El caos que se produce en el tránsito de la Capital ha sido motivo de preocupación en las distintas gestiones municipales. Para solucionar los inconvenientes se implementaron diversas variables, desde la imposición del estacionamiento medido -una decisión criticada pero que también permite la movilidad vehicular- hasta el cambio de sentido de marcha en algunas arterias. Pero sin lugar a dudas, la medida que aportó mayores soluciones fue la coordinación en la red de semáforos del radio céntrico.
La ciudad de Mendoza presenta numerosas dificultades para ordenar el tránsito. Los canales que la rodean reducen la posibilidad de interconexión con los departamentos vecinos, mientras en el interior se multiplican las calles cortadas, como sucede, por ejemplo, con 9 de Julio, Amigorena o José Federico Moreno.
Así entonces, se reducen sustantivamente las arterias que permitan una conexión directa hacia los distintos puntos cardinales, a excepción del oeste. Sumado a ello, la circulación del Metrotranvía genera un doble efecto: por un lado es beneficioso porque transporta una cantidad importante de gente, pero por el otro el paso del pequeño convoy provoca que el tránsito se haga más lento, en ciertos momentos, en la circulación este-oeste.
Frente a ese ya de por sí complejo panorama, se agrega que el parque automotor creció casi geométricamente en los últimos años, mientras paralelamente no se ha producido variante alguna en el sistema de transporte colectivo de pasajeros que permita seducir a la gente a dejar el auto en su casa, aún a pesar de la diferencia de costos entre uno y otro. Con un hecho no menos sintomático: el 61% de los autos que ingresa a la ciudad de Mendoza lleva a bordo una sola persona y en más del 90% de los casos, el vehículo traslada a dos pasajeros o menos.
Otro de los inconvenientes se plantea porque la gran mayoría de las actividades tienen horarios similares.
Es así que en las primeras horas de la mañana o al mediodía la cantidad de vehículos que circulan por el radio céntrico se multiplica. Y si bien muchos organismos gubernamentales han abierto oficinas en el Gran Mendoza o los shoppings han permitido diversificar la actividad comercial, no quedan dudas de que gran parte de la actividad económica se desarrolla en la Capital.
También cabe mencionar que el Gran Mendoza necesita de obras de infraestructura importantes que permitan evitar el ingreso a la ciudad para trasladarse de un departamento a otro. Se anunciaron en numerosas oportunidades los anillos de circunvalación, obra con la que cuentan Córdoba, San Juan y San Luis, por ejemplo, pero esos anuncios nunca llegaron a concretarse.
Frente a este panorama más que complejo resultan importantes los objetivos alcanzados con la sincronización de la red semafórica en el radio céntrico. La coordinación ha permitido agilizar el tránsito en las principales arterias y los inconvenientes que se plantean en algunas calles son rápidamente solucionables.
Una iniciativa que comenzó a aplicarse en las calles de mayor circulación, como Paso de los Andes, Boulogne Sur Mer o Vicente Zapata-Colón-Arístides Villanueva, pero que poco a poco fue extendiéndose hacia el resto del radio céntrico. No se trata de la solución definitiva para mitigar los inconvenientes del tránsito en el radio céntrico; pero es un paso más que importante para evitar los caos vehiculares que eran habituales en las principales arterias.
