, Alejandro Zlotolow, pero luego el gobernador Alfredo Cornejo confirmó su postura.
“El presidente Macri nos va a escuchar si tenemos argumentos sólidos. Vamos a tratar de que el proyecto sea modificado antes de que llegue a Congreso aún más de lo que ya fue cambiado”, comentó.
Apoyamos las reformas en conjunto, pero el impuesto al vino es distorsivo con respecto a la línea general”, apuntó.
Se mostró optimista Hilda Wilhem, de la Federación de Cámaras de Productores Vitícolas, quien consideró que “hay argumentos sólidos para la defensa del vino”.
Por su parte, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), comentó que “aceptar una mínima tasa sería reconocer que el vino es insalubre”, por lo que aclaró que “el objetivo es lograr la tasa cero”.
Apoyo del mundo vitivinícola
El Grupo Mundial del Comercio del Vino (WWTG) compuesto por representantes de Argentina, Australia, Canadá, Chile, Georgia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, los Estados Unidos y Uruguay envió una carta al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con el objetivo de dejar sentada su posición sobre el nuevo gravamen al vino.
En la misiva enviada al funcionario nacional señalan que "la sección industrial del WWTG está preocupada por el reciente anuncio del Ministerio de Hacienda en donde se pretende modificar la tasa del impuesto interno en Argentina para "productos nocivos para la salud" en donde se incluye a los vinos tranquilos y espumantes junto con la cerveza, licores, gaseosas y cigarrillo".
El grupo mundial de comercio del vino advirtió que "la estrategia global de la Organización Mundial de la Salud para reducir el consumo nocivo del alcohol, proporciona recomendaciones a los países para reducir el consumo excesivo de todas las bebidas alcohólicas".
Agrega: "Sin embargo, la estrategia de la OMS no aborda el consumo moderado de vino. Varios estudios científicos, incluso de la Universidad Nacional de Cuyo, Universidad de Glasgow (Reino Unido), la Universidad de Texas (EE UU) y otros sostienen que el consumo de vino en cantidades moderadas puede tener beneficios para la salud".
La carta destaca además que el consumo de alcohol en Argentina bajó de 9,3 litros per cápita en 2010 a 7,6 litros.
Los legisladores ratifican su apoyo a las bodegas
En paralelo a la reunión de los funcionarios locales con algunos representantes del sector vitivinícola, el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este se reunió con legisladores provinciales y nacionales por Mendoza para discutir acerca del tratamiento del proyecto de la reforma tributaria.
Mauro Sosa, gerente de esa entidad, explicó que la prioridad es que se modifique el proyecto antes de que llegue al Congreso pero, si eso no pasa, deberán intervenir los legisladores de las provincias vitivinícolas, quienes mostraron su apoyo con el sector.
“El gobierno nacional está proponiendo un impuesto sobre una actividad en crisis. Creemos que debe haber tasa cero”, comentó.
En representación de los legisladores habló el Senador Julio Cobos (UCR). “Hay consenso unánime de que el impuesto es erróneo desde la concepción”, aseguró.