Con las semifinales de la Copa Libertadores a la vuelta de la esquina los planteles de River y Boca tuvieron que superar un control antidoping sorpresa que se realizó en ambos entrenamientos.
La autoridades de la Conmebol visitaron cada predio fue durante las primeras horas de la mañana, antes de comenzar con las prácticas, y los futbolistas elegidos para tomar las muestras fueron entre seis y siete, aunque no trascendieron los nombres.
Estos controles son habituales en la recta final del certamen que definirá al nuevo campeón de América. La ida de la llave entre los equipos argentinos se jugará el 1 de octubre, a las 21.30, en el Monumental, mientras que la revancha será el 22 en La Bombonera, a la misma hora.