La vitamina E podría retrasar el progreso de casos ligeros a moderados de Alzheimer, dijeron investigadores, tras demostrar por primera vez un tratamiento que ha alterado el avance de la demencia en ese estado.
En un estudio con más de 600 ancianos veteranos de las fuerzas armadas, altas dosis de la vitamina retrasaron el declive en las habilidades para realizar actividades cotidianas, como preparar alimentos, vestirse y platicar, de seis meses a dos años.
El beneficio fue equivalente a conservar una habilidad principal que de otra forma podría haberse perdido, como bañarse sin necesitar ayuda. Para algunas personas esto podría significar vivir de manera independiente en vez de necesitar de un asilo.
La vitamina E no preservó las habilidades mentales y no funcionó con los pacientes que ya tomaban otra medicina para el Alzheimer. Pero aquellos tomando únicamente vitamina E necesitaron menos ayuda de sus cuidadores, cerca de dos horas menos que algunos otros en el estudio.
“No es un milagro ni mucho menos una cura”, dijo el principal encargado del estudio, Maurice Dysken, del Sistema de Salud de para Veteranos en Minneapolis. “Lo mejor que podemos hacer en este momento es retrasar el ritmo de avance”, añadió.
El Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos financió el estudio, publicado por Journal of the American Medical Association.
La gente no debe correr a comprar vitamina E, advirtieron varios médicos. La medicina no evitó que la gente saludable desarrollara demencia, ni ayudó a aquellos con un caso ligero (“pre-Alzheimer”) en otros estudios, y algunos incluso dijeron que podría ser dañina.
Aun así muchos expertos celebraron los resultados después de tantos fracasos con medicinas que parecían muy prometedoras.
“Éste es un verdadero estudio revelador y constituye lo que hemos estado trabajando desde hace tres décadas: La primera intervención que verdaderamente modifica la enfermedad del Alzheimer”, dijo el doctor Sam Gandy de la Escuela de Medicina Monte Sinaí en Nueva York.
Los investigadores desconocen cómo funciona la vitamina E con la enfermedad, pero es un antioxidante como el que se puede encontrar en el vino tinto y en algunos tés. Los antioxidantes ayudan a evitar que las células se dañen y pueden ayudar con otras enfermedades, dijo la Oficina Federal de Suplementos Dietéticos.
Muchos alimentos contienen vitamina E, como las nueces, las semillas, los granos, las verduras de hoja verde (como las espinacas) y los aceites vegetales. Hay muchas versiones de la vitamina y el estudio probó una versión sintética de una de ellas -alfa-tocoferol- en un grado y fuerza farmacéutica, con 2.000 unidades internacionales al día.
Hace años otro estudio encontró que la misma forma y dosis de la vitamina ayudó con tipos más avanzados de Alzheimer y muchos comenzaron a recetarla. Pero la vitamina E dejó de estar de moda después de un análisis de 2005, debido a muchos estudios que encontraron que aquellos que consumían más de 400 unidades al día tenían más probabilidades de morir por cualquier otra causa.
El nuevo estudio se realizó con 613 veteranos, casi todos de sexo masculino, de 79 años en promedio, con Alzheimer de ligero a moderado en 14 centros para veteranos. Los participantes fueron separados en cuatro grupos y se les daba vitamina E, otra medicina para la demencia llamada memantina (su nombre Namenda), ambas, o placebos sin agente activo.
Tras un poco más de dos años de seguimiento aquellos que tomaban sólo vitamina E tuvieron un declive 19% menor en sus habilidades cotidianas en comparación con el grupo que tomaba placebos. Quienes tomaban memantina no registraron diferencias y la vitamina E no tuvo efectos en las pruebas de habilidad mental.