Desde la sanción de la ley 23548 sancionada en el gobierno de Alfonsín en 1988, que otorgaba sólo el 42% a la Nación, el 57% a las provincias y el 1% a un fondo para paliar las crisis provinciales, se ha evidenciado un avance desmedido, injusto e inequitativo por la Nación hacia las provincias.
Cabe señalar que en dicha época la Nación tenía a su cargo las empresas y sociedades del Estado (YPF, Aerolíneas, los puertos, caminos, escuelas, hospitales, etc). Con la asunción de Menem comenzó una política que ha continuado hasta nuestros días, cual es la de centralizar los recursos fiscales, en la mayoría de los casos hacia sus “regalones” gobernadores. También deberá recordarse que Menem privatizó la gran mayoría de las empresas y sociedades estatales y la Nación continuó, mediante decretos de necesidad y urgencia, violando la sabia ley de la administración de Alfonsín. Esta política continuó con de la Rúa, Duhalde y se agravó con la administración de Kirchner primero y Cristina Fernández después.
En mérito de la verdad, ¿qué hacer frente al escaso 40% que reciben las provincias y el resto se lo queda la Nación? ¿No ha llegado la hora de redistribuir los fondos que, de acuerdo con la Constitución Nacional, los impuestos directos son federales? La Nación gasta excesivamente en la cosa público ya que tiene ministerios que carecen de sentido tales como el de Modernización; Salud, Educación, salvo las universidades nacionales, Turismo, etc, que todo se encuentra en poder de las provincias.
Por tanto, para no quedar en la mera crítica, por qué nuestra Legislatura, en ejercicio de los arts. 99 inc. 2 y 22 de la Constitución Provincial no retoma sus facultades de percibir las contribuciones directas que por derecho le corresponden.
Quien escribe este artículo, siendo diputado provincial en el año 2005 presentó un proyecto en tal sentido y, por un voto en dicha Cámara, no obtuvo sanción. Por lo tanto, si tenemos la convicción de ser federalistas y defender nuestra Provincia debemos retomar lo que siempre debió ser nuestro. De lo contrario, seguiremos mendigando al presidente de turno para que éste construya poder en detrimento del conjunto provincial. No se trata de levantar la carpa montonera; se trata de dar a cada provincia lo que jamás debió perder.
En síntesis, deberá abrirse una instancia de negociación, de lo contrario habrá que romper el pacto federal fiscal para lograr provincias viables y un país mejor.
Juan Fernando Armagnague
Ex diputado prov. y nac, ex convencional constituyente