Luego de la fuerte devaluación que sufrió el peso durante 2018, en enero se derrumbó casi 50% el consumo con tarjetas de crédito en dólares en comparación con el primer mes del año pasado. Con respecto a diciembre, en cambio, los saldos de plásticos con moneda duracrecieron un 39%, tal como suele suceder en los meses de vacaciones.
El saldo promedio de préstamos en dólares con tarjetas fue de u$s 339 millones en enero y mostró un aumento de u$s 95 millones en relación a los u$s 243 millones que había promediado diciembre. De esta manera, el stock de préstamos en moneda estadounidense otorgados con plásticos creció 39,10% en el mes y superó el registro mensual de enero de 2018, cuando había aumentado un 30,33%.
La comparación interanual, en tanto, muestra un derrumbe de casi 47,27% nominal entre enero de 2018 e igual mes de 2019. El saldo promedio adeudado en dólares mediante tarjetas durante el primer mes del año pasado era de u$s 642 millones, mientras que en enero de este año llegó bajó hasta los u$s 339 millones promedio.
"Los viajes de vacaciones al exterior potencian el crecimiento del uso de la tarjeta durante el mes de enero con relación a los meses anteriores, pero muy lejos de los valores que se usaban el año pasado cuando el turismo al extranjero alcanzó niveles máximos", indicó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Por su parte, el stock de préstamos con tarjeta en pesos subió $ 8318 millones en enero y promedió $ 366.266 millones. Así, el stock de deuda en moneda local mostró un alza nominal de 2,32% en enero, cuando los pronósticos de inflación hablan de 2,5% para el mismo mes (el dato oficial se conocerá este jueves). Pese al dato positivo, la desaceleración es clara ya que en enero del año pasado el ritmo de crecimiento de los saldos en moneda local con tarjeta alcanzaba el 3,34%.
En términos interanuales, en tanto, el avance nominal entre enero de 2018 e igual mes de 2019 fue de 27,58%, lo que representó algo más de la mitad de la inflación en igual período y se traduce en un retroceso en términos reales. La comparación con enero del año pasado es, en este caso, favorecedora, ya que en aquel entonces los saldos con tarjetas en pesos se movían a un ritmo de 24%.
Con respecto a la variación interanual de 27,58%, Barbero explicó: "implica un retroceso pues los ítems que se abonan con el llamado dinero plástico han tenido un incremento de precios que rondan el 45%, indicando en consecuencia una retracción en el consumo así como una baja en la incidencia de los saldos financiados a pagar y de las compras en cuotas con tarjetas. No obstante, el último mes apreciamos una recuperación en los saldos, circunstancia destacable en un contexto de retracción de los financiamientos".
Más allá de las tarjetas de crédito, los préstamos al consumo se completan con los créditos personales. En enero, el saldo promedio de estas líneas cayó $ 2628 millones y cerró el mes en $ 418.403 millones, lo que representó una variación negativa de 0,62%. En términos interanuales, en tanto, los préstamos personales mostraron un crecimiento de 16,89% en los últimos 12 meses, muy por debajo de la inflación del período.