Por Fabián Galdi -editor de MÁS Deportes digital -
Un par de resultados desfavorables en la pasada mini serie de dos partidos frente a Uruguay y Venezuela hubieran reavivado la crisis política en la AFA y reactualizado el debate de por qué se definió que Edgardo Bauza fuera el entrenador de La Selección. Sin embargo, el 1-0 en el Malvinas Argentinas y la remontada que transformó un 0-2 en un 2-2 en Mérida dejaron al equipo nacional encaminado con firmeza rumbo a la clasificación hacia Rusia2018. Cabe imaginarse si en vez de 4 puntos sobre se hubieran conseguido menos; ergo, las críticas estarían hoy enfocadas en un triple frente: 1) la idea futbolística del Patón; 2) si ésta es o no conveniente para el juego de Lionel Messi; 3) la tan argentinizada vocación por ningunear y proyectar que la solución está en un tercero, por caso Diego Simeone o Marcelo Bielsa. Pero no: Argentina está a sólo un punto del líder - Uruguay - a quien ya venciera en Mendoza y con los seis puntos que Brasil ganó frente a Ecuador y Colombia, respectivamente, pareciera que los tres gigantes del fútbol sudamericano comienzan a tener el camino allanado hacia la próxima Copa del Mundo, mientras que los dos cupos que faltan (uno directo y el otro en repechaje) se resolverán entre colombianos, ecuatorianos y chilenos, con la posible inserción de los paraguayos.
Bauza, quien combina experiencia con logros de relieve, tiene muy en claro que llegó al cargo por descarte. No parece intimidarlo esta situación, porque en medio del caos que es la Asociación del Fútbol Argentino el grado de coherencia en proyectos es virtualmente nulo. Tras la renuncia de Gerardo Martino, la designación del reemplazante se pareció al efecto de una patada al hormiguero. El desfile de apellidos ganó el centro de la escena tal como si fuera un casting para artistas en el mundo del espectáculo. Inclusive, el candidato de Armando Pérez, a cargo del Comité de Regularización afista era Ramón Díaz. Un consenso entre los presidentes de los cinco grandes - Daniel Angelici, Rodolfo Donofrio, Matías Lammens, Víctor Blanco y Hugo Moyano - determinó que el rosarino fuera el elegido de manera unánime. Por más que el CdeR fuera avalado por la FIFA hasta mediados de junio del año próximo, lo cierto es que el peso institucional de Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo de Almagro, Racing Club e Independiente de Avellaneda inclinó la balanza.
Tampoco podría ufanarse Bauza de que él haya resuelto el regreso de Messi al seleccionado, tras la intempestiva decisión de la renuncia luego de la Copa América Centenario. Es más, el entrenador es una persona que hace su razón de ser del equilibrio emocional y de su capacidad para recuperar la basde de confianza de un plantel herido. Le pasó así en el San Lorenzo que venía del cimbronazo luego de la salida inesperada de Juan Antonio Pizzi y apenas seis meses después se coronó campeón de la Copa Libertadores 2014 por primera vez. También, con el Sao Paulo, que venía de tres fracasos consecutivos y que llegó a semifinales en la edición pasada del máximo torneo continental de clubes. Por más antecedentes en reflotar grupos en pendiente, lo cierto es que quien torció la postura firme del Barcelona fue el propio Leo y nadie más. La presión del Barça fue continua y taxativa, pero el cinco veces Balón de Oro optó por viajar en un charter hacia Ezeiza con hora de llegada a las 4 am sólo por su identificación con la albiceleste. La empatía con el DT se había despertado durante la charla a solas en la Ciudad Condal, pero en ese vínculo triangular espontáneo, el técnico terminó justificando posteriormente que el diez regresara hacia España en vez de viajar con el resto de la delegación rumbo a Venezuela.
Leo y Pipita, una dupla que por afinidad dentro y fuera de la cancha siempre fue natural para el equipo.
En el medio, a menos de un mes para qure se reinicien las eliminatorias sudamericanas, el Patón tendrá que rendirse ante las evidencias. Previo a su reunión con Messi, el director técnico mantuvo una charla a fondo con Gonzalo Higuain, a quien le ratificó su apoyo para mantenerlo como el delantero centro del equipo nacional. Como en esos momentos se estaba por definir el traspaso desde el Nápoli a la Juventus, la propia situación estresante y un ligero sobrepeso implicaban que la llave Uruguay/Venezuela quedaba descartada para Pipita. No así la que viene, contra peruanos y paraguayos en octubre próximo. Inclusive, el hoy atacante de la Juve le marcó dos tantos a Perú en las únicas veces que lo enfrentó: uno en el 2-1, en River, en 2009 (la noche del gol de Martín Palermo bajo la lluvia), bajo la conducción de Diego Maradona; el otro, en el 1-1 en Lima, ya con Alejandro Sabella como cabeza de grupo. Si Bauza es afín a las estadísticas, no debería sorprender que el exRiver y Real Madrid volviera en cuatro semanas al plantel argentino. Y más con su coequiper bianconeri Paulo Dybala.
Las grandes decisiones que deberá tomar el sucesor del Tata pasan hoy más por el plano táctico que por el anímico. Una serie que repita el 4/6 o lo supere estará prácticamente asegurando un cupo en Rusia. Sin embargo, el aporte positivo de Lucas Pratto puede verse puesto en duda si es que Messi prefiere volver a encontarse en el ataque con Higuain. También debe definirse si Kun Agüero regresa y si en ese caso terciará por un lugar en el ataque. Las características del hoy atacante del Atlético Mineiro y del de Manchester City tienen pocos puntos de contacto; en cambio, el de La Vecchia Signora parece tener ese plus de mixturar el volumen de juego de los dos anteriores y éso lo puede beneficiar a Leo.
En cuanto a sus antecesores, Sergio Batista debió lidiar con el conflicto latente entre la base del plantel y Carlos Tevez, quien le seguía recriminando a Julio Grondona la falta de palabra en sostener a Maradona. Pachorra se sacó de encima el problema con determinación y rapidez: nunca en sus cuatro años de trabajo con la Selección convocó al Apache. A Martino, el fantasma de la derrota contra Chile en 2015 le quitó respaldo aún habiendo llegado a la final un año más tarde en Nueva Jersey y su falta de apoyo dirigencial lo terminó forzando a alejarse del cargo cuando los clubes no le cedían futbolistas para Rio 2016.
Hoy, Bauza demuestra ser autosuficiente para encarar situaciones internas y reacomodar el tablero con cada pieza en su casilla. Aunque parezca extraño, el caso de la convocatoria o no de Higuain - impuesta por el anuncio del DT en agosto - puede transformársele en un boomerang si es que no toma decisiones en no más de un par de semanas. El Patón lo tiene claro, aunque pueda llegar a minimizarlo.