El grueso de los gobernadores dio un fuerte apoyo al proyecto de ley de pago a los holdouts. Ayer, en el plenario de las comisiones del Senado que está analizando la media sanción que el miércoles dio la Cámara de Diputados, 18 mandatarios provinciales y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires brindaron sus puntos de vistas sobre la iniciativa que le permitirá salir al país del default.
El peso de las opiniones de los gobernadores fue leído como un elemento determinante para que el oficialismo -que está en franca minoría en el Senado- consiga los aliados necesarios para convertir en ley la iniciativa el próximo 30.
Sólo el vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, recomendó el voto negativo y desplegó las críticas que hace el “cristinismo” sobre la norma. A él hay que sumar el peronista no kirchnerista Alberto Rodríguez Saá, que directamente impugnó la deuda externa argentina. Su postura sorprendió por que los diputados de su partido avalaron la norma.
El resto de los mandatarios levantaron sus pulgares, desde los oficialistas Alfredo Cornejo (Mendoza) o María Eugenia Vidal (Buenos Aires) hasta los peronistas no kirchneristas como Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta).
Por otro lado, dirigentes más cercanos ideológicamente a la anterior administración nacional de Cristina de Kirchner, como el entrerriano Gustavo Bordet, el chaqueño Domingo Peppo, la fueguina Rosana Bertone o el misionero Hugo Passalacqua dejaron al descubierto que en este tema ya no obedecen a la ex presidenta.
También se manifestaron a favor el radical Gerardo Morales (Jujuy), los peronistas Sergio Uñac (San Juan) y Sergio Casas (La Rioja), el socialista Miguel Lifschitz (Santa Fe) y el peronista no K Mario Das Neves (Chubut). A ellos se sumaron voces de partidos provinciales como los vehementes apoyos que dieron Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino, y Alberto Weretilneck, del Frente Grande de Río Negro. El último que disertó fue el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (Pro).
Párrafo aparte merece la catamarqueña Lucía Corpacci que apoyó con condiciones.
Los únicos mandatarios que no asistieron fueron el pampeano Carlos Verna, el formoseño Gildo Insfrán, la santiagueña Claudia de Zamora, el tucumano Juan Manzur y el correntino Ricardo Colombi. Los dos primeros faltazos llamaron la atención porque se trata de los dos peronistas menos convencidos del acuerdo de sus pares con la Casa Rosada por la devolución del 15% de la coparticipación.
Los argumentos
Las exposiciones de los gobernadores tuvieron matices y muchas coincidencias. El mendocino Cornejo fue el primero en hablar y el único que admitió que su provincia saldrá a tomar crédito urgentemente para afrontar un déficit heredado del kirchnerismo de 12.000 millones de pesos. Cuando una legisladora K, María Labado (Santa Cruz) lo increpó, el radical respondió: “¿Qué debo hacer, echar a 15.000 mendocinos del Estado?”.
La bonaerense Vidal también cuestionó la herencia que le dejó Daniel Scioli: “Tenemos una deuda de 20.000 millones de pesos”, sostuvo. Pero agregó que buscará 4.000 millones de dólares -ya colocó 1.200 millones la semana pasada- para hacer infraestructura básica.
Gobernadores que están dentro del Frente para la Victoria (FpV) justificaron el apoyo a la ley por las posibilidades de conseguir financiamiento para el desarrollo. Es el caso del sanjuanino Uñac o del misionero Passalacqua.
Éste último, junto al radical Morales, agregó que es necesario que la Argentina acceda a financiamiento barato porque la Nación le devolverá 3% de la coparticipación a las provincias con Letras, que deberán colocarse a tasas convenientes.
La visita de los caciques territoriales fue pedida por el presidente del bloque del PJ-FpV, Miguel Pichetto, quien busca apoyos en su nutrida bancada de 39 senadores. En el oficialismo creen que la norma saldrá con amplio respaldo, como sucedió en Diputados. Marcan que “ya hay 30 o 35” senadores a favor. Para ganar la votación necesitan un piso de 37. Cambiemos confía en que la visita de los gobernadores haya terminado de inclinar la cancha para superar la meta holgadamente.
El único problema que podría tener el oficialismo es que el peronismo le haga cambios a la media sanción y ésta deba volver a Diputados. Esta posibilidad fue insinuada por socios del Gobierno como la puntana Liliana Negre y tiene eco en parte del FpV de Pichetto. El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, consideró que demorar la sanción definitiva sería “irresponsable”.
Sucede que se avanza contrarreloj porque el juez Thomas Griesa mantendrá los acuerdos entre la Argentina y los holdouts hasta el 14 de abril y antes de esa fecha el país deberá emitir deuda por 12.500 millones de dólares en Estados Unidos para pagarle a los fondos buitre.
Hasta ahora, el rechazo es sostenido por el peronismo cristinista, que tiene una decena de votos y por el cineasta Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur).
