Córdoba, gira mágica y misteriosa

Desde que se propagaron las historias de ovnis en los cerros Uritorco y Pajarillo, durante la década del '80, una legión de buscadores espirituales comenzaron a instalarse en la zona en búsqueda de respuestas a preguntas trascendentales. Y la oferta de terapias alternativas, masajes y sanaciones, avistaje de OVNIS y congresos de ufología creció desmedidamente.

Estamos en las inmediaciones de Capilla del Monte, Córdoba, una ciudad-pueblo enclavada en el Valle de Punilla, un conjunto de sierras suaves y redondeadas, cuyo pico más alto, el mítico cerro Uritorco, ronda los dos mil metros y atesora un sinfín de leyendas de tinte paranormal. Es un paraje que destila misticismo y cuyas montañas ocultarían, según los más fervorosos creyentes, una ciudad intra terrena llamada Erks.

La historia más conocida sucedió en 1986, en el Pajarillo, cuando un supuesto OVNI se habría posado dejando una gigantesca marca, una circunferencia perfecta que se mantuvo intacta, incluso, luego de un gran incendio. El pensamiento mágico acá es ley, y toda luz en el cielo es una señal. Acerca de esta historia y las luces que se ven, la piedra del cuarzo, que aquí abunda, tiene un papel fundamental. Es que se trata de un mineral que encierra la luz y, al oscurecer, esa luz se expande nuevamente. La explicación que ensayan los incrédulos, es que aquellos reflejos que muchos dicen ver, es el cuarzo. Pero para los crédulos, ésta es una piedra energética, de poder, sanadora. Este lugar, dicen, tiene conexión directa con otros mundos.

El Valle de Luna

El Camping del Peregrino es un emprendimiento de Carlos Alberto Gallo, quien se presenta como guía de turismo alternativo, de exploración y búsqueda interior. Está ubicado sobre la ruta provincial 17, a unos pocos kilómetros del centro de Capilla, y camino a Ongamira, en el Valle de Luna, que se llama así no por su topografía -que bien puede asemejarse a alguno de los valles de la luna-, sino que gran parte de las tierras pertenecían a un hombre de apellido Luna.

Llegamos por la mañana. Es un lindo día de sol y en el parque, al lado de la pileta, un grupo de mujeres asiste a una clase de yoga. Antes de salir a rodar por cuestas y quebradas, nos acomodamos a la sombra de un árbol a matear y charlar con Gallo, quien aprovecha para describir sus propuestas de excursiones: desde lugares tradicionales como Los Terrones y las Grutas de Ongamira al perilago del Dique Cajón en Capilla, e incursiones hasta San Marcos Sierras. También, dice, hay circuitos históricos. "Mi gran pasión es el estudio de las postas que dejaron investigadores antiguos. Daban cuenta de triangulaciones que forman distintos cerros sagrados."

Andamos en su camioneta Land Rover por el ripio de la 17, bordeando el río de la Quebrada de Luna. "Éste es un lugar de búsqueda mística y esotérica que tiene que ver con historias que se transformaron en relatos y que devinieron en leyendas y mitos que trascendieron los tiempos y la corroboración científica. Esta región es un lugar de mucho culto y conexión con la tierra y el cielo. Hay muchos grupos de búsqueda espiritual y esotéricos asentados", señala Gallo y sigue. "La gente viene a buscar portales dimensionales, puerta físicas para entrar a una supuesta ciudad intra terrena que se encontraría en otras dimensiones y en el interior de esta superficie de territorio. Muchos de nosotros, los guías más viejos, intentamos también que no se pierdan la belleza de la montaña, de las rocas, los ríos, los árboles, los animales. Hay muchos reinos y también el reino espiritual integrándose en estos lugares".

El Cerro sagrado

Diecisiete kilómetros hacia dentro de la Quebrada de Luna aparece el Valle de Ongamira. En el camino, a lo lejos, se divisa el cerro Colchiqui, la montaña insignia del lugar. Antes de ingresar, Gallo detiene la camioneta y pide "permiso" a los "guardianes físicos, etéreos y originarios de este sagrado lugar". "Agradecemos por permitir visitar su tierra con respeto. Que la paz y la conciencia sean nuestros guías", pide Gallo, y ahora sí, avanzamos.

Ongamira fue habitado por los nativos comechingones, quienes, hartos del avance y abusos del ejército español, resistieron hasta el suicidio colectivo. Liderados por el cacique Onga, se arrojaron desde el Colchiqui antes de ser vencidos, ultimados por los colonizadores."Cuando se vieron acorralados y evaluaron que iban a ser diezmados, esclavizados, decidieron inmolarse para guardar algunos secretos y entradas a las que los españoles estaban tratando de acceder", explica Gallo al pie del cerro, en la entrada de las grutas.

Las grutas y el Parque Natural Ongamira son los atractivos de este paraje que no llega a los cien habitantes. Dentro del Parque Natural, emplazado en una ubicación privilegiada, se pueden realizar cabalgatas y trekking, y subiendo al terrón o cerro principal se obtiene la más hermosa vista 360 grados de este valle de rocas moldeadas mágicamente por capricho del viento y la lluvia.

