En Córdoba, unos diez focos de incendio en distintos puntos de la provincia habrían arrasado unas 5.000 hectáreas. Pero ayer comenzaron a sentir cierta tranquilidad luego de una semana muy complicada. A pesar de que las esperadas lluvias, hasta anoche, no habían llegado a toda la provincia -hubo pocas precipitaciones en algunas zonas de Punilla-, la casi totalidad de los incendios fueron controlados, según informó La Nación.
Nueve cuarteles de bomberos y un avión hidrante combatieron ayer las llamas en la región de Santa María de Punilla, foco que se reavivó después del mediodía. A media tarde se sumó otro en un pinar de Copina (Icho Cruz), al que se enviaron cinco dotaciones de bomberos.
Por otro lado, los dos frentes más complicados anteayer, el de Nono y Las Palmas (Salsacate), en el oeste provincial, están contenidos en un 90%, según admitieron fuentes oficiales.
El secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes, Claudio Vignetta, explicó: "Tenemos dos focos muy pequeños en la parte de atrás de Nono. Calculo que los vamos a terminar y los vamos a declarar en guarda de cenizas. Tenemos el 90% del incendio contenido".
Pese a los 50 evacuados que hubo en Las Palmas, no se registraron víctimas ni daños en las viviendas. Todos los vecinos ya regresaron a sus hogares. Por este foco, anteayer se detuvo a un hombre de 56 años que habría iniciado el fuego cuando intentaba encender un horno de barro.
El director de Defensa Civil provincial, Diego Concha, dijo que 70 bomberos y dos aviones hidrantes combatieron un foco en los alrededores de la zona de Arroyo de los Patos y Nono durante toda la noche de anteayer.
Las autoridades aconsejaron a los ciudadanos que colaboren "siempre" bajo la supervisión de la policía o de los bomberos y pidieron que evitaran combatir los frentes de fuego por decisión propia.
Todas las comunidades afectadas agradecieron a los bomberos por la tarea realizada durante estos días y también a los pilotos de la media docena de aviones hidrantes que fueron claves en el combate del fuego.
Córdoba es la única provincia que tiene su propia flota de aviones hidrantes.