El 2018 no fue un buen año en lo que a nevadas se refiere. Las escasas precipitaciones en Alta Montaña -situación ya sostenida durante los últimos años- auguraron un año hídrico más que complicado, sobre todo para el acopio de agua en los diques y embalses.
De hecho, en diciembre, el director de Gestión Hídrica de Irrigación, Rubén Villodas indicó -con marcada preocupación- que recién en abril el dique Potrerillos (cuenca del río Mendoza) iba a tener una capacidad que superara 80%.
No obstante, la situación mejoró desde fin de año y las altas temperaturas en la cordillera influyeron para acelerar el deshielo. De esta manera, Potrerillos, que abastece de agua para el Gran Mendoza, está en 97% de su capacidad. Ya desde lo paisajístico y sin ahondar en detalles técnicos-, con sólo echar un vistazo al espejo de agua ubicado en la ruta a Chile se observa un panorama mucho más alentador que aquel que se evidenciaba a fines de 2018, que tenía a la tierra agrietada y hasta embarcaciones apoyadas en el suelo como postales más alarmantes.
"En el pronóstico de escurrimiento elaborado por Irrigación en octubre estaba prevista esta recuperación para comienzos de marzo; aunque la realidad es que viene bajando por el caudal de los ríos un poco más del agua que teníamos pronosticada", resaltó a Los Andes el subdelegado del Río Mendoza, Ricardo Nórdeston. En su momento más seco, la capacidad llegó a estar por debajo de 45%.
Deshielo preocupante
El técnico destacó que el agua que está llegando al dique Potrerillos no corresponde únicamente a la nieve acumulada durante el invierno pasado -realmente fueron muy pocas-; sino que también es producto del deshielo de algunos glaciares de altura y que también evidencian las consecuencias de un enero y febrero caluroso en Alta Montaña.
En la situación actual de Potrerillos también repercute otro detalle: la "canilla" del dique para riego está medio cerrada. Esto significa que se está dotando de cupos a los regantes de a uno por vez, y cada 3 días. "Con esta situación nos aseguramos tener el agua para la primavera -que es la etapa más crítica-, independientemente de si llega a nevar o no. Porque es cuando empieza a crecer la demanda y el consumo de agua, pero en agosto y setiembre no hay deshielos aún. Entonces ahí es cuando se eroga más de la que llega y baja la capacidad. Pasa todos los años", explicó Nórdeston.
A partir de marzo, la temperatura baja y el agua que sale del embalse es casi la misma que ingresa. De esta manera -y de no mediar inconvenientes-, el nivel actual debería mantenerse durante todo el invierno y otoño.
Los otros diques
En Agua del Toro-Reyunos (río Diamante), el nivel alcanza 68% (2% más que en diciembre) con 366 hm3 de los 540 hm3 de capacidad plena sumando los dos embalses. El Carrizal (río Tunuyán) mantiene su nivel en comparación a hace 3 meses (43%); y los embalses Nihuil y Valle Grande (río Atuel) están por debajo de lo medido en diciembre.
Mendoza, sede de un importante congreso
Este jueves y viernes, la Provincia será sede de uno de los encuentros más importantes a nivel internacional para el "mundo del agua".
Se trata del II Congreso y Exposición Internacional "Agua para el futuro", organizado por el Departamento General de Irrigación con la colaboración del Gobierno de la Nación, de la Provincia y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Más de 100 disertantes de todo el mundo participarán del encuentro que se desarrollará en las naves Cultural y universitaria (en el Parque Central).
Los lineamientos principales de este congreso rondan en torno a la Seguridad Hídrica y Gobernanza, frente a los desafíos que generan los efectos del cambio climático. Además, el encuentro busca debatir e intercambiar experiencias que proyectarán acciones sobre el uso, cantidad y calidad del agua mundial.