El néctar de San Marcos

Veinte kilómetros separan Capilla de San Marcos Sierras, un pueblo entrañable cuya vida gira en torno de la plaza central, rodeada de coloridos barcitos y una feria artesanal. Enclavado en las Sierras Chicas de Córdoba y custodiado desde lo alto por el Cerro de la Cruz y el Cerro Alfa, al pueblo se lo puede dividir en dos: a un lado y otro del río San Marcos, cuyas márgenes están unidas por un vado y un puente arqueado para el cruce de peatones.

Por acá también predomina un aura de misticismo, que tiene que ver más con las terapias alternativas y la meditación que con la observación de platos voladores y la vida intra terrena. Es un lugar que suelen elegir los que están hastiados de la vida urbana. Aquí, las calles son de tierra, y los nuevos pobladores conviven en armonía junto a los descendientes de los comechingones y los hippies de ayer y de hoy, que le dieron el aura que caracteriza a este lugar donde la vida transcurre lentamente y sin aparentes preocupaciones mundanas. Terapias alternativas, masajes, venta de miel, aceite de oliva y productos orgánicos son algunas de las delicias naturales que se pueden conseguir andando por sus callejuelas de tierra y vegetación tupida, como el Callejón de los Duendes, un túnel vegetal.

La Posta del Gaucho es la casa de Sergio Pautassi, pionero de las cabalgatas en estos pagos. "Los caballos son mi pasión. Monto desde los cinco años, desde que tengo uso de razón", dice Sergio, alias "El Gaucho" a modo de presentación, mientras ensilla los caballos, para salir rumbo a una de sus excursiones tradicionales: el camino que conduce a Charbonier, suave, ideal para principiantes. El punto cumbre es una vista panorámica de todo el valle, en la parte más alta del camino, desde donde también se avista el Uritorco. Durante los días de luna llena el gaucho organiza una serie de cabalgatas nocturnas, que terminan en fogón y guitarreada en el quincho de la posta, el mismo sitio donde un día después, a falta de luna llena, nos agasajará con empanadas y vino.

En San Marcos se producen algunas de las mejores mieles del país. Una tierra libre de agroquímicos y pesticidas, y una buena cantidad de árboles nativos, entre los que se destacan algunas especies precolombinas, hacen de este sitio un vergel del que se extrae el mejor néctar. ‘El Árbol’ es un parque temático Apícola, como lo define su mentor Claudio Jaroszewski. "La idea primaria de las flores es la de seducir abejas. Tienen olor, color, para que las vea en vuelo, y sabor para que se pose en ella buscando néctares. Por eso las mieles son más de flores que de abejas", deja en claro Claudio, un productor que llegó hace ocho años desde el sur de la provincia, y abrió este lugar en donde además de la venta de miel y derivados, recibe a turistas y excursiones de colegio a los que explica con pasión, sabiduría, lujo de detalles y a la vez con simpleza, todo este proceso, que consta de una maquinaria natural compleja y aceitada.

"Hay distintos colores, sabores, texturas, aromas y cada una tiene diferentes propiedades terapéuticas. Corresponde a la planta de la cual la abeja sacó la miel", explica el hombre dentro del local repleto de potes de todos los colores, tamaños y sabores, ubicado a dos kilómetros del pueblo y perdido en medio de un bosque de algarrobos, mistoles, chañares, quebrachos entre otras especies nativas. "Es un bosque autóctono, hay unas veinte variedades distintas. No se da en muchos lugares. El mistol es una de las tres mejores mieles del mundo y es de esta zona. Acá no se usan herbicidas ni plaguicidas. Si cualquiera de esas cosas está en la flor, estará en la miel. Vos estás comiendo néctar de flores".

Museo Hippie

Daniel “Peluca” Domínguez llegó a San Marcos en los ’70 junto a sus antiguos compañeros de ruta y transformaron al pueblo en una de las primeras comunidades hippies del país. Peluca es el creador del Museo Hippie, donde relata con asombrosa velocidad y sin pestañear la historia ilustrada del hipismo, cuyos inicios él lleva hasta los tiempos de la antigua Grecia.

En las paredes de esta casa-museo cuelgan objetos de culto: la tapa de un simple nunca editado de los Beatles, una guitarra de Tanguito y un Marta Minujín “auténtico”, entre muchos otros objetos de colección. Todos los visitantes son invitados a escribir un mensaje en una botella, que serán parte de las paredes de la nueva casa del museo, en forma de un gran símbolo de la paz.

Datos útiles

Dónde hospedarse
Capilla del Monte: Plaza Hotel . Sarmiento 455. Teléfono: (03548) 48-1028 www.cordobaserrana.com.ar/plazahotel.htm

San Marcos Sierras: Posada Madre Tierra. San Martín 650. Tel.: 03549-496394
www.sanmarcossierras.com/posadamadretierra.htm
secretosdemadretierra@hotmail.com

Excursiones 
Carlos Alberto Gallo: caminosdelperegrino.blogspot.com.ar- campingdelperegrino.blogspot.com.ar. Tels: 0354815501614
Cabalgatas: La Posta del Gaucho. postadelgaucho@yahoo.com.ar 
Tel: 03549-496272 / Cel: 03548-15414569
www.sanmarcossierras.com/postagaucho
Mieles El Árbol: www.mieleselarbol.com.ar