Conte, Urbano, Pedroza: las que rompieron una tradición

Dueñas de una gran voluntad, vencieron todos los prejuicios en una disciplina que se pensaba masculina. Ellas hicieron una carrera deportiva sólida y exitosa.

Conte, Urbano, Pedroza: las que rompieron una tradición

En tiempos en los que el deporte de los botes solo estaba reservado para la categoría masculina, ellas supieron ganarse un lugar y traer lauros gloriosos a las vitrinas del Club Mendoza de Regatas y la Asociación Argentina. Hubo que vencer preconceptos y demostrar que ellas también podían destacarse y sumar medallas, tanto en individual, como en botes múltiples. Más Deportes habló con Patricia Conte, Elina Urbano y Fabiana Pedroza.

A la edad de 12 años, Fabiana descubrió un deporte diferente a los más difundidos o habituales. Por entonces, la mayoría de sus amigas o compañeras de colegio se inclinaban por el voley; el básquet o el atletismo.  La natación también sumaba chicas en la pileta del club del Lago, pero de repente y mezclada con los varones, la inquieta jovencita con edad pre adolescente se subió a los botes.

"A medida que fui creciendo, veía con tristeza como mis compañeras dejaban. No me desanime y seguí. Pasaron los años y por fin se incluyó en los calendarios a los campeonatos argentinos femeninos", nos decía.

Andrea Piugdengolas; Ana Müller y Griselda Sansó junto a Pedroza, forman parte de la primer camada de remeras de nuestra provincia.

Cuando llegó Patricia Conte en 1988, se consagró campeona nacional en la categoría doble par, y posteriormente con Elina Urbano a partir de 1990 y hasta el ‘94 ganó todo. En 1995 decidió dejar la alta competencia para dedicarse a su familia, pero el bichito del remo, adormecido por unos años, la invitó a retornar en estos tiempos para sobresalir en la categoría Máster.

Conte resultó medalla de oro en los XII Juegos Panamericanos 1995 de Mar del Plata; medalla de oro en los XIII Juegos Panamericanos 1999 de Winnipeg, Canadá; medalla de bronce el 26 de agosto en el Mundial Senior 2001 de Lucerna, Suiza y medalla de plata en el Mundial Senior 2008 de Colonia, Alemania por citar algunas de las preseas más valiosas compartidas con Elina.

Escribió Haydée Magnani al comienzo de una semblanza personal que hizo de Patricia:  “llegó al club a los ocho meses de edad en los brazos de sus padres Santiago y María Inés. Seguro que el murmullo del agua fue la canción de cuna que le señaló su futuro”.

Poética presentación de  aquella pequeña criatura que cuando aprendió a nadar en la feliz época de la infancia solo se metía a la pileta chica porque le tenía temor a la más grande. Y que mucho tiempo después cuando empezó a remar  no estaba muy convencida de lo que hacía porque su prioridad pasaba por el estudio que completó en el Colegio María Auxiliadora en el ciclo primario y en la Técnica-Química Capitán Vázquez en el secundario.

Hasta que egresó con el título de Ingeniera Agrónoma de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo luego de interesarse primero por la carrera de Farmacia y después por el profesorado de Educación Física.

En la actualidad, cuando el remo es un hermoso recuerdo, ejerce su profesión de ingeniera en tareas de asesoramiento a productores y empresas en general en la zona del Valle de Uco donde viaja periódicamente.

Patricia le contó a Más Deportes: "llegué al remo un poco por curiosidad y otro poco por entretenimiento. Como si se tratara de un juego, de una diversión. En esa época tenía alrededor de 16 años y me interesaba mucho  más completar el ciclo secundario y pensaba en una carrera universitaria. Me convenció una prima que me pidió que la acompañara a practicar en la escuela de remo que funcionaba en el club. Sin embargo con el paso del tiempo me lo tomé muy en serio y comencé a participar de manera competitiva lo que nunca antes me hubiera imaginado".

“Gané varias pruebas en single y obtuve un segundo puesto a nivel nacional que me colmó de satisfacción y de nuevas energías. Parecía que tenía condiciones, como que si me entrenaba con responsabilidad y le ponía esfuerzo y empeño podía progresar, mejorar mi técnica y alcanzar progresivamente otros logros. A los 20 años fui convocada para integrar un doble par junior con Laura Tirón con quien nos complementamos muy bien y ganamos en nuestra categoría el Sudamericano en Uruguay”.

“También representé al país con un segundo puesto en la Regata Internacional ECO en Río de Janeiro y participé en el Argentino de San Nicolás en un doble par con Fabiana Pedroza. En el ‘92 gané la selectiva en el Tigre y me clasifiqué para el Mundial de Montreal donde viajé con el apoyo del Club y de la Secretaría de Deportes de la Nación. Como entrenador viajó Alberto Demiddi que era una de las figuras más representativas del remo argentino por el título mundial que había alcanzado”.

