El Barcelona, con un equipo lleno de suplentes, se clasificó para la final de la Copa del Rey al empatar en el partido de vuelta de semifinales en Valencia (1-1), gracias al 7-0 logrado hace una semana en el Camp Nou.
Será la sexta final para el Barcelona en los últimos ocho años, competición de la que es el vigente campeón y que ha ganado en 27 ocasiones (récord en el fútbol español).
Con la eliminatoria sentenciada tras la goleada en la ida (7-0) el técnico barcelonista Luis Enrique Martínez decidió dar descanso a muchos de los habituales y presentó en Mestalla un once inicial con un solo jugador que suele ser titular, el croata Ivan Rakitic.
Luis Enrique no quiso correr riesgos y dejó en Barcelona a los defensas Gerard Piqué y Javier Mascherano, el centrocampista Andrés Iniesta y al delantero uruguayo Luis Suárez, que no hubiesen podido jugar la final de haber visto una tarjeta en Mestalla.
Otros titulares como Neymar, Claudio Bravo, Jordi Alba, Dani Alves, Sergio Busquets y Arda Turan también se habían quedado descansando en Barcelona, mientras que el astro argentino Lionel Messi no viajó porque el martes se sometió a una pequeña intervención renal para solucionar los problemas que arrastraba desde el cólico nefrítico que sufrió en diciembre en el Mundial de Clubes.
El Valencia, que también se presentó con muchos suplentes al dar la eliminatoria por perdida, se adelantó con un tanto de Álvaro Negredo en la primera parte (38), pero el joven camerunés Wilfrid Kaptoum empató a poco para el final (83).
Superado el récord de Guardiola
Este empate lleva al equipo azulgrana a superar el récord de imbatibilidad del Barcelona de Pep Guardiola, con 29 partidos sin perder, pero restó importancia a esos números: "Estas cifras las valoraremos a final de temporada si al final nos sirve para ganar títulos".
El entrenador asturiano, no obstante, destacó el partido de su equipo. "Me voy muy contento con la intensidad y la actitud de mi equipo. No era fácil preparar un partido así".
El técnico valencianista, el inglés Gary Neville, muy cuestionado por los malos resultados, demostró en la conferencia de prensa que su cabeza estaba puesta en el partido del próximo sábado ante el Espanyol, un duelo entre dos equipos que se han visto inmersos en la lucha por la permanencia.
"Estoy agradecido a los aficionados que vinieron hoy. Algunos no han querido venir y están en su derecho. De cara al sábado, habrá un ambiente eléctrico. Mestalla estará lleno. Necesitamos a la afición de cara al sábado", declaró.
El otro finalista saldrá del partido que enfrente el jueves al Celta contra el Sevilla (19h30), que llega a Vigo con la ventaja lograda en la ida en el Estadio Sánchez Pizjuán (4-0).
La final de la Copa del Rey se disputará el próximo 21 de mayo en un estadio aún por determinar.