Cordillera de los Andes: la escuela que mejoró la asistencia de sus alumnos

Hace tres años realizan actividades para que los estudiantes no falten a clases y buscan fomentar el compromiso de los padres. Es apadrinada por Diario Los Andes desde 1990.

Cordillera de los Andes: la escuela que mejoró la asistencia de sus alumnos
Cordillera de los Andes: la escuela que mejoró la asistencia de sus alumnos

Toca el timbre y los chicos se apuran para llegar al patio. Allí comparten juegos, charlas y casi sin querer aprenden a valorar la importancia de asistir al colegio a través de frases que se encuentran pegadas en las paredes y una cartelera que reconoce a los alumnos que tuvieron mejor asistencia. Se trata de la escuela Cordillera de los Andes, ubicada en el barrio Vandor de Godoy Cruz, que gracias al esfuerzo de sus docentes y equipo directivo ha logrado reducir la cantidad de faltas de los estudiantes que hace tres años se tornaron alarmantes.

La institución de nivel inicial y primaria, apadrinada por Diario Los Andes desde 1990, cuenta con una matrícula de 543 alumnos de distintos barrios de ese departamento y también de zonas más alejadas. Para su directora, Marta Quiroga, su fortaleza más grande es un grupo de maestros que trabajan en el establecimiento desde hace más de 20 años y funcionan en bloque para conseguir los distintos objetivos que se proponen.

En el año 2012, ellos mismos comenzaron a notar que muchos chicos no asistían a clases, lo que los obligaba a volver a enseñar y tomar los contenidos. Con este conocimiento la escuela se inscribió en el Programa Integral para la Igualdad Educativa (PIIE) del Ministerio de la Nación que permite optar entre 12 principios fundamentales para trabajar. “Nosotros elegimos el principio de la inasistencia, por lo que cada iniciativa de la institución educativa gira alrededor a esto”, explicó Quiroga.

Lo primero que hicieron para modificar esta situación desfavorable fue invitar a las familias de los alumnos para pedirles acompañamiento. A partir de allí se programó una serie de actividades a realizar. “Todos los lunes un niño de segundo grado les lee a los papás un mensaje muy bonito diciéndoles lo importante que es venir a la escuela y lo que aprenden acá”, detalló.

Además, cada mes las maestras hacen pasar a todos los estudiantes que tienen asistencia perfecta a la bandera acompañados por sus padres. “Si bien para los papás es un deber llevar a los chicos a la escuela, también es necesario reconocerlos y mimarlos por haberlo hecho.

Es una forma de atraerlos y no sólo llamarlos cuando sus hijos se portan mal”, destacó Sandra Silva, una de las vicedirectoras a la vez que contó que también premian a los alumnos. “Para el Día del Niño de este año les regalamos a los que tuvieron mejor asistencia unas bolsitas con golosinas que nos entregaron desde el diario Los Andes”, añadió.

Por otra parte, si los docentes notan que un estudiante no fue a clases se comunican con los padres para preguntarles el motivo. “Porque los maestros conocen a cada chico por nombre y apellido y se preocupan porque estén todos”, remarcó la docente.

Van por más

Luego de tres años de acciones e incentivos, directivos y docentes pueden asegurar que el esfuerzo dio resultado. “El 30 de setiembre hicimos una reunión con todo el personal donde analizamos grado por grado y pudimos notar cómo se han reducido las inasistencias”, señaló con orgullo Quiroga.

Pero como el equipo del establecimiento siempre va por más, para 2015 tienen pensado enfocar el programa en las tardanzas de los alumnos. “Porque cuando un proyecto da resultado en una escuela nunca jamás se debe lo dejar, por el contrario se lo debe institucionalizar, por lo que le vamos a ajustar un poco la cuerda y tratar de evitar que lleguen tarde”, apuntó la directora.

Además del PIIE, la institución participa de distintos programas provinciales como Ciudadanía del Agua de Irrigación, Huerta Orgánica en Escuelas Saludables y la jornada extendida, además de proyectos internos de recuperación, lectura e integración. "Aunque institucionalmente figuramos así nosotros no somos una escuela urbano marginal, sino una urbano periférica, porque eso margina a los propios chicos, a los padres y a los maestros y nosotros tenemos como objetivo lograr la equidad y la igualdad de todos", manifestó segura.
Como parte del padrinazgo de Los Andes, este año se le donó al nivel inicial el emblema de la Provincia.

“Para nosotros es una gran satisfacción que cuando se hacen los actos pueden aparecer los más chiquitos portando la bandera”, comentó la mujer. Además, el Diario se hace cargo del servicio de emergencia del establecimiento. “Para nosotros sería muy difícil pagarlo porque no tenemos cooperadora por lo que estamos muy agradecidos”, cerró Silva.

Alumnos premiados

Con algo de timidez, Sheila (8) de segundo grado contó que su materia favorita es matemática. “Me fascina hacer cuentas y estudiar las tablas”, dijo la pequeña que ha sido reconocida por su asistencia. “No me gusta faltar nunca porque quiero tener todas las tareas y si falto me las pierdo”, aseguró.

Milagros (11), de quinto grado, también elige las matemáticas como su área de estudio preferida. Ella es otra de las alumnas premiadas por no faltar nunca. “Muchas veces me ha tocado pasar a la bandera con mi mamá y ella se ha puesto muy contenta”, recordó.

Martín (12) y Camila (12) de séptimo, turno tarde, fueron otros ganadores por la asistencia. “Es que éste es nuestro último año y tenemos un muy lindo grupo de amigos”, expuso el chico que tiene pensado seguir la secundaria en Bellas Artes. Por su parte, su compañera que es abandera intentará ingresar a la Vicente Zapata. “Cuando no vengamos más vamos a extrañar mucho la escuela”, comentó.

La historia

La escuela 1-075 "Cordillera de los Andes" fue creada el 27 de mayo de 1909, aunque fue bautizada con ese nombre 80 años después. Su primer edificio estuvo ubicado en la calle Chacabuco de Godoy Cruz y más tarde, en 1921, fue trasladada a la calle Centenario del mismo departamento.

Recién en noviembre de 1931 fue bautizada por primera vez, con el nombre de "Manuel Belgrano" aunque al tiempo fue clausurada porque el establecimiento donde se encontraba estaba muy deteriorado.

Pasaron 30 años para que la escuela reiniciara sus actividades en el local de la Municipalidad de Godoy Cruz, en calle Perito Moreno. En los años siguientes la institución fue pasando por distintas direcciones hasta que en 1976 la Unión Vecinal del barrio metalúrgico "Augusto Timoteo Vandor" solicitó al presidente del Honorable Consejo Nacional de Educación la construcción de un edificio escolar propio, lo que se concretó en 1983 en su actual ubicación en Einstein y Nogolí del barrio Vandor, Villa Hipódromo.

En octubre de 1990, por una resolución del Ministerio de Educación, se le cambió el nombre por el de Cordillera de los Andes, nombre con el que se la conoce hasta hoy.

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