El grupo murguero Victoriosos del sol realizará talleres para los chicos de dos centros educativos de Malargüe en una nueva apuesta para encaminar a jóvenes y alejarlos de “la droga, el alcoholismo y la delincuencia”, según explicaron desde la comuna local.
Si bien éste es un departamento que se caracteriza por su tranquilidad, en los últimos meses algunos hechos delictivos prendieron la luz roja en la comunidad. Robos a mano armada, motochorros, saqueos de viviendas con sus ocupantes en el interior, entre otros, sumados a falta de recursos en la Comisaría 24, hicieron que los vecinos exigieran soluciones.
El Ministerio de Seguridad de la Provincia y la Municipalidad buscaron distintas alternativas. Entre ellas, las autoridades locales decidieron crear la Dirección de Seguridad Ciudadana, a cargo de Sandro Canales, y uno de sus ejes ha sido trabajar junto con distintos sectores en la comunidad, entendiendo que la inseguridad es un problema de desarrollo humano y no sólo policial.
En esta línea es que el área busca promover el trabajo con los jóvenes. “Estamos teniendo problemas de todo tipo. Se etiqueta, se criminaliza la pobreza, entonces los chicos tienen la dificultad de que no se pueden insertar en la comunidad y se encaminan en el consumo de alcohol y las drogas, al haber perdido la esperanza de una vida mejor”, explicó el funcionario.
Dijo que no se debe invertir tanto en cárceles o penas más fuertes para los delincuentes, “porque esto profundiza el problema”, sino que se debe hacer foco en la prevención del delito apostando a la cultura y a la educación y, bajo este concepto, es que se llegó a un acuerdo con la murga Victoriosos del sol.
El acuerdo consiste en que los murgueros dispondrán de una movilidad para poder viajar a distintos eventos a cambio de que den talleres en los Centro de Educación Básica de Jóvenes y Adultos (Cejba), “donde hay jóvenes que no habían terminado la escuela por alguna razón como problemas de conducta u otros, o porque han estado judicializados o en situación de encierro”, detalló.
El Municipio habilitará un colectivo para que los “Victoriosos” puedan participar de carnavales de murgas e invitar a los jóvenes de distintos barrios. Con esto, expresó Canales, se busca que estos chicos sean ejemplos de la sociedad e incentiven a otros a seguir el mismo camino.
Por su parte, el líder del grupo, Juan Manuel Centeno (35), comentó que cuando él era niño tenía dislexia y sufrió bullying por parte de sus compañeros pero que, en el secundario, su cable a tierra fueron las acciones que los condujeron a problemas de conducta, violencia, armas y, en dos oportunidades terminar en prisión. Por ello, fue derivado a un centro de rehabilitación donde, durante los tres años en los que estuvo en ese lugar, estudió y egresó como operador terapéutico.
“Allí comenzó el camino de mirar al joven como una herramienta de transformación y comenzamos con el proyecto de la murga, cuyo objetivo era la inclusión de los jóvenes”, relató.
Con los Victoriosos del sol dio sus primeros pasos en Chile, luego en los barrios Campo Papa y La Gloria en el departamento de Godoy Cruz y finalmente, hace 5 años, desembarcó en Malargüe. Sus comienzos ahí fueron en el barrio Portal del Sol, ubicado en la zona este del casco urbano de la ciudad malargüina y en ese entonces los problemas entre los jóvenes y la policía eran recurrentes.
“Nuestro trabajo fue cambiar la cabeza a los pibes -recuerda con satisfacción-, pero no les decíamos qué pensar sino que les dábamos herramientas para que ellos no tuvieran la mente vacía”, ejemplificó.
Actualmente, los chicos que integran la murga son 23, de distintas edades y barrios. Ellos sienten que quieren ser protagonistas, afirma Centeno. Según comentaron durante la charla, muchas veces se les cerraron las puertas y algunos de ellos, por tener antecedentes, no consiguen trabajo.
El convenio les permitirá dar talleres sobre violencia y adicciones a través de dinámicas lúdicas. Los receptores de estos cursos serán estudiantes de dos Cejba.
Tanto los integrantes de los Victoriosos como quienes se integren a ellos podrán ser parte de un movimiento sureño de murgas donde cada uno muestra el trabajo social que realiza en su barrio. También es tarea no muy fácil, el ubicar lugares y momentos para que los chicos muestren lo aprendido.
“Llegarle a los pibes de igual a igual me hace sentir fuerte y el abrazo de contención nos llena de orgullo”, destacó Centeno, quien no cesa de intentar incorporar a más chicos al grupo.
