La historia de los clubes grandes está repleta de grandes apellidos. Algunos son más nuevos, otros son viejas glorias, pero lo que los une es el cariño y el recuerdo de los hinchas.
Por esa razón los simpatizantes de Gimnasia hicieron una votación para “bautizar” las tres plateas. Por el presente del club, sobre todo por los ascensos, el gran ganador fue el actual presidente Fernando Porreta, pero lejos de los flashes y manteniendo su bajo perfil, el titular Blanquinegro decidió bajarse del cumplido para dejar el lugar a uno de sus ídolos: Juan Gilberto Funes.
El “Búfalo” llegó en 1983 al Parque y al año siguiente se fue a Colombia a jugar en Millonarios, pero dejó su legado y por eso los hinchas lo reconocieron.
Una persona que acompañó y apoyó a Funes fue su mamá Marta, que recibió con mucha alegría la noticia del homenaje.
“Es una hermosa sensación porque desde Mendoza, Juan se fue a Colombia. Cuando se fue no estaba tan preocupada porque estaba cerca y una vez que terminaba de jugar se venía para San Luis. Estaba loco. Un día apareció y me dijo que se iba a Colombia... a mí se me cayeron las medias... No me gustó nada, pero me quedé callada”, contó Marta, del otro lado del teléfono.
“Si los dirigentes me invitan al homenaje, me gustaría ir porque a los mendocinos los quiero mucho, a pesar de que sufrí cuando Juan se me enfermó. Fui muchas veces a Mendoza y todos los querían, era un niño grandote. Además su hermano, Pablo, también fue futbolista y jugó en San Martín”, contó una madre que todavía transmite dolor cuando habla de “su” Juan.
Cada vez que Marta habla de Juan se le amontonan las palabras en la boca al hacer referencia a su bondad. “Era bueno, no tenía problemas con nadie. Una vez había un hincha de Gimnasia que lo insultaba y le decía ‘que tu madre esto, que tu madre lo otro’, cuando terminó el partido lo fue a buscar y le dijo, ‘te vine a buscar porque quería conocer a mi padre porque parece que conocés mucho a mi madre’. Yo le dije que estaba loco”, cerró la emocionada Marta.
No hay que dejar atrás el gesto de Fernando Porreta, quien se bajó para que la tribuna lleve el nombre de Funes con este comunicado.
“Le agradezco mucho a toda la gente que reconoció el esfuerzo y el trabajo que venimos realizando con humildad junto a toda la comisión directiva. Sólo con este gesto ya me siento orgulloso, pero creo que hay personas que han hecho mucho por el club y que no han sido reconocidas, por eso voy a dejar mi lugar para que le realicemos un gran homenaje a esos grandes”.
Hoy este Lobo tendrá en su tribuna que latirá más que nunca, ya que tendrá el corazón de Juan Gilberto Funes.
Un homenaje hecho de cemento
La platea alta del Víctor Legrotaglie finalmente tendrá su nombre. Ese gigante de cemento vivió muchos años sin tener un nombre oficial y finalmente será bautizado, gracias al voto de los hinchas.
Es la tribuna más familiar que tiene el estadio y por eso eligieron ponerle el nombre de un tipo simple y que siempre valoró la familia.