María Laura Ferreyra estuvo durante casi un mes en coma luego de sufrir un violento asalto en San Francisco, Córdoba, cuando un ladrón intentó arrebatarle la cartera mientras ella estaba arriba de la moto. Debido al forcejeo ella cayó y su cabeza golpeó contra el pavimento dejándola en estado vegetativo, que afortunadamente se revirtió cuando su hija más chica le pido al oído que quería "tomar la teta".
A partir de ese momento, su familia se dedicó a cuidarla y esperar que un milagro diera vuelta la situación ya que los médicos les habían explicado, en un principio, que María Laura podía entrar en muerte cerebral y llegaron incluso a sugerirles la posibilidad de donar los órganos.
"Si hay un Dios que te da vida, hay un Dios que te la quita. Yo no era quién para decidirlo", dijo su esposo, Martín Delgado, a El Doce. Además, aseguró que nunca perdió la fe en que María Laura despertara, ya que 15 días después del parte de los médicos, una tomografía reveló que la mujer de 42 años y madre de 3 hijos, tenía signos de actividad neurológica.
Después de tanta espera, sin embargo, le tocó ser testigo de la escena más conmovedora cuando su hija más chica fue a visitar a María Laura. La pequeña se sentó al lado de la cama y le dijo a la madre que tenía hambre y le hizo un sonido característico que la nena hace cada vez que quiere "tomar teta".
Fue entonces cuando ocurrió el verdadero milagro. María Laura abrió los ojos y en silencio se levantó la bata y empezó a darle el pecho a su hija. "Fue mágico, único. Llorábamos todos. Ver cómo se abrazaban, ese instinto de madre, fue único", recordó emocionado su esposo.