“Sin embargo no pude intervenir por un problema de salud, pero si lo hice en el Sudamericano de Melilla. Esos años resultaron muy valiosos por la dedicación y el trabajo serio y responsable del profesor Juan Pablo Mahnic en la Escuela de Remo del club que favoreció a las mujeres que entonces remábamos diariamente porque teníamos que competir y deseábamos superarnos”.

Después de obtener en 1992 y 1993 el Huarpe que entonces otorgaba el Círculo de Periodistas Deportivos de Mendoza y de representar a la Argentina en distintas competencias en single o doble par en Bélgica, Italia y los Estados Unidos comenzó una nueva etapa para Patricia al formar pareja deportiva con Elina Urbano que provenía del atletismo como especialista en salto en alto y que en 1980 había obtenido la Cruz al Mérito Deportivo.

La atleta palmirense había ganado ocho veces de manera consecutiva el Triatlón Vendimia desde su primera edición a partir de 1987 y había debutado en la Regata Vendimia en peso ligero en 1994. En 1995 ambas se consagraron ganadoras del doble par ligero en los Juegos Panamericanos realizados ese año en la Laguna de los Padres en la Provincia de Buenos Aires y en diciembre de ese año triunfaron en el Sudamericano de Mar del Plata en el doble par peso ligero y en el cuatro junto a Julia Garisoain y Marisa Peguri.

Al año siguiente integraron la delegación argentina que participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 en los que Elina se clasificó sexta en la serie eliminatoria del Single Scull y Patricia fue suplente.

A partir de entonces sería imposible enumerar la seguidilla de victorias que obtuvieron en distintas pruebas, distancias y escenarios: El Tigre, Río Santiago, San Nicolás (Rosario), Dique Ullum (San Juan), Laguna de San Pedro (Chile), Valparaíso (Chile), Mercedes (Uruguay), Pista de Xochimilco y Quetzalcoatl (México), Laguna da Freitas (Río de Janeiro) Lago de Beetzee (Alemania), Alto Paraná y Puerto Sajonia (Paraguay) y Pucón (Chile) entre muchos más. Ganaron también el Doble Par Senior en el Tigre y recibieron el premio “Falúa” instituido por la Prefectura Naval Argentina por haber logrado la mayor cantidad de triunfos entre 1999 y 2000.

“El remo resultó una parte importante de mi vida que me permitió viajar, conocer gente, relacionarme, hacer amigos. Disfruté de la gloria, triunfos, títulos y premios que me llenaron de un lógico orgullo. También sufrí el lógico desgaste del intenso entrenamiento y de la competencia semanal. Con Elina a la que recuerdo siempre con gran cariño compartí muy bellos momentos porque corrimos juntas desde fines del ‘94 hasta el 2000 y fueron años de muchos éxitos. Es como si ahora viviera otra vida, en la que me han quedado muy buenos recuerdos del remo y del deporte”, concluyó Patricia Conte.

Atleta completa y multicampeona

Resumir en pocas líneas la carrera deportiva de Elina Urbano es casi imposible. Obviar su anterior participación en triatlón y el atletismo, sin mencionar que fue tentada para integrar el equipo nacional de ciclismo sería un error gravísimo.

“Mi meta era estar en los Panamericanos de Mar del Plata en 1995. Me habían ofrecido ser integrante de las selecciones de dos deportes: el triatlón y la selección de ciclismo, pero si bien no tenía experiencia, el remo representaba mi mayor desafío. Sabía que si aprendía la técnica, los resultados se darían”,  recordó emocionada la varias veces medallista panamericana.

Fue entonces como de la mano del profesor Luis Negri, comenzó a viajar diariamente desde Palmira al Parque General San Martin para acumular un número de logros aún inigualados.

Fue singlista en Atlanta 1996, donde por problemas de apoyo y de logística, muy habituales en esos años, ocupó el puesto 17. “Teníamos botes prestados y para ahorrar no nos alimentábamos y descansábamos muy mal”, contaba entre risas y algún dejo de bronca.

Primero en el ‘88 con Pedroza y desde el '94 en adelante con Patricia Conte trazó una carrera de éxito. Hoy tiene un proyecto para desarrollar el remos en la laguna de Palmira. Según el entrenador de remo del Club Mendoza de Regatas y coordinador de la Secretaria de deportes de la Nación, Pablo Scuri “Elina deberá ser tarde o temprano parte del equipo de entrenadores de las selecciones nacionales.

Ojalá la Municipalidad de San Martín la apoye y logren construir un galpón para guardar tres botes escuelas que posibiliten el aprendizaje de los chicos y jóvenes del Este de Mendoza”.

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