Sugieren no abusar de bebidas energizantes

En dos latas hay la mitad del máximo de cafeína recomendado para consumir. Especialistas alertan sobre riesgo de arritmias en jóvenes sanos, que son los que más consumen. Y además, por su combinación con otras sustancias.

Sugieren no abusar de bebidas energizantes

Una vez más, los especialistas advierten sobre los riesgos de abusar del consumo de bebidas energizantes que contienen cafeína y taurina, entre otras sustancias. Se trata de productos que han ido ganando terreno en el mercado asociados en particular a ciertas prácticas. Sin embargo, superar las dosis recomendadas o consumirlas asociadas al alcohol puede llegar a poner en riesgo la vida en casos extremos.

Esto puede ocasionar un cuadro peligroso en un solo episodio agudo en personas sanas, y lo que hay que tener en cuenta al respecto es que quienes más las consumen son adolescentes y adultos jóvenes que por sentirse sanos, no contemplan estos riesgos.

La Sociedad Española de Cardiología destaca -en un documento publicado el 17 de julio- la propiedad arritmogénica de estos productos y los asocia a eventos cardiovasculares graves y muerte súbita cardíaca. Explica que se comercializan como potenciadores de energía, de la atención y del rendimiento físico pero que se asocian a muchos casos atendidos en los servicios de urgencias, generalmente vinculados a otros consumos.

Lo que explican los especialistas es que los efectos adversos dependerán de diversas variables, como las dosis consumidas, el organismo del individuo, las condiciones del consumo y otros consumos asociados.

El 26 de abril, un adolescente de Carolina del Sur, EEUU, falleció -según determinaron los médicos- por sobredosis de cafeína. Había bebido un café con leche, un refresco con cafeína y una bebida energizante en un plazo de solo 2 horas. La oficina forense informó que Davis Allen Cripe, de 16 años, murió “por un problema cardíaco vinculado a la cafeína que probablemente le causó arritmia”. Si bien se aclaró que este tipo de circunstancias son infrecuentes, destacaron que las consecuencias se asocian a la velocidad con que tomó esas bebidas.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que la Academia Americana de Pediatría sugiere que niños y adolescentes no consuman cafeína.

La mencionada entidad española detalla que los energizantes contienen dosis altas de cafeína, azúcar, taurina, vitaminas y extractos de hierbas, tales como guaraná y ginseng. Por otra parte, las diferencia de las bebidas deportivas isotónicas, las cuales no contienen cafeína y están diseñadas para hidratar y reponer electrolitos y carbohidratos (contienen agua y sales).

El jefe de Toxicología de la provincia, Sergio Saracco, explicó que estos productos ocasionan además deshidratación, aumento de la presión arterial y diuresis. Al perderse sales por la orina, también se favorece un funcionamiento cardíaco inadecuado.

La cardióloga Raquel Saa Zarandón, jefa de Unidad Coronaria del hospital Central, detalló que un energizante puede producir aumento del ritmo cardiaco normal en los jóvenes, arritmias de las más leves a las más intensas, crisis hipertensiva e incluso espasmo coronario, por lo que se puede llegar a un infarto.

Sobreexigencia

Quienes más las consumen son adolescentes y adultos jóvenes. Una de las circunstancias en que esto ocurre es en un ámbito de esparcimiento, donde suelen prepararse con bebidas alcohólicas.

Justamente, uno de los aspectos en los que se hace hincapié es en el consumo asociado a otras sustancias que podrían potenciar el efecto de la cafeína; también se vinculan en ciertas circunstancias que podrían incrementar sus efectos adversos, como un ambiente caluroso o una deshidratación previa.

Al respecto, Saracco subrayó que el consumo con alcohol podría implicar un  riesgo severo. Es que ambas actúan sobre el sistema nervioso pero con efectos contrarios: las energizantes son estimulantes mientras que el alcohol es un depresor.

Saa Sarandón mencionó que al Central llegan muchos jóvenes con cuadros de este tipo y que generalmente están asociados a tres o cuatro consumos más: alcohol, drogas ilegales y tabaco. Agregó que para hacer más grave la situación suelen mezclarlas con bebidas de alta graduación alcohólica, como vodka: “Llegan muchos y cuando les preguntamos han tomado de todo”.

