Es Bernardi y su doble cara. La que se refleja y marca el sello a la hora de analizar la realidad futbolística del equipo.
Y es que contracara es el título que mejor le cabe a la novela del rosarino con el Tomba, con caminos muy diferentes en este año.
“La prioridad es el campeonato, pensando en los próximos campeonatos”. Esta fue la declaración del entrenador allá por enero apenas se puso el buzo tombino, cuando la Copa Libertadores aún era un sueño por descubrir, en un grupo que parecía imposible de competir de la manera más fuerte.
La temporada en este 2017 ha transcurrido con indisimulables altibajos para el elenco mendocino. Cuando la mirada principal estaba puesta en el torneo doméstico, la historia se dio vuelta y la Libertadores terminó siendo un objetivo cumplido con sabor a histórico.
A la hora de los hechos y los resultados conseguidos en ambos campeonatos, y más allá de la rotación de futbolistas, las palabras de Bernardi quedan archivadas en un cajón de la Bodega.
Se le abrió el camino... La idea en un principio tenía que ver con ver qué pasaba en la Copa, sabiendo que Atlético Mineiro y Libertad de Paraguay eran los máximos candidatos . “Vamos a intentar competir competir y estar a la altura”, explico el conductor.
Sin dudas ni el más optimista hincha Bodeguero podía imaginar la gran campaña a nivel internacional.
Con rendimientos más sólidos que en el ámbito local, el conjunto se encuentra invicto, ganó tres encuentros y entró en la historia grande clasificando a los octavos de final por primera vez.
El equipo fue tomando confianza con el empate en el debut contra los brasileros- tuvo una buena actuación-, pero el golpe tremendo lo da con la victoria en Asunción. Después, sin brillar, se fortaleció con Sport Boys y supo conseguir el punto que le faltaba para pasar de fase.
Ahora resta ver en qué posición termina ubicado en la zona y su rival en el mano a mano, ilusionado con seguir adelante.
No hace pie. Siendo lo más importante para los protagonistas, el torneo viene siendo un pasaje tormentoso para el adiestrador y su elenco.
Todos coinciden en que es vital sacar puntos para evitar dolores de cabeza en el futuro, de cara a la depuración que se viene y los descensos.
Pero la mano no viene bien y le cuesta hacer pie, con rendimientos colectivos bajos-en su gran mayoría- y poca cosecha de unidades desde que el ex DT de Newell’s y Arsenal comanda el barco.
Viendo lo que podía darse en la Copa y la agenda cargada que le tocó vivir, optó por modificar muchos apellidos y, además, poner en cancha un once alternativo, tal es el caso de la derrota a manos de Colón de Santa Fe. Una acción que se contradijo con su discurso inicial.
Los números no son los mejores en el certamen y la campaña está lejos de conformar a la dirigencia, ya que sólo pudo abrochar 11 puntos en nueve partidos jugados. A esto se suma que algunos planteos tácticos de Bernardi no gustaron y provocaron un sinfín de rumores en cuanto a una posible salida del cargo.
El conductor sabe que se juega mucho y necesita cambiar la imagen con urgencia para encontrar tranquilidad.
Y sin dudas que el clásico contra San Martín (SJ) será una prueba de fuego.