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hace 1 hora
La última pareja de la fisioterapeuta Carina Drigani fue procesada con prisión preventiva por el femicidio de ésta, cometido en mayo pasado, en la localidad cordobesa de Icho Cruz, en un caso que tiene ribetes increíbles.
Se trata de Hugo Salas (72), quien se encuentra detenido desde el 2 de este mes a disposición de la fiscal de Violencia Familiar de Córdoba, Mercedes Balestrini, quien resolvió que siga preso e imputado del delito de "homicidio calificado por el vínculo".
La justicia cree que Salas y la mujer fallecida hicieron un plan para fingir el secuestro de ésta por parte de su ex, al que habían denunciado por maltrato.
Fuentes judiciales informaron que la fiscal de la causa indagará a Salas el próximo lunes, en tanto que ordenó que el 23 de este mes se lleve a cabo la reconstrucción del hecho en el lugar donde se halló el cuerpo de Drigani (44).
La fisioterapeuta desapareció el 3 de mayo y dos días después fue encontrada muerta a la vera del arroyo La Aguada, de Icho Cruz, unos 45 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Córdoba.
Antes de desaparecer, Drigani había denunciado en reiteradas oportunidades a su ex marido, Daniel Baretta (40), por violencia de género, por lo que la mujer contaba con botón antipánico que nunca se activó.
Por su parte, Salas fue quien denunció la desaparición de su pareja y contó en un primer momento que el 3 de mayo, entre las 16 y las 17, él la fue a buscar al consultorio de la capital cordobesa y al no encontrarla alertó del hecho a la Policía, que inició un operativo de búsqueda.
Mientras se buscaba a Drigani, Baretta fue detenido pero por hechos anteriores denunciados por la víctima y lo acusaron de amenazas, daño y violación de la restricción de contacto. Pero resulta que era inocente.
A fines de julio, la fiscal Balestrini lo sobreseyó dado que la mujer había muerto ahogada, no se descartaba el suicidio ni el accidente.
Al avanzar en la pesquisa, la instructora judicial apuntó hacia Salas quien, según Carlos Nayi, abogado de las hijas de Drigani, "quedó entrampado en una serie de contradicciones que lo ubican en la escena del crimen".
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, entre las 17 del 3 de mayo y el hallazgo del cuerpo, la pareja de Drigani, actuando solo o con la participación de un tercero aun no identificado, condujo a la víctima a bordo de un vehículo hasta el causa del arroyo con intenciones de matarla.
Una de las hipótesis que maneja la fiscal sobre el móvil del crimen es que Salas y la mujer habían pergeñado un plan para incriminar a Baretta y que el mismo implicaba auto amenazas y fingir que Drigani estaba secuestrada por su ex marido.
Pero, siempre de acuerdo a las sospechas de los investigadores, al llegar al cauce del arroyo donde la fisioterapeuta iba a ocultarse para simular su secuestro murió, según se cree, asesinada por quien la hizo armar el plan.