Dijo que también las beben personas que estudian mucho y se quedan despiertos durante la noche: “Fuman, toman café y energizantes, pero pueden tener un pico de presión y arritmias como fibrilación auricular o taquicardias paroxísticas. Además no duermen bien y están estresados, es un combo”.

Por ser potenciadores del rendimiento, también las beben quienes están sometidos a una excesiva demanda de energía, por ejemplo en el ámbito laboral. Saracco señaló que es habitual verlas en conductores que deben viajar muchos kilómetros, como camioneros, por eso se venden tanto en los minimarket de las estaciones de servicio de las rutas.

Como estos conductores necesitan mantenerse despiertos, además también suelen beber café. “Los camioneros se las recomiendan entre sí, lo que hacen es mantenerte vigil, con los ojos abiertos pero no lúcido (no consciente del medio y la realidad), y con la percepción alterada por ser una bebida estimulante. Por ello se tiene la valoración del riesgo alterada y si viene un vehículo y mido la distancia y el riesgo, paso igual”, ejemplificó.

También apelan a ellas quienes luego de una larga jornada laboral quieren, por ejemplo, ir al gimnasio cuando ya están cansados. Por eso el toxicólogo del ministerio de Salud refirió que es habitual que se encuentren en las heladeras de los gimnasios.

El propietario de un minimarket céntrico comentó que se venden más a la mañana y por la tarde-noche, es decir al ingreso y a la salida del horario laboral. Lo vinculó a quienes llegan cansados a trabajar y a quienes tienen que seguir posteriormente como puedan. Y aseguró que muchos se llevan una o dos latas por vez.

Además, algunos que realizan deporte de alto rendimiento también las utilizan. Sobre esto, la cardióloga del Central dijo que los ciclistas y quienes practican atletismo son quienes más las incorporan.

"Dos latas por día es mucho"

Para la cardióloga Raquel Saa Zarandón, “dos latas por día es mucho pero también depende del peso corporal”. Hay que tener en cuenta otros consumos de cafeína, como café  o bebidas cola.

El nutricionista Pablo Mezzatesta señaló que si bien una sola porción de estas bebidas tiene un gran aporte de cafeína, el problema es la sumatoria. En términos generales se recomienda no incorporar más de 300 mg de cafeína diarios, mientras que a partir de 500 mg el riesgo de sufrir alguna consecuencia cardíaca es severo.

Ante esto, hay que tener en cuenta que una lata de 250 cm3 de las marcas comerciales más conocidas aporta 80 mg de cafeína, mientras que algunas superan los 100 mg. Sobrepasar el límite diario no es tan difícil si se tiene en cuenta que hay quienes toman más de una. Además, una taza de café mediana de 150 cm3 tiene entre 90 y 150 mg de cafeína.

Por otra parte, Mezzatesta agregó que hay que sumar las bebidas cola, un vaso de las cuales aporta entre 30 y 45 mg. Es algo que habitualmente prefieren los jóvenes y de las cuales muchos suelen tomar 2 o 3 vasos.

Segundo psicoactivo más consumido por los jóvenes

Según un informe de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), las bebidas energizantes/estimulantes son la segunda sustancia psicoactiva más consumida entre los adolescentes después del alcohol.

Se trata de una encuesta realizada en 2014 en escuelas secundarias del país. De ella se desprende que 70,5% de los consultados tomó al menos una vez en la vida alcohol y 67,5% bebidas energizantes, ambas muy lejos de la tercera más consumida que es el tabaco (35,8%). Además, son levemente más consumidas por los varones.

En el estudio aparecen variaciones según la edad. Por un lado, son los más jóvenes los que más las beben, ya que en el segmento de 14 años las bebidas estimulantes son la sustancia psicoactiva más consumida (55,9%). En los segmentos de mayor edad pasan a un segundo lugar, pero se incrementa la proporción de quienes las consumen: entre los 15 y los 17 años, las consumieron al menos una vez entre 73 y 79% de los adolescentes.

El abordaje también consultó sobre el consumo combinado con alcohol:  81,6% de los estudiantes que declaró haber consumido energizantes en los últimos 30 días lo hizo en forma combinada con alcohol.

Esta proporción varía según el sexo, ya que lo hizo 78,7% de los varones y 84,8% de las mujeres.

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