La contaminación del aire en el territorio mendocino, especialmente en la capital, no obstante ser una ciudad bosque, y en el Gran Mendoza, es alta. Los técnicos aseveran que la problemática de la calidad del aire en Mendoza está estrechamente relacionada con el transporte público de pasajeros, el intenso tráfico vehicular particular, la meteorología (zona semiárida) y la quema de residuos orgánicos a cielo abierto, principalmente en Godoy Cruz, Las Heras y Luján de Cuyo. Los habitantes no siempre prestamos la debida atención a los ruidos contaminantes, a los escapes de los vehículos motorizados, a los cursos de agua colmados de basura.
Recientemente se realizaron en la Legislatura unas jornadas sobre "Calidad de aire, su legislación y gestión en la provincia de Mendoza", con la participación de organismos de investigación universitarios y de gestión del Gobierno provincial, representado por la Dirección de Protección Ambiental. La iniciativa fue del senador Marcelo Rubio.
El objetivo principal del encuentro fue sensibilizar sobre la problemática de la contaminación atmosférica mediante la difusión de las investigaciones y estudios realizados en la UNCuyo, la UTN-Regional Mendoza, el Conicet y reparticiones gubernamentales.
La convocatoria fue por el tema de la calidad del aire, problemática que nos impacta a todos los mendocinos y cuyas causas y desafíos son necesarios conocer. El problema es delicado porque va en aumento y no se observa una reacción y una gestión determinadas en el gobierno ni es un asunto que esté, pese a sus consecuencias, muy instalado entre la gente.
La Organización Mundial de la Salud (OSM) indica que más de 100 millones de personas en América Latina y el Caribe están expuestas a niveles de contaminantes del aire que exceden los valores guía recomendados. En el Gran Mendoza la contaminación atmosférica afecta la salud, y está agudizada por su particular situación geográfica local.
De acuerdo a un trabajo de la licenciada Romina Benítez, del Instituto Multidisciplinario de Ciencias Ambientales, de la UNCuyo (coautoría de David Allende, de la UTN Regional Mendoza), la mayoría de las fuentes de contaminación del aire exterior están más allá del control de las personas, y requieren medidas por parte de las ciudades, así como de las instancias normativas nacionales e internacionales en sectores tales como transporte, gestión de residuos energéticos, construcción y agricultura.
En el Gran Mendoza, uno de los problemas ambientales críticos es la contaminación atmosférica, agudizada por la particular situación geográfica y meteorológica, y la escasez e inadecuada disposición de espacios verdes, que impiden la disminución del impacto de gases. La demanda de movilidad de la población crece y con ella su demanda de transporte motorizado tanto público como privado.
Entonces, los diagnósticos existen y son valiosos. De ellos se desprende que en el Área Metropolitana de Mendoza la contaminación del aire proviene en un 70% de fuentes móviles y en un 30% de fuentes fijas.
Los organismos de Estado deben comenzar a hacer cumplir las recomendaciones de los técnicos. Pronto, de manera urgente. No se puede concebir que no podamos subsanar problemas más o menos sencillos como escapes libres, especialmente en motos.
El gobierno tiene leyes ambientales y los municipios también disponen de normativas. Deben ser aplicadas de inmediato para disminuir los niveles de contaminación y contribuir a bajar los niveles de deterioro de la salud de los habitantes.
