Hasta un niño pequeño puede poner la mesa, pero convertirla en una mesa espléndida para un desayuno especial o una fiesta familiar es todo un arte. Para cautivar a los comensales hacen falta un par de trucos.
Para conocerlos, se consultó a varios directores creativos y expertos del sector manufacturero de la porcelana, ya que ellos no sólo idean diseños de vajilla, sino que también piensan en términos de conceptos integrales para, por ejemplo, ilustrar el catálogo de ventas. Tres expertos revelan cómo transformar una vajilla para desayunos o cafés con amigos en todo un acontecimiento:
Pequeños objetos llamativos
Las decoraciones pueden generar entusiasmo: brindan un tema del que hablar y demuestran que se ha puesto empeño en poner la mesa.
Actualmente no está de moda la opulencia, sino más bien los pequeños detalles. Es así como Niels Bastrup, director creativo de la empresa de vajilla Royal Copenhagen, recomienda elegir decoraciones que hagan referencia a la primavera.
"Puede ser una cinta de color alrededor de la servilleta en colores primaverales", afirma. También se puede poner una flor bonita sobre la servilleta colocada encima del plato.
Para los expertos, las flores no pueden faltar. "Para Pascuas también se pueden usar ramitas y atarles, por ejemplo, un huevito de Pascua", recomienda Trine van der Valk Rasmussen, director de marketing de Kähler Design. Simone Struve, portavoz de Villeruy & Boch, propone una alternativa verde poco usual: colocar sobre la mesa pequeñas zanahorias con hojas en lugar de flores.
Para Bastrup, otro elemento imprescindible son las velas: "Soy danés y en mi país suele estar muchas veces oscuro. Siempre tenemos velas, sea para el desayuno o la cena, sea martes, jueves, domingo o día de fiesta", afirma.
Sumar piezas heredadas
No todas las piezas de la vajilla que se ponen sobre la mesa deben formar parte de la misma serie. Incluso los estilistas de las mesas para los catálogos de Royal Design buscan piezas especiales para sumar a la mesa. "Pueden ser una azucarera de la abuela o una tetera heredada de la tía", dice Bastrup.
Pero también pequeños objetos que parecen inútiles como un portador de tostadas, que ya casi no se usa, pueden darle un toque especial a la presentación. Si no cuenta con nada similar en casa, vaya a un mercado de pulgas: seguro encuentra algo.
Formar grupos
Cuando se trata de ocasiones especiales, las mesas suelen estar superpobladas. Bastrup recomienda crear cierto orden y generar tranquilidad óptica agrupando algunos elementos. Por ejemplo: la azucarera y la lechera pueden colocarse junto a otros pequeños objetos sobre una bandejita.
Atención: tienen que ser bandejas o platos que se diferencien del resto de la vajilla por su color, pero que queden bien en la mesa. Si usa vajilla blanca, puede ser un plato de madera oscura sobre un mantel beige.
Apoyar la comida cromáticamente
Una cosa es una mesa bien puesta, con una decoración colorida y acorde, pero cuidado: ópticamente, una comida especialmente colorida puede perturbar la armonía.
Si, por ejemplo, sirve una ensalada verde con tomates rojos y ajíes amarillos, "quizá sea mejor colocarla en una fuente de un solo tono para que no sea demasiado colorinche", afirma Rasmussen. "Además, las decoraciones de mesa simples se ven más modernas", agrega.
Esmerarse
"Cuando el invitado nota que uno se esmeró se siente más bienvenido, se alegra", dice el director creativo Bastrup. Esto se logra con pequeños detalles, como colocar la mermelada en un pequeño platito y no servirla con el frasco de vidrio.
Las tarjetas con el nombre de los invitados también son percibidas como un gesto especial. "Lo lindo de esto es que así se divierten los dos, el invitado y el anfitrión", dice Bastrup. "Tampoco se trata de poner la mesa siempre de forma perfecta y super lograda", añade.